Después de 5000 Kms por los Alpes, ya puedo valorar con más criterio varios aspectos de la moto. Todo ha ido estupendamente, y no puedo aportar nada que no se haya dicho ya.
Solamente diré un par de cosas sobre la pantalla TFT, la novedad más polémica de esta moto: a mi me ha funcionado perfectamente todos los días. Conectividad perfecta (solamente se ha colgado una vez en todo el viaje, y se reconectó sola al cabo de poco), y fiablidad del GPS al 100%. Incluso cuando la carretera estaba en obras, enseguida podía buscar alternativas y seguir rodando.
Me he acostumbrado rápido al manejo de menús y a cambiar los paneles a derecha e izquierda, saltar waypoints, utilizar el zoom, recalcular rutas... todo perfecto. Solamente hay una cosa que realmente creo que está mal resuelta: al depender los mapas de la cobertura, uno puede tener problemas al entrar en un túnel, ya que la cobertura se pierde y no vuelve hasta que se sale del mismo. Esto me comportó un pequeño inconveniente un par de veces, al tener que tomar una decisión sobre qué carretera tomar justo al salir del túnel y no saber bien por donde tirar.
Es cierto que no me interesa la música en el casco y que no he recibido llamadas, por lo que los inconvenientes de los que quieren conectividad total, no los he podido tener.
Otro tema: la pantalla. Salí con la Sport y no me arrepiento de ello. En autopista cubre de manera decente (pude ir a velocidades altas en las Autobahn sin problema) y lo poquísimo que llovió lo solventó protegiendo bastante bien. Ahora ya no puedo ver la moto con otra pantalla, o sea que creo que si en invierno no pongo la alta por temas de frío, seguramente la acabaré poniendo a la venta.
Esta moto es de primera, por más que leo a algunos que "no vale la pena comprarla por las novedades que trae". Quien tenga una ahora y venga de una RT antigua (la 2018 en mi caso) sabrá de lo que hablo ?