Este verano, si todo sale bien, habrá otra edición de Erase una vez en los Alpes.
12 jornadas, saliendo de Aix-les-Bains y volviendo al Bourg-Saint-Maurice, mas las 2 reglamentarias tiradas de autopista para ir y volver desde el País Vasco.
Volveré a recorrer muchas zonas que ya he descrito, repitiendo los puertos que nunca cansan, pero he metido alguna que otra novedad en zonas que, todavía, no conozco.
Por ejemplo, una jornada entre
Lindau, en el lago
Constanza, y
Berchtesgaden, junto al
Köenigsee, adaptando a mi manera la carretera que une ambos lagos, conocida como la
German Alpine Road o Deutsche Alpestrasse, que recorre el sur de Baviera, con algunas incursiones para atravesar puertos fronterizos en el norte de Austria; otra jornada cruzando Suiza hacia el noreste, recorriendo la zona de los lagos que quedan al norte de Andermatt; otra profundizando en Eslovenia y una más recorriendo la zona entre el norte del Lago di Garda y Bormio, finalizando con el paso del majestuoso Gavia.
Cuando vuelva, daré cumplida cuenta de lo que encuentre de interés.
Pero, antes, voy a corregir una omisión imperdonable en el catálogo de grandes puertos de montaña asfaltados que he tenido la suerte de conocer.
No lo incluí porque quedaba muy apartado de las rutas que estaba relatando. Y porque es un puerto de una única vertiente. Pero se le perdona, por que es inolvidable.
Estoy hablando del
Colle del Nivolet, que está situado en el Parco Nazionale del Gran Paradiso (tela el nombre), al noroeste de Torino, sube a
2612 metros y desciende unos pocos metros hasta una planicie, donde finaliza la carretera asfaltada y comienza un camino para excursionistas, todo ello dentro de un paisaje espectacular.
Tardé varios años en meterlo en la ruta, por lo apartado de su ubicación pero, cuando lo hice, fue un día de nubes, claros y jirones de niebla, por lo que el paisaje aparecía y desaparecía, haciéndolo todavía más hermoso. Y me arrepentí de haber tardado tanto en recorrerlo.
Aunque el Nivolet está situado a escasos 10 kilómetros en línea recta de otro de los colosos de la zona, el Col de l'Iseran, que queda al otro lado del macizo, en la vertiente francesa, formando parte del Parc National de la Vanoise, esos pocos kilómetros suponen cruzar una de las zonas mas abruptas de los Alpes.
Para que os hagáis una idea, enlazar ambos puertos por carretera obliga a un rodeo de nada más y nada menos que 200 km, sea por el sur, y hay que bajar hasta Torino, como por el norte, y hay que ir hasta el valle de Aosta.
Para aderezar la subida, se podría plantear una etapa que saliera de
Susa, en el Piemonte italiano, y finalizara a orillas del
Lago Maggiore, por ejemplo, en Arona.
Etapa Susa a Arona (Lago Maggiore) - 463 km y 9 h.
La ruta comenzaría en la pequeña población de
Susa, lugar que he utilizado muy a menudo como puerta de acceso al Parc de la Vanoise, vía el Col de Mont-Cenis y el Iseran. Y en el que me he alojado en alguna ocasión. Por cierto, si alguien lo hace, que no se pierda la Pasta all'Arrabbiata del la Pizzería Ristorante Miró, en la Piazza Trento.
Pasa salir de Susa vamos a hablar de ciclismo. Los aficionados seguro que recordáis la etapa reina del pasado Giro d'Italia, en la que Froome atacó a más de 70 km de la meta, como en los viejos tiempos, llegando en solitario, ganando la etapa, el liderato y, finalmente, el Giro.
Y el ataque comenzó en una peculiar subida, por una pista de tierra pisada, que llegaba al
Colle delle Finiestre, Pues es por ahí por donde vamos a empezar.
Nada más alir de Susa se toma la SP172 y, pasado
Meana di Susa, comienza la ascensión propiamente dicha, que tiene 2 partes diferenciadas.
Una primera asfaltada, de unos 11 km, por una carretera estrecha que, en su tramo central, se retuerce por hasta 28 tornanti consecutivas, mientras atraviesa un frondoso bosque.
Nada más salir del bosque finaliza la parte asfaltada y comienza una pista de tierra compactada, con más de una piedra adornándola, que sube los últimos 7 kilómetros entre prados verdes, hasta alcanzar la cima del
Colle delle Finestre (2176 m).
El estado de la pista no es tan bueno como el que se vio en la etapa, ya que previamente pasó una máquina compactadora para evitar que los tubulares estallaran. Pero, en general, es transitable (y transitada).
A partir del colle, la bajada hacia Pourrieres vuelve a transcurrir por una carretera asfaltada. Quienes pudísteis disfrutar de la etapa seguro que recordáis la zona por la que pasaba.
Desde Pourrieres, girando hacia el oeste, nos dirigiríamos hacia el Colle Sestriere, por donde transcurrió la etapa del gro que acababa en el Monte Jafferau, encima de Bardonecchia.
Nosotros giraremos hacia el sureste, bajando por la SP166 hasta
Pinnerolo, después tomaremos la autopista A55 rodearemos
Torino y seguiremos hacia el noreste por la A5, para salir cerca de
San Giusto Canavese.
Comienza el acercamiento al Colle del Nivolet, pasando por
Cuorgné, desviándonos por
Alpette y llegando a
Locana, donde comenzamos a adentrarnos en el estrecho valle que conduce al Colle.
Antes de llegar a él, pasaremos por el
Lago di Ceresole y abordaremos la subida final hasta la cima del
Colle del Nivolet, situada a
2612 metros, justo después de rodear dos pequeños lagos que lo preceden.
Tras la cima todavía quedan 2 kilómetros de asfalto, que bajan hacia el valle que hay al otro lado. Lo que sigue es una pista pedregosa, con una señal de prohibido circular y una barrera cortándola, bastante herrumbrosa, por cierto, por la que se ve a gente caminando.
Salvo que vayamos a saltarnos la barrera, toca retirada y deshacer el camino, volviendo a la cima del Colle, el lago, Locana y Cuorgné, desde donde comenzaremos a ir hacia el noreste,
Hay un enjambre de pequeñas carreteras. Yo he elegido la SP73, que pasa por
Andrate, después la SP500, que pasa por
Netro,
Muzzano y llega hasta
Biella, desde donde comienza la subida al
Santuario di Oropa, conocido tanto por su Virgen Negra (como la Moreneta o la de Częstochowa) como por haber sido testigo de una de las mayores remontadas que se recuerdan en el ciclismo.
Si, siempre vuelo al ciclismo, pero es como conocí muchas de estas carreteras que ahora recorro con ayuda mecánica.
Ocurrió en el Giro del 99, en el que la etapa acababa en el Santuario, y la protagonizó, cómo no, el malogrado Pirata,
Marco Pantani.
Justo al iniciar la subida se le salió la cadena y, cuando la arregló, le habían pasado todos. Pero apretó los dientes y comenzó a golpe de riñón una subida en la que, en los escasos 11 kms que faltaban, no sólo alcanzó sino que dejó atrás a todo el pelotón, incluidos los favoritos, para ganar la etapa en solitario. Luego vendrían las acusaciones de dopaje y las suspensiones, que acabaron tan trágicamente.
Pero las leyendas son las leyendas, y esta es una de ellas. Aquí la cuentan:
https://www.elperiodico.com/es/cicl...ario-del-panico-de-indurain-y-pantani-6047933
Y, cuando parece que ya hemos coronado, descubrimos que, justo detrás del santuario, comienza una estrecha carretera, la SP513, que va a seguir hacia el norte, hasta Rosazza. Y en la que nos encontraremos otra curiosa sorpresa.
Apenas 5 kilómetros después del santuario atravesaremos un pequeño túnel y, en medio de la siguiente curva, nos encontraremos con el
Ristorante Galliria Rossaza, nombre muy largo para un lugar pequeño y pintoresco, que tiene una pequeña terraza sobre el valle, con unas vistas de quitar el hipo.
Y, lo que resulta aún más curioso, a pesar de estar en plena curva y pegado al lado interior de la carretera, que es estrecha y no tiene arcén, en el lado exterior de la curva hay unas cuantas mesas, encima de la línea que limita la carretera y pegadas al pretil que las separa del abismo.
Y donde un espresso machiato sabe especial, mientras se va saludando a los (afortunadamente pocos) vehículos que pasan rozando..
A la imagen me remito.
Tras Rosazza podemos seguir por carreteras perdidas, en este caso la SP115 (Strada Provinciale) y la SR232 (Strada Regionale), cruzando dos puertos, la
Bochetta di Sessera (1382 m) y la
Bochetta di Margosio (1322 m), de carreteras retorcidas y remotas, para acabar dirigiéndonos a la orilla del Lago Maggiore por cualquiera de las carreteras que se acercan a él y terminar la jornada con un buen baño.
Saluti a tutti.