En mi humilde opinión, creo si hablamos de honestidad, BMW está muy por encima de las otras marcas. Ducati lanza la Desert X metiéndola en el desierto y en un circuito de motocross, con un par. Yamaha (aunque sea indirectamente) nos enseña lo que puede hacer una T7 en manos de Pol "Globetrotter". Honda hace lo mismo con su Africa Twin y Kirian Mirabet con las maletas esas que le han tenido que atornillar (real) para no perderlas en cada machada. KTM con Chris Birch, Adam Riemann o Greg Gordinne, otro crack. Harley con la Panamérica y Joan Pedrero (con quien me crucé con mi GS en el track del 1000 Dunas hace unas semanas y hablamos un rato mientras esperaba a que su Harley dejase de hacer la cafetera para retirarse de la carrera y llevarla a sus mecánicos....). Triumph con Iván Cervantes y su Tiger 900 Rally pro a la que le tuvieron que cambiar la suspensión trasera en unas pruebas en Aragón por una de verdad, porque la reventaba en una rodada.... y así podría seguir.
Todas esas marca nos venden que, con sus motos, podremos ser como ellos, pilotos pro... y es una buena estrategia de marketing, ojo, de las que entran por el corazón, especialmente si se acompaña de una buena política de precios (T7, por ejemplo), pero es una mentira como una catedral. BMW nos dice que una GS es una moto de aventura, es decir, va bien por carretera, va bien por el campo y por cualquier lado, con sus limitaciones. Y no hay mucho más. Y a partir de aquí, y este es el debate eterno que no esperaba encontrar en un foro de GS, 90% indio, 10% flecha. Esto es así con cualquier moto, en cualquier terreno. Es que no hay más. Ni horquillas, ni telelever, ni cardan, ni cadena, ni quickshifter, ni electrónica, ni gloria bendita. Y el indio mejora a base de horas, de aprender de otros, de cometer errores, meterse en liadas, de castaña tras castaña (en campo duelen bastante menos que en carretera) y de salir a rodar, con lo que tenga, sin ponerse excusas sobre el material, etc. Imagino que a todo nos ha pasado o nos pasa en algún momento... pero es un error. La limitación por tanto está en lo que uno está dispuesto a asumir en términos de costes de daños en la moto, posibles lesiones, etc. Si salir a rodar en moto por el monte es tu zanahoria, la mayoría son costes asumibles y siempre se pueden graduar.
Yo hago cada año unos 2.000 km de enduro (KTM) y otros 7.000km de offroad con la GS . En su mayor parte, con la BMW, tracks tipo TET (Trans Euro Trail) que están pensados para trails ligeras o muy ligeras.... y la moto puede con todo. He ido a Marruecos varas veces con la GS, siempre off, y la moto puede con todo aunque se le atraganta la arena, el fesh fesh, el barro botijero y ya no digo nada de dunas, etc. Para eso, una mierda. ¿Pero para lo demás? es una moto tremendamente capaz y las suspensiones, pues bueno, requieren una adaptación y entender cómo funcionan. Como todas. Y hornada de GS tras hornada de GS, mejoran, especialmente en campo. Y como decía en otro post, y ya acabo, vuelvo de donde sea, le pego una lavada, le engancho una maleta y me voy a trabajar tan feliz con ella. Con la misma moto. Mis amigos con sus KTM 890 Rally (suspensiones cone valve) no las tocan en ciudad porque apenas llegan al suelo (ninguno de ellos mide menos de metro ochenta, ojo) y porque es una moto incómoda de narices. Si te puedes permitir tener una moto diferente para cada cosa, pues entonces no hay nada que decir, pero si no es así... la GS tiene la receta mágica.
Madre mía que chapas me salen. Disculpad!!