De 4 a 7 mil vueltas el sonido y respuesta de motor de la Estrella es alucinante....Sólido, sin fisuras....Y perfectamente asumible desde sexta marcha.
El escape se vuelve ronco, como un marino tras una noche de juerga, y el empuje es sencillamente espectacular.
Aún así todo es armonía sin estridencias y en ningún momento te sientes sobrepasado.
Eso sí, al llegar a las 7.000 rpm el tacómetro ya está en la cifra mágica de los 200.
A partir de ahí, el motor no desfallece, pero el buen juicio aconseja no insistir.
Aunque --como se dice--, ¡¡poder, se puede!!
Desde luego, en mi moto al menos, aparte del rugido fabuloso del escape, y el natural del motor, ningún otro ruido se oye.
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