Es increible; llevaba escrito un parrafazo tremendo, se me han cruzado los dedos, le he dado no sé donde y se me ha ido todo a tomar viento, así es que como no tengo ganas de volver a repetir os quedais sin saber lo que había pasado antes de salir de Los Barriles a las 9,50 horas.
Os cuento que a partir de entonces nos fuimos con muchísima buena voluntad, convenciendonos a nosotros mismos de que aunque aquí hacia frio (9ºC) mas arriba el tiempo iba a estar mejor y auinque aqui lloviese, allí arriba, ni gota. Como siempre, acertadísimos en las buenas intenciones y erradísimos en la realidad.
Apenas llevábamos 20 km cuando a base de tragar barro y agua de los vehículos que nos precedían nos dimos cuenta de que eso no iba a mejorar mucho.
Llegamos al cruce de El Pedroso en Cantillana y todo bien salvo las inevitables empañaduras de vaho en los cascos (alguien debería inventar algo que de verdad funcione sin tener que poner adminiculos estupidos).
Llevábamos mas o menos bien el camino; veía por el retrovisor que de vez en cuando se me quedaba a tras Roberto, pero nada escandaloso, cortaba un poco y al momento lo tenía en el espejo. Así seguimos un ratillo, pero pasado el cruce de Castillblanco de los Arroyos nos empieza a caer agua nieve; la temperatura que marca el termómetro del cockpit ¡toma pego! es de 4ºC y de repente dejo de ver a Roberto por el retrovisor. La carretera está como para empezar a pensárselo. Corto gas y me pongo al paso de una burra cansina; sigue sin aparecer. Me paro y aún no aparece. Se me suben donde todos sabemos y me douy kla vuelta. tres curvas mas allá me lo cruzo haciendome gestos que interpreté como "yo no sigo, esto es horroroso". Cuando puedo me vuelvo a dar la vuelta y lo pillo (obviamente, me estaba esperando) a la entrada de El Pedroso. Paramos, echamos un cafelito, hacemos un par de fotos y decidimos no seguir subiendo porque ya ha pasado un par de sustos en un par de curvas y aedemas lleva una pelea tremenda con el vaho que le impide ir medianamente cómodo.
Recolocamos la ruta y en vez de seguir hacia el norte nos vamos un poco hacia el el oeste y despues hacia el sur. Nos metemos hacia Castilblanco de los Arroyos pasando por el pantano de Melonares, seguimos hacia Almaden, que bonita carretera, con subidas y bajadas muy pronunciadas, algunas en curva que te recuerdan, aunque sea en miniatura las sensaciones del sacacorchos de Laguna Seca. Por ciero, en una de esas sensaciones, el reloj-termometro-voltímetro se ha ido a tomar viento y jhemos tenido que apañarlo con cinta americana como en los viejos tiempos.
Antes de llegar a Almaden nos desviamos hacia el Ronquillo, por supuesto siempre por la carretera vieja, y sdesde ahñí a Sevilla haciendo una parada en La Minilla, a ver qué agua es la que estamos bebiendo, que nunca se sabe si nos estan dadno la nuestras o nos están llenando los grifos con agua de Lanjarón, que es muy buena para el corazon, pero no es la nuestra, o con agua de Bezoya que tampoco es la nuestra.
De allí a La Pañoleta, donde ya descuidados nos echamos unas cervecitas; de La Pañoleta a recoger a mi mujer, que si no regaña, y de allí, cada mochuelo a su olivo.
Dentro de un rato, cuando revele el carrete, pondré algunas fotillos. Hasta entonces, besitos a todas.
Mas o menos, la ruta que hemos hecho ha sido esta
http://maps.google.es/maps?f=d&...1,-5.990295&spn=1.154076,1.766052&z=9