Gracias por tus amables palabras roadstero.
La verdad es que ha sido un trabajo muy especial, como correspondía a mi retirada del mundo de las letras (y para alivio de la literatura universal...)
La edición ha sido pues, también, un poco especial. Se hubiese merecido unas tapas "duras" e incluso un mayor formato para lucimiento de las numerosas acuarelas que son las auténticas protagonistas del relato, pero los costes se iban a cotas estratosféricas e inasumibles para mi persona.
Lamento de veras no haberlo poder hecho llegar en formato papel a mi (reducido y sufrido) círculo de fieles lectores, pero el mundo de la autoedición es una aventura costosa y "no sostenible" en esos términos neolinguísticos, tan en boga, y por desgracia, hoy en día...
El objetivo personal ha sido cumplido (la inmortalidad no tiene precio), el circulo se ha cerrado, y ahora tan solo me resta una desahogada jubilación en una isla caribeña gracias a los ingentes derechos de autor que generará, sin duda, la pentalogía y que no se en qué me voy a gastar...algo se me ocurrirá...
Renuevo el ofrecimiento gratuito de la obra para quien todavía no disponga de ella y antes de que alguna poderosa empresa editorial se haga con los derechos y os la cobre a precio de oro.
Saludos
Andrés