Encuentro cercano.
La expresión de preocupación en la cara de este perro dice mucho y es un recordatorio de que los alces son animales salvajes grandes e impredecibles. Guillermo estaba fotografiando un alce al costado de la carretera en Antelope Flats en el Parque Nacional Grand Teton, cuando este gran macho se interesó en el visitante peludo. El conductor del automóvil no pudo mover el coche antes de que el alce se fuera. Afortunadamente, el alce pronto perdió el interés y siguió su camino después de unos minutos.
Foto: Guillermo Esteves.
La expresión de preocupación en la cara de este perro dice mucho y es un recordatorio de que los alces son animales salvajes grandes e impredecibles. Guillermo estaba fotografiando un alce al costado de la carretera en Antelope Flats en el Parque Nacional Grand Teton, cuando este gran macho se interesó en el visitante peludo. El conductor del automóvil no pudo mover el coche antes de que el alce se fuera. Afortunadamente, el alce pronto perdió el interés y siguió su camino después de unos minutos.
Foto: Guillermo Esteves.
Poder salvaje.
Una pantalla de aurora boreal particularmente activa, con luces púrpuras (causadas por nitrógeno) así como las luces verdes (causadas por el oxígeno) que solo son visibles bajo cielos oscuros desde finales de agosto hasta mediados de abril.
Foto: Sue Jugnarain.
Una pantalla de aurora boreal particularmente activa, con luces púrpuras (causadas por nitrógeno) así como las luces verdes (causadas por el oxígeno) que solo son visibles bajo cielos oscuros desde finales de agosto hasta mediados de abril.
Foto: Sue Jugnarain.
La migración de las grullas.
En esta espectacular visión, una bandada de grullas surca el cielo de la localidad alemana de Straussfurt durante la puesta del sol.
La migración de las grullas es un fenómeno natural impresionante que ocurre en varias partes del mundo, llenando los cielos con un majestuoso y cautivador espectáculo. Estas aves, pertenecientes a la familia Gruidae, son conocidas por su elegancia y gracia en vuelo, y su migración es una hazaña asombrosa que refleja su instinto de supervivencia y adaptabilidad. Las praderas del centro de Alemania son algunos de los lugares elegidos por estas majestuosas aves durante sus migraciones, en las que se dirigen al sur durante los meses fríos de invierno, y en dirección opuesta -hacia sus lugares de cría- durante el periodo estival.
Las grullas migran en busca de mejores condiciones climáticas y recursos alimenticios, y dependiendo de la especie, sus rutas pueden abarcar miles de kilómetros. Algunas de las migraciones más destacadas incluyen la ruta de la grulla siberiana -Leucogeranus leucogeranus- desde Siberia hasta China y Japón; la ruta de la grulla de Canadá -Antigone canadensis- hacia el sur de Estados Unidos y México, y la ruta de la grulla común -Grus grus- (en la imagen) desde el norte de Europa hasta África.
Foto: Jens Meyer.
En esta espectacular visión, una bandada de grullas surca el cielo de la localidad alemana de Straussfurt durante la puesta del sol.
La migración de las grullas es un fenómeno natural impresionante que ocurre en varias partes del mundo, llenando los cielos con un majestuoso y cautivador espectáculo. Estas aves, pertenecientes a la familia Gruidae, son conocidas por su elegancia y gracia en vuelo, y su migración es una hazaña asombrosa que refleja su instinto de supervivencia y adaptabilidad. Las praderas del centro de Alemania son algunos de los lugares elegidos por estas majestuosas aves durante sus migraciones, en las que se dirigen al sur durante los meses fríos de invierno, y en dirección opuesta -hacia sus lugares de cría- durante el periodo estival.
Las grullas migran en busca de mejores condiciones climáticas y recursos alimenticios, y dependiendo de la especie, sus rutas pueden abarcar miles de kilómetros. Algunas de las migraciones más destacadas incluyen la ruta de la grulla siberiana -Leucogeranus leucogeranus- desde Siberia hasta China y Japón; la ruta de la grulla de Canadá -Antigone canadensis- hacia el sur de Estados Unidos y México, y la ruta de la grulla común -Grus grus- (en la imagen) desde el norte de Europa hasta África.
Foto: Jens Meyer.
Sifra es una fisura que se encuentra entre las placas tectónicas de Europa y América. Es el único lugar del planeta donde se pueden tocar dos continentes a la vez. Se encuentra en el lago Pingvallavatn en Islandia.
Hay que mejorar los reflejos.
Este cachorro de león de 3 meses y sus hermanos estaban en un árbol. Las otras leonas estaban en otros árboles y en el suelo. Quería bajar y caminó por todas las ramas buscando el lugar correcto y finalmente fue a por ello. Probablemente era su primera vez en un árbol y su descenso no fue tan bien. Sin embargo, estaba bien después de aterrizar en el suelo. Se levantó y salió corriendo con otros cachorros.
Foto: Jennifer Hadley.
Este cachorro de león de 3 meses y sus hermanos estaban en un árbol. Las otras leonas estaban en otros árboles y en el suelo. Quería bajar y caminó por todas las ramas buscando el lugar correcto y finalmente fue a por ello. Probablemente era su primera vez en un árbol y su descenso no fue tan bien. Sin embargo, estaba bien después de aterrizar en el suelo. Se levantó y salió corriendo con otros cachorros.
Foto: Jennifer Hadley.
La estrategia del guepardo.
"El grupo, o coalición de guepardos persiguió y finalmente dio caza a un topi en la reserva natural de Masai Mara". "Sobre la marcha decidieron que esta bestia, parecida a un antílope, era un objetivo más asequible que las veloces gacelas a las que acechaban", cuenta el fotógrafo Dhritiman Mukherjee, quien capturó la trepidante acción durante un safari en Kenia.
"Estaba en Masai Mara para fotografiar guepardos cazando. Había cinco guepardos en los alrededores. Estaban hambrientos y preparados para la acción, pero sabía que aún tendría que esperar todo el día para poder observarlos cazar. Reunidos debajo de un árbol, se mostraban acechando, observando los alrededores, pero aún no había animales cerca."
Tras tres o cuatro horas, la suerte finalmente parecía caer del lado de los guepardos cuando un grupo de gacelas de Thomson hizo acto de presencia en el otro extremo del paisaje. "Fue entonces cuando las cosas se pusieron interesantes", continúa Mukherjee.
"Cuando los guepardos comenzaron a moverse solo se veían las gacelas, pero de repente observamos un topi con su cría en el extremo opuesto a los guepardos; y aunque las gacelas estaban mucho más cerca y los guepardos se dirigían hacia ellas, decidimos posicionarnos más cerca del topi." "Uno de mis amigos que se encontraba en el vehículo conmigo no estaba contento con la decisión, sin embargo, yo sabía que las gacelas son mucho más rápidas, ágiles y difíciles de cazar, mientras que un topi con su pequeño es una presa ideal".
Los guepardos también lo sabían, por lo que solo era solo cuestión de tiempo que estos detectaran a las presas más débiles que habían aparecido en la escena y cambiaran de opinión; y eso fue exactamente lo que sucedió.
"En el momento en que vieron al topi, cambiaron de dirección. Una vez que los guepardos estuvieron a la distancia correcta, comenzaron a correr a su característica velocidad vertiginosa, dándome la oportunidad de capturar esta impresionante toma de acción."
Foto: Dhritiman Mukherjee.
"El grupo, o coalición de guepardos persiguió y finalmente dio caza a un topi en la reserva natural de Masai Mara". "Sobre la marcha decidieron que esta bestia, parecida a un antílope, era un objetivo más asequible que las veloces gacelas a las que acechaban", cuenta el fotógrafo Dhritiman Mukherjee, quien capturó la trepidante acción durante un safari en Kenia.
"Estaba en Masai Mara para fotografiar guepardos cazando. Había cinco guepardos en los alrededores. Estaban hambrientos y preparados para la acción, pero sabía que aún tendría que esperar todo el día para poder observarlos cazar. Reunidos debajo de un árbol, se mostraban acechando, observando los alrededores, pero aún no había animales cerca."
Tras tres o cuatro horas, la suerte finalmente parecía caer del lado de los guepardos cuando un grupo de gacelas de Thomson hizo acto de presencia en el otro extremo del paisaje. "Fue entonces cuando las cosas se pusieron interesantes", continúa Mukherjee.
"Cuando los guepardos comenzaron a moverse solo se veían las gacelas, pero de repente observamos un topi con su cría en el extremo opuesto a los guepardos; y aunque las gacelas estaban mucho más cerca y los guepardos se dirigían hacia ellas, decidimos posicionarnos más cerca del topi." "Uno de mis amigos que se encontraba en el vehículo conmigo no estaba contento con la decisión, sin embargo, yo sabía que las gacelas son mucho más rápidas, ágiles y difíciles de cazar, mientras que un topi con su pequeño es una presa ideal".
Los guepardos también lo sabían, por lo que solo era solo cuestión de tiempo que estos detectaran a las presas más débiles que habían aparecido en la escena y cambiaran de opinión; y eso fue exactamente lo que sucedió.
"En el momento en que vieron al topi, cambiaron de dirección. Una vez que los guepardos estuvieron a la distancia correcta, comenzaron a correr a su característica velocidad vertiginosa, dándome la oportunidad de capturar esta impresionante toma de acción."
Foto: Dhritiman Mukherjee.
No quiero saber más de ti.
Esta imagen fue tomada en las Islas Malvinas. Estos dos pingüinos papúa estaban pasando el rato en la playa cuando uno se sacudió el agua del plumaje y salpicó a su compañero... con lo que eso molesta a cualquiera...
Foto: Jennifer Hadley.
Esta imagen fue tomada en las Islas Malvinas. Estos dos pingüinos papúa estaban pasando el rato en la playa cuando uno se sacudió el agua del plumaje y salpicó a su compañero... con lo que eso molesta a cualquiera...
Foto: Jennifer Hadley.
Nankin, China.
Con la llegada del verano, cientos de piscinas en China se convierten en auténticos paraísos acuático para las multitudes, ofreciendo refugio y alivio durante los calurosos días estivales.
Foto: Cordon Press.
Con la llegada del verano, cientos de piscinas en China se convierten en auténticos paraísos acuático para las multitudes, ofreciendo refugio y alivio durante los calurosos días estivales.
Foto: Cordon Press.
Un clavadista antártico.
Al igual que muchos pingüinos, los pingüinos barbijo -Pygoscelis antarcticus- se alimentan principalmente de Krill, unos pequeños crustáceos parecidos a camarones que a menudo persiguen a más de 15 metros por debajo de la superficie del mar. La larga cola de esta especie, la cual se aprecia en esta fotografía, probablemente le ayude a maniobrar cuando nada bajo el agua.
Cuenta la fotógrafa Karen Blackwood que era un día tormentoso y nevado cuando estaba en una zodiac recorriendo una cala llena de icebergs cuando el agua turbulenta sacudió el pequeño bote de goma. "Mientras observaba a los pingüinos papúa saltar a la costa rocosa y marchar hacia su colonia de anidación, vi a un pingüino barbijo parado sobre un iceberg azul cubierto de nieve fresca".
"Se asomó por el borde y supe que iba a saltar. Ajusté la configuración de mi cámara teniendo en cuenta el movimiento del bote, el iceberg y al pingüino que pronto estaría en el aire". "El pájaro saltó justo frente a mí y se zambulló directamente en el agua. Lo atrapé justo antes de que se deslizara bajo las olas y obtuve una imagen perfecta de su forma. Había capturado un "10 perfecto" del salto de un clavadista antártico".
Foto: Karen Blackwood.
Al igual que muchos pingüinos, los pingüinos barbijo -Pygoscelis antarcticus- se alimentan principalmente de Krill, unos pequeños crustáceos parecidos a camarones que a menudo persiguen a más de 15 metros por debajo de la superficie del mar. La larga cola de esta especie, la cual se aprecia en esta fotografía, probablemente le ayude a maniobrar cuando nada bajo el agua.
Cuenta la fotógrafa Karen Blackwood que era un día tormentoso y nevado cuando estaba en una zodiac recorriendo una cala llena de icebergs cuando el agua turbulenta sacudió el pequeño bote de goma. "Mientras observaba a los pingüinos papúa saltar a la costa rocosa y marchar hacia su colonia de anidación, vi a un pingüino barbijo parado sobre un iceberg azul cubierto de nieve fresca".
"Se asomó por el borde y supe que iba a saltar. Ajusté la configuración de mi cámara teniendo en cuenta el movimiento del bote, el iceberg y al pingüino que pronto estaría en el aire". "El pájaro saltó justo frente a mí y se zambulló directamente en el agua. Lo atrapé justo antes de que se deslizara bajo las olas y obtuve una imagen perfecta de su forma. Había capturado un "10 perfecto" del salto de un clavadista antártico".
Foto: Karen Blackwood.
Buffalo, Dakota del Sur.
Esta tormenta, una violenta supercélula que había empezado a disiparse, cambió de forma y cobró nueva vida. Hill recuerda que arrojó un montón de granizo y de rayos hasta bien entrada la noche. LaDue apunta que desde este lugar de observación –una oportunidad poco frecuente de observar una supercélula de costado, en lugar de desde abajo– buena parte de la anatomía de la tormenta resulta visible.
Foto: Foto: Mitch Dobrowner.
Esta tormenta, una violenta supercélula que había empezado a disiparse, cambió de forma y cobró nueva vida. Hill recuerda que arrojó un montón de granizo y de rayos hasta bien entrada la noche. LaDue apunta que desde este lugar de observación –una oportunidad poco frecuente de observar una supercélula de costado, en lugar de desde abajo– buena parte de la anatomía de la tormenta resulta visible.
Foto: Foto: Mitch Dobrowner.
Pesca en el hielo.
Como miembro de la familia de las garzas, la garceta común (Egretta garzetta ) suele ser una cazadora sigilosa que se queda quieta en aguas poco profundas o espera a que los peces desprevenidos pasen nadando. En otras ocasiones el ave mueve sus patas amarillas para asustar a la presa, a la que luego perfora con su afilado pico.
Sin embargo, esta garceta en un lago cerca de Xiamen, China, fue sorprendida cuando el pequeño pez que había estado observando fue expulsado del agua por un pez mucho más grande.
El fotógrafo Xiaoping Lin empleó disparos continuos de alta velocidad para capturar a la garceta asustada mientras se elevaba sobre las olas agitadas. La imagen resultante es la de una acción fugaz permanentemente congelada en una paleta de blancos y plateados. "Es como un poema”, expresa Lin.
De hecho, las garcetas han aparecido en la poesía china desde al menos el siglo XI a.C. Aparecen tres veces en la primera colección conocida de poesía china, el Shih ching; y desde entonces, durante los siglos posteriores los poetas compararon a estas aves con copos de nieve y escarcha, adoptándolas como símbolos de pureza y eternidad.
A pesar de esta reverencia, algunas especies de garcetas fueron cazadas hasta el borde de la extinción o desaparición local durante el siglo XIX, en busca de sus plumas de moda. Hoy en día, aunque la población de garcetas comunes es estable, especies como la garceta china (Egretta eulophotes) todavía luchan por recuperarse en medio de la continua pérdida de hábitat.
Foto: Xiaoping Lin.
Como miembro de la familia de las garzas, la garceta común (Egretta garzetta ) suele ser una cazadora sigilosa que se queda quieta en aguas poco profundas o espera a que los peces desprevenidos pasen nadando. En otras ocasiones el ave mueve sus patas amarillas para asustar a la presa, a la que luego perfora con su afilado pico.
Sin embargo, esta garceta en un lago cerca de Xiamen, China, fue sorprendida cuando el pequeño pez que había estado observando fue expulsado del agua por un pez mucho más grande.
El fotógrafo Xiaoping Lin empleó disparos continuos de alta velocidad para capturar a la garceta asustada mientras se elevaba sobre las olas agitadas. La imagen resultante es la de una acción fugaz permanentemente congelada en una paleta de blancos y plateados. "Es como un poema”, expresa Lin.
De hecho, las garcetas han aparecido en la poesía china desde al menos el siglo XI a.C. Aparecen tres veces en la primera colección conocida de poesía china, el Shih ching; y desde entonces, durante los siglos posteriores los poetas compararon a estas aves con copos de nieve y escarcha, adoptándolas como símbolos de pureza y eternidad.
A pesar de esta reverencia, algunas especies de garcetas fueron cazadas hasta el borde de la extinción o desaparición local durante el siglo XIX, en busca de sus plumas de moda. Hoy en día, aunque la población de garcetas comunes es estable, especies como la garceta china (Egretta eulophotes) todavía luchan por recuperarse en medio de la continua pérdida de hábitat.
Foto: Xiaoping Lin.
Aurora boreal volcánica.
Un mes después de la erupción del volcán islandés “Geldingadalir”, había estado pensando mucho sobre si sería posible fotografiar la aurora sobre la erupción. Pensaba en ello como el santo grial en lo que a ver auroras boreales en Islandia se refiere; una captura única en la vida. Esa noche fue probablemente una de las últimas oportunidades que tendríamos antes de que las noches volvieran a ser demasiado brillantes para ver la Aurora. Si bien el pronóstico de nubes no pintaba bien, decidí ir a la erupción de todos modos y probar suerte. Alrededor de las 11 de la noche, las nubes no se movían mucho, así que decidí bajar de la montaña. Al sentarme mientras esperaba bajo el fuerte viento helado, mi temperatura corporal cayó en picado. Sin embargo, en el camino de vuelta, todo cambió. Las nubes comenzaron a abrirse, y de repente noté que la aurora bailaba débilmente arriba. Decidí dejar mi trípode y esperar a ver qué pasaba. Después de aproximadamente una hora, las luces de repente comenzaron a volverse muy activas. ¡No podía creer mi suerte! Capturé toma tras toma mientras solo miraba el espectáculo que se estaba desarrollando ante mí.
Foto: Jeroen Van Nieuwenhove.
Un mes después de la erupción del volcán islandés “Geldingadalir”, había estado pensando mucho sobre si sería posible fotografiar la aurora sobre la erupción. Pensaba en ello como el santo grial en lo que a ver auroras boreales en Islandia se refiere; una captura única en la vida. Esa noche fue probablemente una de las últimas oportunidades que tendríamos antes de que las noches volvieran a ser demasiado brillantes para ver la Aurora. Si bien el pronóstico de nubes no pintaba bien, decidí ir a la erupción de todos modos y probar suerte. Alrededor de las 11 de la noche, las nubes no se movían mucho, así que decidí bajar de la montaña. Al sentarme mientras esperaba bajo el fuerte viento helado, mi temperatura corporal cayó en picado. Sin embargo, en el camino de vuelta, todo cambió. Las nubes comenzaron a abrirse, y de repente noté que la aurora bailaba débilmente arriba. Decidí dejar mi trípode y esperar a ver qué pasaba. Después de aproximadamente una hora, las luces de repente comenzaron a volverse muy activas. ¡No podía creer mi suerte! Capturé toma tras toma mientras solo miraba el espectáculo que se estaba desarrollando ante mí.
Foto: Jeroen Van Nieuwenhove.
