Pues yo no entiendo mucho la performance esta de mis paisanos, un bar tiene derecho de admisión y eres tu quien pone las normas.
Si vienen cuatro y te piden un menú para compartir y cuatro cubiertos o una jarra de agua del grifo y cuatro vasos con decirles que no tienes suficiente y si se ponen tontos pues con tú derecho de admisión los echas.
Y no hay más, yo trabajé en su día de camarero y me tocó alguna vez coger de una oreja a uno y echarlo.
Pues imagínate las experiencias que podría relatar yo después de 42 años con el restaurante de mis padres, con 14 añitos, (iba a decir de pekeño, pero ya era igual de pekeño que ahora jaja) los fines de semana, me bajaba al bar/restaurante a las horas del café y las partidas, para que mi padre pudiera descansar un poco, el abría y cerraba el local, y yo iba a mediodía cuando no tenia cole (findes y vacaciones) y cuando ya tuve el carnet, también todas las noches a recogerle porque no tenia coche y vivíamos a 4 paradas de autobús, aunque estuviera con los amigos, era igual, a las once, les preguntaba ¿por donde vais a andar? (No había móviles) me decían dos o tres sitios, me iba ayudaba a cerrar y a recoger, y llevaba a mi padre a casa, y luego si había corrobla, ya les pillaba por el camino jeje.
Para que os hagáis una idea de como mi padre nos enseñaba a tratar a los clientes, (en general) cuando había mucho trabajo, los domingos a mediodía a la hora del vermut sobre todo, yo me metía en la barra, porque tengo los brazos cortos para servir en mesa, y me tenia que echar muy encima para servir, y eso era poco profesional. En la barra era el rey (o el principito, según se mire jeje), bien, pues si algún cliente me pedia un botellín, y alguna vez se me escapaba “OTRO BOTELLIN??” El cogotazo como estuviera mi padre por allí, era seguro, me decía
“como que otro botellin??, a quien le interesa los botellines que lleva este señor, la pregunta correctaes, “
UN BOTELLIN??”
Y a servir, con abundante aperitivo” no recuerdo nunca una hora del vermut, sin que tuviéramos muchas prisas en la barra jehe
Mi padre se jubilo y traspaso el bar a algunos trabajadores, que hoy en dia creo que siguen con el, aunque no voy desde antes del covid, pues llevando ya unos años jubilado, cuando falleció, tuvieron que cortar la carretera que pasa por mi pueblo y que lleva al cementerio (la nacional 501 carretera de los pantanos) y sus amigos y clientes se fueron turnando para llevar la caja a hombros, aun siento un orgullo especial de recordar esto, y la muchísima gente que asistió y le respetaba, en mi casa siempre había un invitado solitario en navidad, o se llevaban la cena gente que no podía o tenia un mal momento, algunos que luego tuvieron mucho renombre, como futbolistas o empresarios, sin tener “no se que kitchen.org” nunca se lo decíamos a nadie, ni lo que se había preparado para regalar, ni quien se lo llevaba, a riesgo de llevarnos un revés en los morros si se nos escapaba, en la crisis de últimos de los 70 primeros de los 80, la gente lo pasaba apurada, y no había tantas ayudas o pagas mínimas.
Como comprenderéis, también asistí a todo lo contrario, gente deslenguada, mal educada, y mucho geta desagradecido, nunca salió un reproche de la boca de mi padre delante de mi, y creo que ese fue el secreto de su éxito, su silencio, su contención, y su eterna sonrisa en los labios con la que obsequiaba a todo el mundo por igual, fuera Mario Conde, o un peón de albañil de la obra de enfrente (incluso este ultimo, quizás gozara de mas simpatías de mi padre, no lo se, nunca se decantó jeje)
En fin, otro post de abuelo cebolleta, perdonad, estoy mayor y quizás un poco senil ya jeje
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