Un río que salió mal.
A lo largo del río Tinto, en el oeste de España, las capas de sedimento multicolor se combinan con el agua roja como la sangre para producir un efecto de otro mundo. Pero la extraña coloración, que se muestra aquí en una foto de barro agrietado en la orilla del río, tiene orígenes familiares: la escorrentía de milenios de minería en los alrededores de Sierra Morena ha provocado una acidificación desenfrenada y niveles tóxicos de metales disueltos. La contaminación es tan extrema que la NASA ha utilizado el río y los microbios resistentes que lo llaman hogar como un indicador de las condiciones de vida en Marte.
Como era de esperar, el agua es inutilizable para las comunidades que viven cerca de ella, al menos por ahora. En 2016, una colaboración entre un equipo de investigadores españoles que estudiaron la mineralogía del río y un grupo de investigadores franceses que intentaron descontaminarlo hizo un descubrimiento importante. Cuando se purificó el agua, los sólidos sobrantes contenían una alta concentración de partículas microscópicas de aluminio, un producto valioso que se puede vender para compensar el costo de la descontaminación.
Foto: Juan Jesús González Ahumada.
A lo largo del río Tinto, en el oeste de España, las capas de sedimento multicolor se combinan con el agua roja como la sangre para producir un efecto de otro mundo. Pero la extraña coloración, que se muestra aquí en una foto de barro agrietado en la orilla del río, tiene orígenes familiares: la escorrentía de milenios de minería en los alrededores de Sierra Morena ha provocado una acidificación desenfrenada y niveles tóxicos de metales disueltos. La contaminación es tan extrema que la NASA ha utilizado el río y los microbios resistentes que lo llaman hogar como un indicador de las condiciones de vida en Marte.
Como era de esperar, el agua es inutilizable para las comunidades que viven cerca de ella, al menos por ahora. En 2016, una colaboración entre un equipo de investigadores españoles que estudiaron la mineralogía del río y un grupo de investigadores franceses que intentaron descontaminarlo hizo un descubrimiento importante. Cuando se purificó el agua, los sólidos sobrantes contenían una alta concentración de partículas microscópicas de aluminio, un producto valioso que se puede vender para compensar el costo de la descontaminación.
Foto: Juan Jesús González Ahumada.