Por fin he probado la V7III Stone. Concretamente esta:
Ha sido una hora por ciudad, autovía y carretera. He podido hacerme una idea bastante completa de cómo es la moto y de lo que me gusta y lo que no.
Antes que nada, no he podido averiguar si la unidad que he conducido estaba limitada o no. En el concesionario no han sabido decírmelo, la moto no tiene documentación definitiva todavía y en los listados de la tienda no constaba de forma clara. Es muy posible que lo estuviera porque me han dicho que todas las Stone vienen limitadas de fábrica, pero no lo saben.
Lo primero, la moto luce una instrumentación bastante completa a pesar de tener un solo reloj y no tener cuentavueltas. Viene con un pequeño ordenador de abordo e indicador de marcha engranada. Este último a baja velocidad no funciona muy bien, y la indicación oscila hasta quedar en la marcha definitiva. En carretera va mucho mejor. Los mandos tienen la distribución estándar, se ven de buena calidad y solo tienes la novedad del botón "mode" para cambiar las indicaciones del ordenador. El control de tracción tiene dos modos. Yo lo he llevado en todo momento en la posición 2, la más intrusiva y por supuesto no ha saltado en ningún momento, que yo sepa. Como detalle tonto, no me ha gustado el tapón de gasolina, mucho más feo que el de la versión II, más integrado en el depósito.
La posición de conducción es bastante erguida, para gente de más de 1,75 totalmente erguida, para mí (1,70) levemente inclinada. El manillar es ancho y no muy alto. Los pies van un poco adelantados, la postura es tirando a silla, sin las piernas muy encogidas. Es cómoda. El asiento es ancho y recoge bien el culo, pero poco mullido. No es especialmente duro, pero tampoco para grandes tiradas. La moto es baja, pero la anchura del asiento hace que las piernas queden abiertas. Yo llegaba al suelo con media planta apoyada cuando tocaba con los dos pies a la vez. En todo caso, la moto se maneja muy bien porque es muy ligera. Los cilindros no molestan en absoluto y yo no he notado nada de calor, pero lo cierto es que hoy hacía frío.
El motor me ha gustado mucho. Tira muy bien en toda la banda aprovechable, tiene buenos bajos y medios, y acelerar en ciudad para salir en los semáforos es un placer por la fuerza y por el sonido que emite, grave y de motor antiguo. Delicioso. El cambio está muy bien escalonado y la sexta permite rodar a 120 km/h sin ver el motor forzado y con una buena reserva para adelantar. No he podido pasar de 130 en las autovías de Barcelona por la cantidad de radares, pero en ningún momento he sentido la moto al límite a esas velocidades. Un crucero de 120 - 130 es totalmente factible y agradable. El motor vibra más a bajo y medio régimen que en altos. Es una vibración que no llega a ser desagradable pero sí notoria. Puede cansar un poco tras varias horas, dependiendo de la sensibilidad (yo es que vengo de un tetra y ahora lo noto más). Tiene el efecto giroscópico que hace que la moto se incline a la derecha al acelerar, pero no molesta. Me ha hecho reír.
De frenos está bien, gracias. En serio, la pinza Brembo cumple muy decentemente y la frenada es dosificable y potente. Ayuda que la moto es ligera. Esto es un acierto en este tipo de motos neoclásicas, que pecan mucho de frenos justos. No es el caso. Hay frenada para emergencias en ciudad y por carretera de sobras si no vas clavando horquilla. Me ha gustado.
Las suspensiones. Como me temía, es lo peor de la moto. La horquilla cumple sin florituras, por lo menos no se hunde demasiado en las frenadas, yo la he visto aceptable. Pero la suspensión trasera es muy, muy seca con todas las irregularidades y flanea en curvas yendo fuerte. No es lo suficientemente blanda a baja velocidad, ni lo suficientemente firme en altas. Me ha recordado muchísimo a mi antigua Sportster. Desde luego, desmerece el conjunto y hace la moto algo incómoda combinando las suspensiones con un asiento que no es lo suficientemente blando.
Ha sido la primera moto con cardan que he conducido. No he notado más diferencia que un pelín de brusquedad a baja velocidad, al dar gas. Por lo demás, a velocidades medias y altas no se nota. Diría que está bien resuelto y funciona bastante bien.
El cambio, a pesar de que no estaba rodado como me advirtió el comercial, no era especialmente duro. Era preciso y fácil de accionar excepto para encontrar el punto muerto, que solo se podía hacer desde primera. Desde segunda casi imposible. Un poco engorroso en ciudad, la verdad.
La moto por ciudad se maneja muy bien, nada que no hayáis leido. Tiene buen par y es muy ágil. Lo único, la anchura del manillar hace que no sea especialmente estrecha para pasar entre coches, pero nada exagerado. Yo veía perfectamente por los espejos, un poco cercanos, pero bien. Hacerla rugir saliendo de un semáforo es uno de sus placeres ocultos. Qué gozada. Atrae la antención por su sonido y por su estética.
En autovía, a velocidades entre 100 y 140 se desenvuelve bien. Tiene una buena recuperación en marchas largas, y la sexta me ha gustado, está bien escalonada. Lo erguido de la postura hace que te lo comas todo, pero era de esperar. No es un prodigio de comodidad por las suspensiones, el asiento y el aire. Le falta confort para más de 50 km por autopista.
En carretera es divertida. Retiene lo suficiente, puedes reducir sin problemas que el cardan no se bloquea (sin hacer el salvaje), e inclina solo con una insinuación, el contramanillar es sencillísimo con ese manillar ancho. Es ligerísima, sin llegar a la inestabilidad, pero yo necesito un periodo de adaptación viniendo de una moto pesada. Con un poco de práctica se puede ir muy rápido con ella en ratoneras. Y si mejoramos las suspensiones, entonces lo único que limitará será su ángulo de inclinación, que no es excesivo por los escapes.
Mis conclusiones
Me parece una máquina un poco desigual. Tiene un motor prometedor y clásico, con mucho atractivo, lleno, con un sonido que enamora. Frena bien. Tiene autonomía y potencia para ir lejos. Lo que la mata es el confort de marcha. Las suspensiones están muy por debajo del resto. El asiento no acompaña y las vibraciones agotan (lo sé por experiencia). La postura soporta mal la velocidad, pero eso lo asumimos en una naked. Lo que ocurre es que si lo sumamos al resto de incomodidades, no es una máquina amigable en rutas medias-largas. Hay que tocarla y pulir cosas (suspensiones y asiento, indispensable). Tampoco es una moto para ir en pareja. Es muy pequeña y el ya comentado confort de marcha haría mella hasta en el pasajero más curtido, a no ser para dar una vuelta corta.
Creo que es una motocicleta para recién llegados jóvenes y no para maduros de vuelta. O para alguien que en vez de comprarse un maxiscooter se la compre como segunda moto ciudadana. Yo no la recomiendo como moto de vuelta a no ser que se quiera para trayectos cortos. Le falta capacidad rutera, habría que modificarla bastante. Sería razonable gastarse 7.000 € en la moto, y usar 2 ó 3.000 € para mejorarla. Pero es que la Special se va ya a los 9.000. La Stone la tenéis en 7.500 €, pero es realmente austera.
Considero que no es mi moto. De hecho, cuando he cogido la XJR para volver a casa me he dado cuenta del motón que tengo y que va a ser muy complicado encontrar algo más ligero a la altura.
A vuestra disposición. Y ni falta que hace decir que
todo lo de arriba es exclusivamente mi opinión, y que si os interesa la moto la probéis, por supuesto. Es posible que vosotros la veáis muy diferente.