Estamos en otoño y ya comienza el run run de si vendrá otra ola de COVID-19 este invierno. Además parece que sera junto con el virus de la gripe que viene a repetir lo de cada año (excepto los dos anteriores que estuvo "mas tranquilo").
Resumo la situación actualmente.
Las variantes que están circulando son descendientes de la Omicron original. Recordar que la Omicron tenia una elevada transmisibilidad pero, por suerte, su incidencia en casos graves era menor que las cepas anteriores a ella.
Las vacunas junto con el contagio por Omicron han proporcionado una situación que nos ha dado una protección elevada.
Ahora mismo, volvemos a una vida casi normal. Volvemos a estar muchas personas en lugares cerrados y no se usa apenas la mascarilla. La llegada del invierno acentuara este hecho. Esta "normalidad", va a provocar un aumento de contagios. Lo importante es si esos contagios seguirán teniendo leves consecuencias o no.
Las nuevas variante de Omicron están mutando para tener mayor capacidad de evadir la acción de las vacunas. Existen multiples variantes que han aparecido en los últimos meses y en muchas de ellas, de manera independiente, han aparecido las mismas mutaciones adicionales en la proteína S. Esto hace pensar que esas mutaciones, por el hecho de aparecer espontáneamente, deben conferir alguna ventaja al virus en relación con su capacidad para evadir el sistema inmune (sobre todo el de células de memoria que es el que nos proporciona una inmunidad mas duradera) que tenemos potenciado por vacunas y/o previos contagios.
Aunque todavía no hay ninguna de esas subvariantes que se haya convertido en mayoritaria, si que se espera que alguna de ellas se expandan en los meses de invierno y con ello que repunten los casos. A mi alrededor veo muy frecuentemente personas que ya se contagiaron en el pasado y que vuelven a contagiarse.
Por suerte, las variantes (salvo la aparición de alguna por sorpresa que ahora no se conoce) son descendientes de Omicron y se prevé que el contagio no genere una COVID-19 peligrosa (recordar sin embargo que aunque el porcentaje de COVID-19 severa sea muy bajo, si aumentan el porcentaje de población afectada, aumentara el numero de personas con COVID-19 grave).
Por otro lado la disponibilidad de las nuevas vacunas mixtas (que utilizan también la cepa Omicron original), ayudara a reducir el impacto de estas nuevas variantes. Es curioso que no se habla mucho de estas nuevas vacunas y no se esta pidiendo que se extiendas a las personas por debajo de los 60 años. Yo espero, que como mínimo, el sistema de salud español, las ofrezca voluntariamente a esas franjas de edades una vez se haya completado la vacunación de los mayores de 60 años.
En resumen, a día de hoy, se puede esperar un aumento de contagios este invierno por las nuevas subvariantes. También se espera que esas nuevas variantes no sean más "dañinas" que las anteriores.
Que cada uno considere el uso que tiene que dar a las mascarillas. Sigue siendo muy recomendable para los que tienes otras patologías e incluso para todos en ambientes cerrados y densos (como el transporte público por ejemplo). También se por experiencia propia que a veces uno se olvida de ponérsela porque la "normalidad" que te rodea hace que te olvides de ella. En fin, que cada uno actúe como considere.
Os dejo un articulo/comentario en Nature sobre las perspectivas para estos próximos meses.
Emerging variants and waning immunity are likely to push infection rates higher in the Northern Hemisphere as influenza also makes a comeback.
www.nature.com