Por poneros en antecedentes, el día después de rocoger mi nueva Goldwing escribí esto en otro hilo, pero creo que es aquí donde debería estar:
"Ayer
mismo la recogí en Granada y me vine hasta Sevilla con ella.
Un titular de mis primeras impresiones: IMPONE RESPETO. Por volumen y peso, se siente mucho más "inerte" que la RT, es decir, las inercias están ahí, agazapadas, y las respetas con cautela para ir siempre con los deberes hechos en cualquier maniobra. Son nada menos que 110kg más
y lo último que quieres es tener un problema el día de tan soñado estreno.
Los mandos son muy diferentes. Mi último cambio, de una 1250 RS a una 1250 RT, apenas si lo fue. Los mandos eran casi idénticos, el motor era el mismo... sólo cambiaba la postura de conducción y el peso y volumen de la moto, pero me adapté rápidamente, como es natural. Ahora es otra cosa... el control de la velocidad de crucero está en la piña derecha (prefiero la piña izquierda para eso), toqué el claxon al ir a poner el intermitente (qué susto, menudo claxon tiene al lado del "pito" de citroën 2CV que tenía mi RT 2020...) en fin, todo cambia.
El arranque del motor es poderoso, y su murmullo nada tiene que ver con el cimbreo del bicilíndrico. La postura de conducción es muy distinta, no esperaba tal cosa. Llevo las manos relativamente bajas, aunque los brazos van relajados. La butaca, que es lo que merece llamarse, tiene un mullido perfecto, más cómodo que el de la RT y más ancho, lo que hace que la calefacción del asiento (hacía rasca al salir de Granada) sea una maravilla, notas el calorcito en toda tu posadera, no sólo en los huevecillos.
El cuadro de mandos, de noche, es un espectáculo, me dio pena llegar a casa. La visión de las dos esferas analógicas con sendas pantallitas digitales en sus lados exteriores, y del navegador central, produce una sensación de ir a los mandos de la Enterprise, sí que es cierto.
Y lo de ir a echar mano de la maneta de embrague en cada rotonda... ya se me pasará.
Hoy, apenas diez días y casi 500km más tarde, puedo añadir algunas cosas sobre estas primeras impresiones:
La segunda vez que se coge cuesta la mitad hacerse a ella, y la tercera vez, la mitad de la mitad. A día de hoy, he callejeado por Sevilla sin mayores problemas, he ido por carretera, por autopista y hasta por las calles del pueblo donde vivo. Uno se hace a ella, va aprendiendo trucos y va conociendo el
quid de cada cuestión y poco a poco se siente la mar de cómodo. De momento, veo que para andar por ciudad me parece mejor llevarla en modo "RAIN" y evito arrancadas más impetuosas de lo conveniente si se está entre coches. También se maneja muy bien en modo manual una vez que uno se acuerda de que no es el pie izquierdo, sino el dedo índice el que debe marcar la pauta del cambio de marchas, cosa que ocurre con rapidez.
Por otra parte, subirla al trípode me ha resultado inesperadamente fácil, el trípode es cortito y la moto casi se sube ella sola, a poco que se deja caer peso el el pie derecho.
Sí encuentro el motor algo más sonoro de lo esperado, sobre todo en retenciones o frenadas, que hace un sonido peculiar, aunque no desagradable.
En fin, la cosa progresa adecuadamente. Seguiremos informando.