Creo que es cierto lo que se escribe, pero a mí los años de moto me han enseñado que lo mejor en la carretera es la tolerancia. Y con esto no quiero dar lecciones a nadie, por favor. Esto es algo que yo intento practicar actualmente y no siempre lo consigo.
Ahora, con casi sesenta años, yo entiendo perfectamente que es básico que si alguien te alcanza, le dejes pasar porque le vas a retrasar seguramente. Si quieres aumentar el ritmo para ponerte a su nivel, hazlo después de que te haya pasado y así no le molestas. Creo que aquí, en este foro y sentados en el sillón, casi todo el mundo de más de 30 años lo verá lógico.
Pero el caso es que yo he sido joven y todavía recuerdo lo que me escocía que me adelantaran. Y lo que me esforzaba para que no lo hicieran. A lo mejor era solo yo en todo el país, pero eso era lo que yo sentía. Me disculpo con retraso ante todo el mundo por mi inmadurez.
Por todo esto, cuando alcanzo a un motorista en la carretera, lo primero que hago es ponerme a distancia hasta que me ve. No tiene porqué ser inmediatamente, no estamos mirando el retrovisor continuamente y menos en zonas de curvas. Una vez que sé que me ha visto, solo lo adelanto si el sitio lo permite y se puede hacer con seguridad (distancia y visibilidad). Si el colega acelera y no da facilidades, pues yo me quedo a distancia y: o me acoplo a su ritmo, o paro o me desvío. Realmente, si adopta un ritmo mayor parecido al mío, no me importa acoplarme siempre a distancia. A mí me gusta observar a colegas de moto conduciendo porque me da referencias para saber lo que hago mal y lo que hago bien.
En carretera me preocupo de lo que yo puedo controlar. Lo que no puedo controlar mejor tenerlo siempre delante que detrás. Detrás yo decido lo que quiero hacer, por donde quiero ir y a qué velocidad. Tener a alguien detrás te hace ir vendido y pendiente de sus decisiones. Esto tanto coches como motos.
Esto lo practico así ahora después de muchos años de moto y creo que es la forma con la que llego más satisfecho a casa. No me preocupo ni me estreso por lo que no puedo controlar e intento independizarme de ello.
Alguien me dijo en este foro que ya me valía, más de 30 años en moto para asumir todo esto hace relativamente poco... tenía toda la razón. Acepto mi condena por haber sido uno de los motoristas más inmaduros del país. A veces leyendo el foro creo que todo esto solo me ha pasado a mí. Es duro, pero tengo que asumirlo.
Imagino que cuando me vaya al otro barrio, seré transferido directamente al purgatorio motero donde estaré solo, y San Pedro me hará arrastrar una GSA averiada durante 100 km como penitencia. Estoy preparado.