Debe ser un problema endémico del sistema de alimentación de Kawa. Integra dos mariposas manuales y dos mariposas manejadas por la centralita.
Yo tengo una Z900RS con ese sistema y sí que noto el problema. Se produce exactamente cuando pasas de posición cero del gas a empezar a acelerar. Solo en ese momento. Cuando estás ya dando gas, aunque sea a muy pocas revoluciones, la moto va perfecta. El problema es solo en la transición desde gas cero. Y no se produce siempre. Si lo haces muy suavemente, no se nota. Pero si das gas desde ralentí un poco rápido (abriendo en una curva, por ejemplo), la moto da un pequeño tirón (uno solo). Yo lo noté ya en la unidad de pruebas. Es algo a mejorar en el sistema de inyección Kawa.
Para mí no es decisivo y me he acostumbrado. Cuando lo sabes, lo evitas la mayoría de las veces, aunque de vez en cuando se escapa un pequeño tirón. No es algo que me preocupe demasiado, te hace ser más suave con el gas.
Por lo demás, todo lo que habláis del motor de la Versys 1000 lo identifico yo en mi RS. Es espectacular el virtuosismo que han logrado los japoneses con los tetracilíndricos. No creo que le pueda pedir mucho más a un motor.
En cuanto a la relación calidad/precio, cada uno tiene una opinión y le da a la moto la importancia que desea dentro de su economía doméstica. Desde mi punto de vista, los japoneses fabrican lo que yo necesito, ni más ni menos, y a unos precios que yo considero justos. Después de mirar, probar y remirar, yo me identifico mucho con la forma de fabricar y vender motos que tienen los nipones. Me gusta mucho que antepongan la fiabilidad, la resistencia y la economía antes que el lujo y la súper-tecnificación. He oído algunos expertos decir que no entienden cómo están tan atrasados en suspensiones electrónicas. Yo sí que lo entiendo, y me gusta.
Por último, en el caso de mi Kawasaki, las revisiones intermedias a los 6.000 km me las hacen gratis. Cortesía del concesionario. Revisiones cada 12.000. Reglaje de válvulas a los 40.000 km, distribución (si suena) a los 100.000 km. Es decir, honradez y precisión japonesas.