Buenas a todos, a los que sintierón ganas de meter sus burras por el barro, y a los que no se sintierón llamados por esa aventura pero que son amantes de las crónicas por este medio.
Como bien es sabido mi poder de convocatoria es muy escaso, he fracasado siempre que he organizado alguna salida, por ello, mi colega Sabino y su Hermano me han sustituido, haciendolo ellos, se lo agradezco porque tienen una ilusión y entrega fuera de lo normal, gracias también a los escoltas que formarón parte de la organización.
En total en la marcha estuvimos 5 personas pendientes de la melé de motos que nos llegó.
La salida tenía previsto su lugar de encuentro en Talavera de la Reina sobre las 9,45 h, pero entre presentaciones y café salimos sobre las 10,10 h. Cruzamos el río Tajo y nos desviamos por una pista de una gravera con dirección al pueblo de Membrillo, la pista estaba muy bien pero la gente como una traca, así que haciendo alarde de mi bozarrón, pongo en orden el gallinero. El siguiente publo al que llegamos fué Alcaudete de la Jara, tramo bastante deslizante y en el que ya empezamos a patinar, a la salida de Alcaudete un enorme BARRIZAL nos esperaba ( que se lo digan a Barry), la gente lo pasaba por un lado, por el otro, por el centro, por el sembrado contiguo, etc.
Mucha gente pensó, esto se pone chungo pero cualquiera dice algo, y así fué el camino, se transformó en una senda húmeda llena de barro, pero no pegajoso y si muy deslizante, se vierón todo tipo de situaciones incréibles, de giros imposibles, caídas, posturitas, etc., pero de buen rollo, yo estuve en la cola del pelotón salvo un tramo posterior y me gusto el pundonor que demostrasteis, se lo que es ir mal, caerte y luego ir peor. Una vez pasado ese tramo de camino muy deslizante y antes de coger una pista ancha en buen estado, ya en las inmediaciones de Belvis de la Jara, Vienna 75 cayó haciendose daño en una mano, ( me alegro que no sea nada grave y te animo a que vuelvas con nosotros a la próxima), después de indicar a Vienna 75 la salida a carretera, continuamos en dirección a Buenasbodas, pista ancha y donde el terreno estaba delicioso, este tramo fué de esparcimiento cada uno se lo tomo como quiso y reagrupamos en la salida a una carretera que nos conduce a Robledo del Mazo, tras un enlace de unos 3km de carretera tomamos un camino espectacular, tanto para la conducción como para el paisaje, estamos ya en los Montes de Toledo, el camino tiene una pendiente más pronunciada, pasos por riachuelos, zonas de humbrias, de pinos, de alamos, de jaras, etc. Toda una delicia para los amantes de este tipo de salidas, pero sobre todo eran espectaculares, nuesra meta era llegar al mirador de Robledo del Mazo, todo el mundo llegó, con mas o menos sudor, pero muy contento, tras una breve parada bajamos por la carretera hasta el pueblo de la Nava de Ricoamarillo, donde nos esperaba otro camino y en el que lo más significativo era la belleza del paisaje, deleitandonos llegamos a Aldeanueva de Barbarroya, una carretera nos unirá después de 7 Km con Belvis de la Jara, desde este hasta nuestra ansiada cerveza o comida en Las Herencias nos separan unos 20 Km, fuerón la puntilla y en los que unos disfrutarón como enanos y otros deseaban que pasaran lo antes posible para no prolongar su agonía, arena y barro es el resumen de este tramo, muy plano ya en la vega del río Tajo. Fué una puntilla muy bien estudiada por el maestro SAVINO, pero lo que esta muy claro es que la gente ni rechisto se portarón todos como campeones, yo por mi parte intente dar animos, quedaba poco y cuando nos dimos cuenta estabamos en el final eran las 14 h, y había que comer esas impresionantes chuletas.
Reconozco que fuí un poco pesado en cuanto a no dejar mucho tiempo en las paradas, pero la ruta estaba muy apretada.
De la comida no os cuento nada porque estuvo de vicio, salvo el enjambre de avispas.
Después de comer unos cuantos 6 para ser exactos, me pidierón encarecidamente que siguieramos ruta trail en dirección a Madrid, improvisando les llevé desde Talavera de la Reina hasta Almendral de la Cañada a unos 17 km de Sotillo de Ladrada, donde me despedí de ellos ya en la puesta de sol, esta ruta no la describo porque fue un poco mas postre que otra cosa.
Gracias a todos por venir, el Abuelo ha rejuvenecido un montón con ello, aunque se me agrave "la reuma" con tanta humedad.
GRACIAS A TODOS, INCLUIDO EL HOMBRE DEL TIEMPO.