Pon una imagen que te guste.

  • Autor Autor CO1637P
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Rayas en fila.
"Mi compañero de buceo y yo alquilamos un bote para llegar a Stingray City, en Gran Caimán, antes del amanecer para capturar la luz de la mañana y las ondas de arena imperturbables. Justo cuando el sol asomó por el horizonte, una fila de rayas australes se dirigió directamente hacia mí y capturé esta imagen mientras se deslizaban por la arena".
Foto: J.Gregory Sherman.
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Vladimir Rys. Fotógrafo oficial del equipo Red Bull de F1 durante muchos años, entre otros muchos trabajos.
Si a alguien le gusta la fotografía y la F1, es obligado.

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Rorcuales de Bryde.
"Durante la Expedición Marlin en Baja California pudimos ver a los rorcuales de Bryde en varias ocasiones. Pero cuando localizamos a este grupo de sardinas supimos que era el lugar donde quedarnos un rato. En el fondo sabía que si teníamos suerte, posiblemente podríamos ver a las ballenas alimentándose de sardinas. Yo estaba concentrado y listo cuando de repente aparecieron dos rorcuales de Bryde de la nada, disputándose un bocado. En cuestión de segundos, el grupo se hizo añicos y las ballenas desaparecieron. Gracias a la suerte y la paciencia, estuve en el lugar y el momento correctos para capturar la mejor foto que jamás pude imaginar."
Foto: Wojciech Dopierala.
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Un embajador muy flamenco.
Tras estrellarse contra la ventana de un hotel y sufrir una fuerte contusión, Bob, este flamenco americano, se convirtió en el gran embajador del hogar de acogida para animales en el que pasó su recuperación. En esta imagen acompaña a la veterinaria Odette Doest hacía la escuela donde ambos educarán a los niños sobre las amenazas que se ciernen sobre los humedales de la zona.
Foto: Jasper Doest.
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Boca do Inferno. Isla de Santo tomé.
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Parque Nacional Ranthambore, India.
Al alba, el bosque queda atrapado por la niebla. Sólo se distingue un corto tramo del camino de tierra roja. De pronto, del dorado fulgor del polvo y la luz neblinosa emerge una tigresa. Primero se detiene para frotarse el lado derecho de los bigotes contra un árbol junto al camino. Luego cruza la senda y se frota el lado izquierdo. Después se gira y nos contempla con una mirada de indiferencia absoluta.
Foto: Aslan Hazieh.
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El perro también es el mejor amigo del guepardo.
Sorprendentemente, los perros han demostrado ser también el mejor amigo del guepardo. Desde hace algunas décadas, algunos zoos acompañan a los cachorros de esta especie con problemas para relacionarse con perros, los cuales les ayudan a ganar confianza, aprender a comportarse en grupo y aumentar así las posibilidades de que los felinos se reproduzcan.
La idea empezó en 1976 por necesidad en un parque de fauna de Estados Unidos y tuvo tanto éxito que varios zoos lo adoptaron para sus programas de cría de guepardos.
Foto: Cortesía Columbus Zoo and Aquarium.
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Clases de vuelo.
Elegantes voladores de los pastizales de América del Norte y del Sur, los elanios bailarines -Elanus leucurus- se alimentan principalmente de ratones, campañoles y otros mamíferos pequeños.
Otras rapaces buscan tales presas observándolas desde una posición elevada o volando lentamente sobre el paisaje, pero este ave, también conocida como elanio maromero, realiza casi toda su caza suspendido en un punto, escaneando atentamente el suelo bajo sus alas y luego abalanzándose rápidamente sobre su presa.
Esta técnica requiere una gran destreza en el vuelo, y los adultos de esta especie pueden dedicar varias semanas a entrenar a las crías que han abandonado el nido.
Foto: Jack Zhi Audubon.
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Nómadas del frío.
En un páramo cubierto de hielo, donde las temperaturas pueden caer por debajo de los -40ºC, vive un pueblo nómada que cría renos, los Nenets. Se mueven durante las migraciones en busca de musgos y líquenes de los que alimentan a sus animales.
Los nenets viajan en trineos tirados por renos siguiendo antiguas rutas árticas. En esta trashumancia recorren unos 1.200 kilómetros cada año, convirtiéndola en una de las más largas del mundo. Los jóvenes, con el paso de los años cada vez menos deciden quedarse.
Foto: Alesandro Malaguti.
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El coyote en la nieve.
"La nieve comenzó a volverse más pesada y la visibilidad más difícil, así que decidí acabar el paseo que había salido a dar con Blue y regresar a casa. En el camino, Blue -una mezcla de labrador y retriever- se emocionó mucho y comenzó a tirar de su correa. Sabía que un coyote -Canis latrans- debía rondar cerca, pero miré a mi alrededor y no percibí ningún movimiento. Seguimos adelante con Blue demasiado emocionado y en alerta máxima. Llegamos a una colina cuando casi me saca del camino. Lo agarré firmemente de la correa y miré a mi alrededor para encontrarme con este hermoso coyote sentado en la nieve detrás de nosotros".
"Los coyotes también son conocidos como perros cantores debido a su amplia variedad de aullidos, gruñidos, quejidos y ladridos. Este coyote era muy sigiloso y tranquilo, y si no fuera por comprender el comportamiento de mi perro, podría haber perdido esta oportunidad para fotografiarlo por completo."
Foto: Pam Dorner.
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Alas para una ardilla.
Una ardilla voladora enana japonesa -Pteromys volans orii- planea a través del dosel de un bosque en Hokkaido, Japón, durante una nevada ligera. Esta peculiar ardilla posee un repliegue de piel cubierto de pelo a ambos lados de su cuerpo que extendiéndose desde los miembros delanteros y traseros se abre como si fuera un paracaídas, permitiéndole planear distancias que pueden superar los 35 metros en línea recta.
Foto: Tony Wy.
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Carreteras desérticas.
Los caminos del desierto han permanecido históricamente ocultos, accesibles tan solo a los expertos ojos de sus moradores y caravaneros. Y parece que seguirá siendo así pese al empeño humano, tal y como nos muestra esta imagen aérea en la que se observa una carretera devorada por arenas móviles que parecen tener vida propia.
Foto: Shutterstock.
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Guelta d’Archeï, Chad. Oasis natural en la zona de Ennedi (acantilados de arenisca) en el desierto del Sahara. Es un punto de agua para las caravanas de camellos en su camino desde Chad a Libia.
Crédito de la imagen: Flickr/Valerian Guillot
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Tormenta subacuática.
A las rayas águila manchadas -Miobaltilidae sp.- les gusta jugar con el oleaje en la reserva natural Australiana de Julian Rocks. Sujetándose con fuerza para evitar ser arrastrado por las olas, el autor de esta fotografía necesitó varias inmersiones para finalmente capturar una imagen nítida de la raya emergiendo de las ondulantes olas como un verdadero águila volando en una tormenta de montaña.
Foto: Simone Caprodossi.
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Donde no se puede caminar descalzo.
El sistema kárstico del macizo Bemaraha, de más de 100 kilómetros de largo y entre 5 y 25 de ancho, está bordeado por los ríos Tsiribihina y Manambolo y por altos acantilados con vistas a la sabana. Su geología única, sus bien conservadas selvas de manglar y su rica fauna de lémures, pájaros y camaleones motivaron su inclusión como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1990.
Se yergue como un pétreo mar infinito donde las olas son pináculos de piedra caliza que constituyen un peligroso lapiáz de aristas afiladas como navajas. La extraordinaria formación geológica procede de un gran sustrato calcáreo del jurásico que, tras ser disuelto y esculpido a golpe de lluvia y erosión, acabó creando este tremendo maremágnum de torres puntiagudas, angostas gargantas y cuevas.
El Tsingy, que en malgache significa "donde no se puede caminar descalzo" es un territorio hostil y tan solo transitable por los hábiles y ágiles lémures que encuentran refugio de los depredadores entre sus afiladas agujas de piedra.
Foto: Gtres.
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