por alusiones... tu pagas la caza.. o la reserva de ella... no el paso.
Lo mismo digo con los dueños de tierras abiertas al público o que atraviesan caminos públicos y la cierran.
Si me ves cazando pues me podrás decir algo porque tu pagas por esa reserva de caza. Es como el que tiene un vedado de pesca y evita que el resto use el río ya sea bañandose o paseando.
Creo que en estos temas y en algunas comunidades más cazadoras confunden los términos y lo privado o no.
Dicho sea de paso siempre me paro y dialogo con los cazadores y salvo algún cazurro todos entienden mi postura como yo entiendo la suya.
Igual no me he explicado bien, pero yo no he hablado del derecho de paso de nadie por caminos públicos sino del derecho del que caza a no ser molestado en el ejercicio de la actividad que tiene contratada. Lo verás muy claro si lees el artículo 4.2 de la Ley 4/2021 de 1 de julio de Castilla y León, por ejemplo (esta es una de tantas leyes autonómicas y órdenes de vedas que se refieren a esto)
Es decir, tú con tu derecho de paso no puedes molestar la actividad del cazador (ejemplo: ruido, idas y venidas, volar los bandos de perdices en todas las lomas y cárcavas, etc) Pero el cazador tampoco puede cazar junto a caminos o carreteras por tu seguridad, ni junto a casetas o edificios ni cerca de los pueblos por la seguridad y la tranquilidad de viandantes y residentes.
Me alegra que ahora hables de "algún cazador" recalcitrante y no de todos. Haberlo haylos. Igual que moteros que no respetan sembrados.
Insisto: lo único que me fastidiaba un poco era que generalizases.
Pero hablemos de motos, que este no es el lugar ni el momento para esta polémica.
La realidad es que cuanto más "civilizados" somos más restricciones hay a toda actividad lúdica.
Lo que decía antes: me gustaba hace mil años salir de casa con la Montesa (matriculada y con seguro) e ir a donde me diese la gana, carretera, camino y puro monte y hacer roderas por todos lados ¿Pero qué ocurre ahora? Que somos muchos haciendo las mismas cosas diversas en el campo o en el monte y muchas veces nuestros intereses chocan. Por eso no queda más remedio que regular toda actividad lúdica que se realiza en medio de la naturaleza, cada vez más protegida, como debe ser por otra parte. Y esto resta espontaneidad y diversión a estos hobbies: pedir permiso para ir por una pista, no salirse de la pista, conflicto con otras actividades, tener que echar la moto al remolque para ir a otro municipio o provincia con ordenanzas más laxas en cuanto al tránsito por lo marrón, etc. Por no poder no puedes ni hacerte unas chuletillas en el campo ni en invierno por riesgo de incendio. Mil cosas que hacíamos antes y las hacíamos totalmente gratis ahora no las podemos hacer. A ver ¡Que aparcábamos en las playas! Que todo quisqui llevaba una caña y se ponía a pescar donde y cuando quería, que fumábamos en los hospitales!!
Pero, bueno, tal vez es mejor así. O no.
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