andriusos
Curveando
19-11-2022, Sábado, El Marsa-Dakhla
Desayunamos como si fuésemos a pasar todo el día en el desierto...¡Como Bereberes!
Repostaje en el centro de El Marsa donde coincidimos también repostando con el policía motorizado que nos dio paso libre a la ciudad la tarde anterior. Charla de motos, como no podía ser de otra manera, él lleva su Kawasaki Versis de la policía.
Pues mas desierto. kilómetros y kilómetros. podrá parecer aburrido, pero no veáis como lo echo de menos ahora desde mi escritorio...
La línea de costa sigue invisible a causa del acantilado continuo. Así, el cielo y el mar se funden sin solución de continuidad en una línea borrosa de azul. Cielo cubierto y mucho viento. Controles. que a donde vamos, y siempre les contesto señalando el rutómetro que miran con interés.
Con buena carretera llegamos a Cabo Bojador, la última población importante en muchos kilómetros.
repostaje y cafelito.
Desierto cada vez mas desierto...aunque desvirtuado por una línea de alta tensión paralela a la carretera.
Las cunetas están llenas de piltrafas de neumático...
La respuesta mas adelante: un camión acaba de reventar una rueda y la están cambiando en la cuneta. Aquí las ruedas no se cambian, se espera a que revienten y se pone otra, me imagino que igual de vieja.
rezo.
Repostaje fallido en Etchoucan? por que muchos pueblos no tienen cartel, ni siquiera en árabe. las carreteras tampoco tienen indicadores de en cual te encuentras, aunque en este caso huelga, ya que no hay otra. la gasolinera esta un poco ruinosa y cuatro casas que hay en las cercanías no nos dan la sensación de ser pueblo, así que continuamos. por el rabillo del ojo veo un minarete y esto me confirma que sí lo era, pero mi hermano ya va adelantado y lo dejo estar por no volver atrás.
Bares super cutres de carretera en medio de la nada con camiones parados y solo aptos para conductores con flora y fauna intestinal autóctona...
¡Una gasolinera! uf, ya nos hacia falta...pero está abandonada...mas kilómetros....
¿Otra gasolinera? y esta parece nueva! tan nueva que todavía no tiene los surtidores, vaya por Dios.
hacemos un cálculo de combustible, y a las malas, con las benditas petacas llegaríamos sin problemas, aunque sea farragoso tener que extraerlas del equipaje, así que continuamos pero moderando la velocidad para optimizar el consumo y estirar el depósito...
Por fin encontramos una numerosa manada de camellos a pie de carretera. Ahora si. Unas fotos a los animales y cuando vamos a arrancar me percato que en el guardarrail opuesto hay uno reventado. por pudor hacia el animal evito fotografiarlo, pero también pienso en el que se pegara el camellazo...cuidadín.
por fin llegamos al esperado cruce hacia Dakla...o hacia el premio final, El Argoub y el trópico de Cancer.
afortunadamente mi hermano es esta vez el sensato y lo dejaremos para mañana, que hoy, entre ir y volver sería una paliza. lento control en la rotonda. esta vez la policía se hace querer y nos juntamos con cuatro motos de campo francesas y un conductor senegalés de "Mallorca" con los que charlamos a la espera del trámite. El policía joven recogiendo pasaportes y el veterano examinándolos en el interior del coche de la gendarmería a cubierto del fuerte viento y la arena.
Por fin, el joven nos devuelve la documentación, y ponemos buen cuidado en revisar que nos devuelve la nuestra, a ver si con la aglomeración me da los papeles de algún franchute y la liamos. además esta vez nos han requerido el cartoncillo de importación de la aduana. Si nos dan el de otro vehículo, la moto no sale del país. El policía, por ultimo nos recomienda prudencia por el fuerte viento que vamos a encontrar mas adelante...¿mas viento?
Pues si. Viento huracanado en el acceso a la peninsula de Dakhla.
Para entenderlo hay que ver su ubicación. La penísula de dakhla es un fino y largo dedo de arena de 40 km de largo y apenas dos de ancho, con orientación NNW y paralelo a la costa. el fuerte viento del atlántico es encauzado en este corredor y acelerado como en un venturi, por lo que en su unión al continente el viento sopla con autentica rabia amenazando vidas y bienes.
Pero también es de una increible belleza. kilómetros y kilómetros de dorada arena de playa en una extensión sin límite...pero hay que ir bién agarrado al manillar, el cruce con el rebufo de cualquier vehiculo supone como el recibir el collejón de un gigante y el casco casi se te pone del revés...
seguramente la denominación española com Rio de Oro provenga con la similitud de esta interminable península de arena que se introduce el el mar como si un río de oro se tratase.
Paraiso de winsurfista y kitesurfistas, el arranque de la península está repleto de albergues playeros.
a poco del control encontramos una moderna gasolinera...y en servicio!
Yo llevo trescientos kilómetros en el marcador y sin meter la reserva, que llego a pensar si se habrá estropeado, pero no, ha sido gracias al viento en cola.
Recorremos la interminable península hasta llegar a Villa Cisneros, una ciudad construida a lo largo de la pista de aterrizaje de su aeropuerto. Eso sí, mas vale que coincida la dirección del viento con el rumbo de la pista por que si no los aterrizajes ahí deben ser de infarto.
Intento localizar un hotel seleccionado previamente en maps junto a la iglesia católica, pero nie l uno ni el otro aparecen, luego veríamos que el google los tenía mal ubicados, que nada es infalible.
se nos acaba la larguísima pista de aterrizaje y nos topamos con un hotel, evidentemente de lujo, en el que la recepcionista da una entusiasta bienvenida a "los motoristas" pero cuando somos informado de las tarifas, "los motoristas" salen quemando rueda del establecimiento, que además serán dos noches.
Probamos con el segundo establecimiento de mi rutómetro, siempre llevo alguno mas en la recámara, y éste si reune las condiciones óptimas y es mucho mas céntrico. dispone hasta de garaje. un cuarto lleno de escombros con un estrecho carril despejado en el que con dificultad cabrían las dos motos alineadas.
Preferimos dejarlas en la acera junto a la puerta del hotel. Ya estamos seguros de que no les va a pasar nada. y es que, como dice mi hermano, con todos los controles de policía que hay y la absoluta ausencia de motos grandes, sería imposible ir con una moto robada a ninguna parte, por no hablar de la honradez que se percibe en el ambiente y en la gente.
Buena habitación y recepcionista también simpática a mucho mejor precio.
Ya toca hacer colada, y como vamos a estar dos días aquí convertimos la habitación en un tendedero de gayumbos y calcetines por doquier. con la brisilla local se secará en un instante.
Paseo por el centro. Es una ciudad moderna colorida alegre y bulliciosa y con chicas con el pelo suelto...y tapado también, pero se respira alegría. Andando andando, llegamos ante la iglesia católica de Nuestra Señora del Carmen.
Siento el impulso de penetrar en el templo para dar gracias por haber llevado a buen termino el viaje y, ¡oh, milagro! arrastro a mi hermano conmigo.
Apenas hay cuatro feligreses y un cura negro está celebrando la misa ¡cantada en francés! buena voz y magnífica acustica en el otrora templo español. llegada la hora de la comunión no puedo resistir el impulso y comulgo, cosa que no hacía desde...¡la primera comunión! seguramente. seguramente tendría que haberme confesado antes, pero no creo que mis cuatro pecadillos puedan constituir una ofensa para nadie. se que he hecho lo correcto y doy gracias a Dios por toda mi vida.
Mi hermano se ha portado y esto merece una cena por todo lo alto. Localizamos un restaurante de pescado, pues que mejor se podría comer en el principal puerto pesquero de la costa atlántica.
No nos equivocamos y nos ponen una fuentes de pescado fresquísimo, como no recordaba, que nos quitan el hipo...y todo a precio de Burger-King, increíble.
Nos retiramos a descansar aunque yo no me resista a un último paseo nocturno por la iluminada ciudad.
Mañana es el gran día.
(continuará)
Saludos
Andrés
Desayunamos como si fuésemos a pasar todo el día en el desierto...¡Como Bereberes!
Repostaje en el centro de El Marsa donde coincidimos también repostando con el policía motorizado que nos dio paso libre a la ciudad la tarde anterior. Charla de motos, como no podía ser de otra manera, él lleva su Kawasaki Versis de la policía.
Pues mas desierto. kilómetros y kilómetros. podrá parecer aburrido, pero no veáis como lo echo de menos ahora desde mi escritorio...
La línea de costa sigue invisible a causa del acantilado continuo. Así, el cielo y el mar se funden sin solución de continuidad en una línea borrosa de azul. Cielo cubierto y mucho viento. Controles. que a donde vamos, y siempre les contesto señalando el rutómetro que miran con interés.
Con buena carretera llegamos a Cabo Bojador, la última población importante en muchos kilómetros.
repostaje y cafelito.
Desierto cada vez mas desierto...aunque desvirtuado por una línea de alta tensión paralela a la carretera.
Las cunetas están llenas de piltrafas de neumático...
La respuesta mas adelante: un camión acaba de reventar una rueda y la están cambiando en la cuneta. Aquí las ruedas no se cambian, se espera a que revienten y se pone otra, me imagino que igual de vieja.
rezo.
Repostaje fallido en Etchoucan? por que muchos pueblos no tienen cartel, ni siquiera en árabe. las carreteras tampoco tienen indicadores de en cual te encuentras, aunque en este caso huelga, ya que no hay otra. la gasolinera esta un poco ruinosa y cuatro casas que hay en las cercanías no nos dan la sensación de ser pueblo, así que continuamos. por el rabillo del ojo veo un minarete y esto me confirma que sí lo era, pero mi hermano ya va adelantado y lo dejo estar por no volver atrás.
Bares super cutres de carretera en medio de la nada con camiones parados y solo aptos para conductores con flora y fauna intestinal autóctona...
¡Una gasolinera! uf, ya nos hacia falta...pero está abandonada...mas kilómetros....
¿Otra gasolinera? y esta parece nueva! tan nueva que todavía no tiene los surtidores, vaya por Dios.
hacemos un cálculo de combustible, y a las malas, con las benditas petacas llegaríamos sin problemas, aunque sea farragoso tener que extraerlas del equipaje, así que continuamos pero moderando la velocidad para optimizar el consumo y estirar el depósito...
Por fin encontramos una numerosa manada de camellos a pie de carretera. Ahora si. Unas fotos a los animales y cuando vamos a arrancar me percato que en el guardarrail opuesto hay uno reventado. por pudor hacia el animal evito fotografiarlo, pero también pienso en el que se pegara el camellazo...cuidadín.
por fin llegamos al esperado cruce hacia Dakla...o hacia el premio final, El Argoub y el trópico de Cancer.
afortunadamente mi hermano es esta vez el sensato y lo dejaremos para mañana, que hoy, entre ir y volver sería una paliza. lento control en la rotonda. esta vez la policía se hace querer y nos juntamos con cuatro motos de campo francesas y un conductor senegalés de "Mallorca" con los que charlamos a la espera del trámite. El policía joven recogiendo pasaportes y el veterano examinándolos en el interior del coche de la gendarmería a cubierto del fuerte viento y la arena.
Por fin, el joven nos devuelve la documentación, y ponemos buen cuidado en revisar que nos devuelve la nuestra, a ver si con la aglomeración me da los papeles de algún franchute y la liamos. además esta vez nos han requerido el cartoncillo de importación de la aduana. Si nos dan el de otro vehículo, la moto no sale del país. El policía, por ultimo nos recomienda prudencia por el fuerte viento que vamos a encontrar mas adelante...¿mas viento?
Pues si. Viento huracanado en el acceso a la peninsula de Dakhla.
Para entenderlo hay que ver su ubicación. La penísula de dakhla es un fino y largo dedo de arena de 40 km de largo y apenas dos de ancho, con orientación NNW y paralelo a la costa. el fuerte viento del atlántico es encauzado en este corredor y acelerado como en un venturi, por lo que en su unión al continente el viento sopla con autentica rabia amenazando vidas y bienes.
Pero también es de una increible belleza. kilómetros y kilómetros de dorada arena de playa en una extensión sin límite...pero hay que ir bién agarrado al manillar, el cruce con el rebufo de cualquier vehiculo supone como el recibir el collejón de un gigante y el casco casi se te pone del revés...
seguramente la denominación española com Rio de Oro provenga con la similitud de esta interminable península de arena que se introduce el el mar como si un río de oro se tratase.
Paraiso de winsurfista y kitesurfistas, el arranque de la península está repleto de albergues playeros.
a poco del control encontramos una moderna gasolinera...y en servicio!
Yo llevo trescientos kilómetros en el marcador y sin meter la reserva, que llego a pensar si se habrá estropeado, pero no, ha sido gracias al viento en cola.
Recorremos la interminable península hasta llegar a Villa Cisneros, una ciudad construida a lo largo de la pista de aterrizaje de su aeropuerto. Eso sí, mas vale que coincida la dirección del viento con el rumbo de la pista por que si no los aterrizajes ahí deben ser de infarto.
Intento localizar un hotel seleccionado previamente en maps junto a la iglesia católica, pero nie l uno ni el otro aparecen, luego veríamos que el google los tenía mal ubicados, que nada es infalible.
se nos acaba la larguísima pista de aterrizaje y nos topamos con un hotel, evidentemente de lujo, en el que la recepcionista da una entusiasta bienvenida a "los motoristas" pero cuando somos informado de las tarifas, "los motoristas" salen quemando rueda del establecimiento, que además serán dos noches.
Probamos con el segundo establecimiento de mi rutómetro, siempre llevo alguno mas en la recámara, y éste si reune las condiciones óptimas y es mucho mas céntrico. dispone hasta de garaje. un cuarto lleno de escombros con un estrecho carril despejado en el que con dificultad cabrían las dos motos alineadas.
Preferimos dejarlas en la acera junto a la puerta del hotel. Ya estamos seguros de que no les va a pasar nada. y es que, como dice mi hermano, con todos los controles de policía que hay y la absoluta ausencia de motos grandes, sería imposible ir con una moto robada a ninguna parte, por no hablar de la honradez que se percibe en el ambiente y en la gente.
Buena habitación y recepcionista también simpática a mucho mejor precio.
Ya toca hacer colada, y como vamos a estar dos días aquí convertimos la habitación en un tendedero de gayumbos y calcetines por doquier. con la brisilla local se secará en un instante.
Paseo por el centro. Es una ciudad moderna colorida alegre y bulliciosa y con chicas con el pelo suelto...y tapado también, pero se respira alegría. Andando andando, llegamos ante la iglesia católica de Nuestra Señora del Carmen.
Siento el impulso de penetrar en el templo para dar gracias por haber llevado a buen termino el viaje y, ¡oh, milagro! arrastro a mi hermano conmigo.
Apenas hay cuatro feligreses y un cura negro está celebrando la misa ¡cantada en francés! buena voz y magnífica acustica en el otrora templo español. llegada la hora de la comunión no puedo resistir el impulso y comulgo, cosa que no hacía desde...¡la primera comunión! seguramente. seguramente tendría que haberme confesado antes, pero no creo que mis cuatro pecadillos puedan constituir una ofensa para nadie. se que he hecho lo correcto y doy gracias a Dios por toda mi vida.
Mi hermano se ha portado y esto merece una cena por todo lo alto. Localizamos un restaurante de pescado, pues que mejor se podría comer en el principal puerto pesquero de la costa atlántica.
No nos equivocamos y nos ponen una fuentes de pescado fresquísimo, como no recordaba, que nos quitan el hipo...y todo a precio de Burger-King, increíble.
Nos retiramos a descansar aunque yo no me resista a un último paseo nocturno por la iluminada ciudad.
Mañana es el gran día.
(continuará)
Saludos
Andrés