Jajaja Cerilla, tienes razón en lo de entrar a saco con el pobre Sena justo el día de su cumpleaños, me he pasado un poco pero luego he rectificado, que con el mogollón casi me olvido de saludarlo, jejeje...
En mi opinión hay una cosa clara, gustos aparte la música la hay buena y la hay mala. Que a la gente le guste la música latina para bailar me parece estupendo, ahí tienes a Juan Luis Guerra, Gloria Estefan, etc, pero lo de OT es un producto elaborado a medida del público cuando lo auténtico es lo contrario, es decir, un tío crea la música que le da la gana y a quien le guste la compra o no la compra, esto es ARTE. Cuando ocurre lo contrario, es decir, una compañía de discos que previamente ha pactado un contrato de publicidad con los medios busca un compositor unos músicos y un cantante, les dice como tienen que moverse, como tienen que vestirse, qué tipo de música tienen que interpretar, etc, la actividad pierde la consideración de ARTE para convertirse en NEGOCIO.
Cuando yo era jovencillo y empezaba a descubrir la música por mí mismo (no la que me imponían mis padres ni la TV) corrían los principios de los 80 y la oferta de música era la más variada que se pudiese encontrar. Te podía gustar o no un estilo de música, pero había donde elegir. Rock'n'roll, pop, disco, funky, new age, tecno, heavy, etc, enriquecían el panorama musical de la época cuando los 40 principales no tenían la fuerza de ahora y cuando no existía OT. Salías por los bares de Madrid eligiendo el sitio según tus gustos musicales, se tocaba música en directo en cada esquina, y cada 15 días acudías echando leches a Madrid Rock o Discoplay a empaparte de todo lo que salía nuevo. Aquello era CULTURA MUSICAL, se asumía sin desmerecer para nada todo lo anterior y de cada disco nuevo se aprovechaban todas las canciones. Cuando miro atrás en el tiempo compruebo que aquello que nos gustaba entonces sigue sonando a moderno y pervive en el tiempo, cada cosa en su estilo.
Recuerdo que era un espectáculo ir a los bajos de Azca, a Aurrerá, a los bares de Malasaña, a Splash, a Rock Ola o al Canci y comprobar que la gente tenía criterio propio y se implicaba en la música a pesar del escaso apoyo de la TV. El único programa musical aceptable era "La edad de Oro", se emitía los sábados a partir de las dos de la mañana y aún así la gente se quedaba a verlo.
Hoy en día vayas donde vayas siempre te ponen la misma música porque es la que suena en radio y TV, lo que sonó el año pasado ya es una reliquia y nadie se acuerda de lo de tres años antes. La música pasa sin pena ni gloria, se cuentan con los dedos de la mano los "artistas" que hacen más de dos discos seguidos y es imprescindible tener buen tipito para vender o ser muy muy hortera para no pasar desapercibido. De vez en cuando se hace un remake de canciones antiguas a ritmo de bakalao y se mete en el mismo CD junto con música de relleno, se le da un nombre cañero tipo Technics, Caña Latina, Caribe Mix 17, o Disco Estrella y se saca a la calle para vender millones de ejemplares que el verano que viene acabarán en la basura.
Cuando mis nietos me pregunten qué escuchaba cuando era joven les diré orgulloso que me encantaban los Scorpions, los AC/DC, los Simple Minds, los Stray Cats, y Bruce Springsteen. Cuando le pregunten sus nietos a los de la generación OT ¿qué les van a decir? ¿El baile del Gorila de Melody? ¿Bustamante? ¿Rosa de España la que quedó séptima en Eurovisión? ¿David Civera? ¿King Africa?