Adiós a España
26 de Mayo, 2014
Adiós a España
No ha sido fácil la decisión de dejar España y extender mi ruta a otros lugares de Europa, pues la verdad es que tanto el país como su gente me han hecho sentir en casa desde el primer momento. La Motorka se encuentra comodísima en su casa aquí en Barcelona con los amigos de IMTBike, que también me ha quedado cómodo pues puedo venir casi cada mes a darnos una vueltecita en ella, pero es hora de marcharnos a disfrutar y conocer otros sitios. El plan maestro es cruzar por el sur de Francia, subir hacia los Alpes Marítimos y Aosta, para terminar el Milán por ahí de Junio, y pasar unos doce meses en Italia, país que no conozco excepto por Roma, Venecia y Milán, pero en este par de días solamente llegaré hasta Cannes, donde se quedará hospedada la Motorka hasta que pueda regresar por ella.
Me quedaron muchas partes de España por visitar y tengo la intención de regresar, probablemente en un par de años y combinar Galicia y Portugal. El tiempo ya dirá.
Tiene ya exactamente un año y medio que llegamos a España entrando precisamente por aquí, y nos vamos por el mismo lugar. Este viaje constará de un par de días muy largos (como de costumbre) pues volaré a Barcelona temprano, llegaré a mediodía y planeo salir finalmente con la moto a eso de las 4-5pm como en veces anteriores. La ruta ya está trazada y los hotelitos reservados, me sigo resistiendo al viajar a la aventura pues no quiero repetir la experiencia de pasar frío, hambre y nervios estando exhausto buscando un lugar decente y con parking donde pasar la noche.
Al Pirineo
El vuelo pasa sin contratiempo alguno y logro recuperar algo de sueño, que con dos críos en casa siempre es bienvenido. Tomo el tren del aeropuerto a la estación de Sants y camino la cuadra y media que hay de ahí a la oficina de IMTBike, donde Rubén ya ha preparado a la Motorka que luce flamante, y porta ahora el top case Givi Maxia E52 (que le compré al compañero forero
mototrumpet) así que se acabaron los problemas de espacio.
Despedida de nuestros amigos de IMTBike, sin cuya ayuda esto hubiera sido mucho más complicado
Como ya es normal, me tardo una eternidad en salir de la ciudad por el tráfico vespertino y me voy directo a los túneles de la C-16; esto de andar en ciudades grandes es lo más irritante para mí en la moto, aunque a veces no hay de otra mas que entrarle a lo barrido.
Por fin llego a las afueras de la ciudad y a la estación de cuota y me paro brevemente a quitarme el guante derecho para tomar el dinero y pagar, y al otro lado a mi derecha veo unos Mossos que han parado a una moto, me tengo que detener a ponerme los guantes, y mientras hago esto veo por el retrovisor que uno de ellos se dirige hacia mí… Joder! Qué habré hecho!? El oficial se me acerca con sonrisa de político y justo cuando espero que me pida los documentos, me saluda y me chulea la moto, diciéndome que tiene una igual, ahá! Visita social! Que alivio. Nos pasamos unos minutos conversando de las motos y de mi viaje, se toma un par de fotos con la placa de Dubai. Es de lo más amable y al despedirnos con efusivo saludo continuo el camino.
Ya en la autovía moto y yo estamos en nuestro elemento. El tráfico es algo denso por las inmediaciones de la urbe pues es la hora de regreso a casa de miles de gentes que viven fuera pero esto no dura mucho. Por el momento el clima ha decidido cooperar, aunque ya se ven nubarrones muy grandes hacia las montañas.
El paraje del norte de Cataluña es precioso
He decidido irme por una ruta menos directa, en lugar de irme por la C-16 (Terrassa, Berga) me voy por la C-17 via Ripoll, pues quiero llegar a Puigcerdà por la N-260 que va por la montaña.
Rodeo la ciudad de Vic, que me gustaría visitar algún día, y continúo hacia Ripoll. Se nota de inmediato el cambio de clima con la elevación, y me detengo a ponerle el forro a la chaqueta, dejando el impermeable listo en el top en caso de que se requiera (como si fuera posible pararse a media carretera a ponérmelo!). La ciudad es mas bien pequeña pero con bonito ambiente montañés, me cae algo de lluvia pero nada dramático, el camino ha estado generalmente húmedo y con algunos tramos mojados pero la tracción es buena. Aquí veo la única moto en todo el trayecto, aparentemente un alemán que se ha detenido a estirar las piernas un poco, se me ocurre pararme a saludar pero no tengo tiempo (como siempre) pues andar por las faldas del Pirineo solo y de noche no se me hace prudente.
Después de una breve parada a repostar combustible continúo hacia la N-260, que de inmediato me presenta con muy bonitas curvas y un espléndido panorama, con el extra de que hay CERO tráfico y durante el trayecto no me topo con absolutamente nadie, ni autos, ni motos, ni camiones, ni burros. No suelo ser pesimista pero me pasa por la cabeza que si me llegara a caer de fea manera quizás aquí me quede tirado, pues estaría muy difícil que alguien me viera y me pudiera ayudar, pero para eso está el SPOT, asumiendo que esté yo consciente para activarlo, por supuesto.
Esta carretera me presenta con unas vistas fenomenales de los valles bajos, y las montañas por doquier, no hace frío a pesar de la elevación y de que ya es algo tarde pues el sol aún se encuentra alto sobre el horizonte, y me divierto como un enano en estas curvitas, con el pavimento en bue estado y seco.
Hermosos parajes sobre la N-260
El trayecto no es muy largo y pronto ya me encuentro bajando hacia Queixans, todo esto bordeando ya la frontera francesa. Esta última hora ha sido fantástica, no hay mucho que se compare a lo que estoy disfrutando en lo que a disfrutar la moto se refiere y todo en absoluta soledad, oyendo toda mi colección de música por los auriculares del intercom SRC del casco, conectado al iPhone. Debo de confesar que no me hace falta nadie en el camino y mucho menos un grupo de motos, soy dueño absoluto de mi tiempo, de mi ritmo, y de mis pensamientos. Lo último que querría es tener que seguirle el paso a alguien que vaya más rápido que yo, que es lo más probable.
Llego por fin a Puigcerdà exactamente a las 22:00, que es más tarde de lo que tenía previsto pero aún hay buena luz y eso de da mucho gusto, pues ya estoy cansado y no me gusta andar en la moto a oscuras y mucho menos en terreno desconocido.
Al entrar a la ciudad llego a una rotonda donde hay un par de vehículos de policía con varios agentes, quien sabe qué clase de inspección estén realizando, pero cuando paso me ignoran. Hoy es quizás el día donde más “contacto” he tenido con la policía en todo mi viaje, aparte de las veces que me he detenido a pedir direcciones. Nunca me han molestado y la verdad prefiero que la relación siga así pues caer en cuestiones legales seguramente me arruinaría el dia de viaje.
Sigo un par de kilómetros hacia el sureste y llego fácilmente a “Cal Marrufès”, la casa rural donde he reservado habitación para esta noche, ya no veo la hora de quitarme el casco y la armadura ye ir a comer algo en el restaurant. Se supone que es el pueblo de
Age pero en realidad es mas bien un caserío, con puras casas enormes de piedra que obviamente son viejísimas. Algunas de ellas parecen ser casas de campo o de fin de semana, me imagino que de gente de Barcelona, pues me han dicho que desde hace un par de siglos la gente “pudiente” de Barcelona viene aquí a Puigcerdà huyendo del calor y la humedad veraniegos.
Aparco la moto afuera junto a la entrada y me dirijo a la recepción, la propiedad es preciosa y muy bien atendida, con un aire rústico y moderno a la vez que le da a uno un sentimiento muy acogedor. No hay ni un alma, y al llegar al mostrador de recepción me encuentro con una nota de bienvenida, mi llave, y una nota con un número de teléfono móvil en caso de urgencia. Todo está abierto, sin llave, y… absolutamente desierto.
Esta es la vista desde mi habitación. Espero que esas nubes no estén mañana.
El "Parking" de hoy
Llego a mi habitación y está preciosa, calientita y lista. Contrario a lo que decía la página web donde reservé, no hay ningún restaurante y tendré que ir a la ciudad en la moto si es que quiero comer algo, pero después de un baño caliente y ya oscuro y con algo de frío prefiero cenarme un whisky escocés a tener que volver a ponerme el ajuar para salir en la moto, aparte del cansancio por supuesto. Decido quedarme y madrugar, traigo un bocadillo por aquí y con un poco de suerte podré desayunar algo aunque lo dudo, pues quiero salir a eso de las siete y no creo que vaya a haber signos de vida por aquí hasta mucho después.
Mañana me espera un día muy largo de unos 500kms, igual que cuando me fuí de Mondragón (País Vasco) a Teruel, pero en esa ocasión fue todo por autopista y ahora la vasta mayoría será en carreteras secundarias, con solo 95 kms. de autopista de Montpellier a Avignon. Debo de admitir que estoy bastante emocionado con el recorrido de mañana pues aparte de que me encanta Francia, que conozco bastante, he pasado horas y horas planeando. Aparte, el cruzar los Pirineos deberá de ser una experiencia maravillosa.
Dejo todo preparado y me quedo dormido en cuestión de segundos, como supongo debe de ser cuando uno amanece en Dubai y el mismo dia se acuesta a dormir al pie de los Pirineos.
Esta ha sido la ruta del primer día, terminando en Puigcerdà.
El sitio web de la casa es
Cal Marrufès - Inicio