Sé de o que hablas.
Mi experiencia se ciñe a un boxer (de los de carne y hueso), que compartió conmigo la extraña cifra de 16 años (para estos perros es bastante). Me acompaño desde mi preadolescencia pasando mi adolescencia, carrera, noviazgos, y oposición,.... Después de quedar sordo, las cataratas no le permitían ver todo lo que debía. Pero estaba feliz y todavía disfrutaba de paseos suaves por el campo, y con invitaciones al juego,.... Finalmente una trombosis lo dejó inmovilizado de la patas traseras y seguro que estaría agradecido de la decisión que tomé. Ya sé que suena un poco ñoño, pero el veterinario lo "durmió" en mis brazos, y tengo la certeza de que el último olor que le acompañó fue el mío....... Fue un momento duro del que no me arrepiento en absoluto. Fueron muchos paseos, "acampadas adolescentes libres" y playas semivírgenes en las que compartíamos pandilla,..... en fin.
Una vez alguien me dijo que lo bueno de los animales es que no dejan de ser "objetos" a los que se les da las atribuciones de lo humano. Pero en el fondo no vienen a ser más que meros objetos. Por ello "a rey muerto, rey puesto". No sé si erá verdad, pero seguro que una nueva compañía canina logrará rellenar ese hueco que dejó tu perro.....
....siempre y cuando no acabes casado con alguien que no soporta los perros,.... :'( :'( :-[