Rey de la colina.
Al regresar de una cacería nocturna con las manos vacías, un macho alfa de dingo costero observa el mar sonbre la cima de una duna. Afirmando su dominio, mantiene la cabeza en alto y camina suavemente hacia adelante mientras sale el sol. Impertérrito, descansará antes de salir una vez más a buscar comida para la manada.
Foto: Lucca Amorim/.
Al regresar de una cacería nocturna con las manos vacías, un macho alfa de dingo costero observa el mar sonbre la cima de una duna. Afirmando su dominio, mantiene la cabeza en alto y camina suavemente hacia adelante mientras sale el sol. Impertérrito, descansará antes de salir una vez más a buscar comida para la manada.
Foto: Lucca Amorim/.
Lluvia de estrellas.
Las rugientes cataratas Pelverata se precipitan desde el escarpe iluminado por la luna mientras el núcleo galáctico de la Vía Láctea se eleva sobre el área recreativa natural Snug Tiers, Tasmania.
Foto: Luke Tscharke.
Las rugientes cataratas Pelverata se precipitan desde el escarpe iluminado por la luna mientras el núcleo galáctico de la Vía Láctea se eleva sobre el área recreativa natural Snug Tiers, Tasmania.
Foto: Luke Tscharke.
El cráter de la perla.
En esta imagen obtenida por la cámara estéreo de alta resolución de la misión Mars Express de la ESA podemos apreciar un cráter de impacto sin nombre ubicado en Vastitas Borealis, una amplia llanura que cubre gran parte de las latitudes más septentrionales de Marte y envuelve la región polar del norte del planeta rojo.
Este cráter, con 35 kilómetros de ancho y una profundidad máxima de 2 kilómetros, es uno de los tantos que se pueden encontrar en la llanura de Vastitas Borealis, de la cual los científicos creen que algunas de sus zonas podrían haber recogido las aguas de un océano hoy extinto.
El parche circular de material brillante ubicado en el centro del cráter, el cual le otorga el aspecto de una perla aposentada en el interior de su ostra, está formado por hielo, el cual los científicos creen que pueden ser los restos residuales del agua que un día hizo de Marte un planeta más azul.
Foto: ESA/DLR/FU Berlín/ G. Neukum.
En esta imagen obtenida por la cámara estéreo de alta resolución de la misión Mars Express de la ESA podemos apreciar un cráter de impacto sin nombre ubicado en Vastitas Borealis, una amplia llanura que cubre gran parte de las latitudes más septentrionales de Marte y envuelve la región polar del norte del planeta rojo.
Este cráter, con 35 kilómetros de ancho y una profundidad máxima de 2 kilómetros, es uno de los tantos que se pueden encontrar en la llanura de Vastitas Borealis, de la cual los científicos creen que algunas de sus zonas podrían haber recogido las aguas de un océano hoy extinto.
El parche circular de material brillante ubicado en el centro del cráter, el cual le otorga el aspecto de una perla aposentada en el interior de su ostra, está formado por hielo, el cual los científicos creen que pueden ser los restos residuales del agua que un día hizo de Marte un planeta más azul.
Foto: ESA/DLR/FU Berlín/ G. Neukum.
Águila en la tormenta.
A las rayas águila manchadas les gusta jugar con el oleaje en Julian Rocks. Sujetándose con fuerza para evitar ser arrastrado por la ola, se necesitaron varias inmersiones para finalmente capturar una imagen nítida de la raya emergiendo de las ondulantes olas como una verdadera águila volando en una tormenta de montaña.
Foto: Simone Caprodossi.
A las rayas águila manchadas les gusta jugar con el oleaje en Julian Rocks. Sujetándose con fuerza para evitar ser arrastrado por la ola, se necesitaron varias inmersiones para finalmente capturar una imagen nítida de la raya emergiendo de las ondulantes olas como una verdadera águila volando en una tormenta de montaña.
Foto: Simone Caprodossi.
El bastión de los pájaros buceadores.
Decenas de miles de pájaros blancos y negros forman pequeños grupos en los estrechos salientes de los acantilados de Alkefjellet, en Lomfjordhalvøya, ubicado en las islas Svalbard del Ártico noruego.
Alrededor de 60.000 parejas reproductoras de araos de Brünnich o araos de pico ancho -Uria lomvia- se reúnen en los salientes situados a una media de 100 metros de altura que se extienden a lo largo de la costa de la isla por varios kilómetros.
Estas aves se caracterizan por ser excelentes buceadoras ya que pueden alcanzar profundidades increíbles de hasta 150 metros mientras pescan, permaneciendo bajo el agua hasta 4 minutos.
"Este es uno de los lugares más increíbles en los que he estado", explica el fotógrafo estadounidense Kah-Wai Lin, autor de la instantánea. "Algunos de los acantilados son torres independientes, mientras que otros son parte del cuerpo principal de roca. Aquí los araos comparten espacio con algunas gaviotas gaviotas glaucas y tridáctilas. Incluso, a veces, con suerte, puedes ver zorros árticos cazando algunos polluelos caídos al pie de la mole rocosa".
Foto: Kah-Wai Lin.
Decenas de miles de pájaros blancos y negros forman pequeños grupos en los estrechos salientes de los acantilados de Alkefjellet, en Lomfjordhalvøya, ubicado en las islas Svalbard del Ártico noruego.
Alrededor de 60.000 parejas reproductoras de araos de Brünnich o araos de pico ancho -Uria lomvia- se reúnen en los salientes situados a una media de 100 metros de altura que se extienden a lo largo de la costa de la isla por varios kilómetros.
Estas aves se caracterizan por ser excelentes buceadoras ya que pueden alcanzar profundidades increíbles de hasta 150 metros mientras pescan, permaneciendo bajo el agua hasta 4 minutos.
"Este es uno de los lugares más increíbles en los que he estado", explica el fotógrafo estadounidense Kah-Wai Lin, autor de la instantánea. "Algunos de los acantilados son torres independientes, mientras que otros son parte del cuerpo principal de roca. Aquí los araos comparten espacio con algunas gaviotas gaviotas glaucas y tridáctilas. Incluso, a veces, con suerte, puedes ver zorros árticos cazando algunos polluelos caídos al pie de la mole rocosa".
Foto: Kah-Wai Lin.
Conversión zoomorfa.
Estaba fotografiando patrones en el paisaje costero natural en la costa norte de Nueva Gales del Sur desde un helicóptero y vi esta forma zoomorfa irónica creada por el estado del canal, una forma creada al transformar lo que solía ser un ecosistema de humedal natural.
Foto: Stuart Chape.
Estaba fotografiando patrones en el paisaje costero natural en la costa norte de Nueva Gales del Sur desde un helicóptero y vi esta forma zoomorfa irónica creada por el estado del canal, una forma creada al transformar lo que solía ser un ecosistema de humedal natural.
Foto: Stuart Chape.
El poder del águila pescadora.
Cuenta el fotógrafo Lasse Kukerla, autor de esta imagen, que "esta águila pescadora -Pandion haliaetus- llegó al estanque temprano por la mañana y mostró sus habilidades capturando un pez al primer contacto con el agua".
Pandion haliaetus es un ave dotada de una musculatura muy poderosa. Los ejemplares adultos pueden llegar a medir aproximadamente medio metro de altura, y con su más de metro y medio de envergadura se trata de aves extremadamente rápidas para su gran tamaño.
Se trata, además, de una de las especies de aves pescadoras más hábiles del mundo, como demuestra el ejemplar de la fotografía, al que apenas le tomó cinco segundos introducir sus robustas garras en el agua para volver a alzarse en pleno vuelo sosteniendo el gran pez que le sirvió de alimento.
Foto: Lasse Kurkela.
Cuenta el fotógrafo Lasse Kukerla, autor de esta imagen, que "esta águila pescadora -Pandion haliaetus- llegó al estanque temprano por la mañana y mostró sus habilidades capturando un pez al primer contacto con el agua".
Pandion haliaetus es un ave dotada de una musculatura muy poderosa. Los ejemplares adultos pueden llegar a medir aproximadamente medio metro de altura, y con su más de metro y medio de envergadura se trata de aves extremadamente rápidas para su gran tamaño.
Se trata, además, de una de las especies de aves pescadoras más hábiles del mundo, como demuestra el ejemplar de la fotografía, al que apenas le tomó cinco segundos introducir sus robustas garras en el agua para volver a alzarse en pleno vuelo sosteniendo el gran pez que le sirvió de alimento.
Foto: Lasse Kurkela.
Lago Alakol, Kazajistán.
En esta imagen del 5 abril de 2016, tomada por el satélite Sentinel-2 de la ESA podemos observar cómo los grandes fragmentos de hielo de lago Alakol, en Kazajistán, flotan sobre su superficie.
Esta masa de agua permanece congelada durante los dos últimos meses de invierno, fundiéndose y resquebrajándose a principios de primavera. Sus aguas, ricas en lodos y minerales son consideradas un estupendo remedio terapéutico por miles de turistas que acuden cada año a su orilla norte con el fin de remediar o, al menos, encontrar alivio para diversas enfermedades en la piel.
Como podemos apreciar en la imagen, el lago se difumina en una gran variedad de tonalidades de verde y azul, lo que depende de los sedimentos que arriban a él procedentes de los ríos y arroyos cercanos, de su profundidad y de la cantidad de fitoplancton presente en el agua. Es por ello que recibe su nombre, Alakol, que en kazajo significa “lago multicolor”.
Foto: ESA / Copernicus-Sentinel-2.
En esta imagen del 5 abril de 2016, tomada por el satélite Sentinel-2 de la ESA podemos observar cómo los grandes fragmentos de hielo de lago Alakol, en Kazajistán, flotan sobre su superficie.
Esta masa de agua permanece congelada durante los dos últimos meses de invierno, fundiéndose y resquebrajándose a principios de primavera. Sus aguas, ricas en lodos y minerales son consideradas un estupendo remedio terapéutico por miles de turistas que acuden cada año a su orilla norte con el fin de remediar o, al menos, encontrar alivio para diversas enfermedades en la piel.
Como podemos apreciar en la imagen, el lago se difumina en una gran variedad de tonalidades de verde y azul, lo que depende de los sedimentos que arriban a él procedentes de los ríos y arroyos cercanos, de su profundidad y de la cantidad de fitoplancton presente en el agua. Es por ello que recibe su nombre, Alakol, que en kazajo significa “lago multicolor”.
Foto: ESA / Copernicus-Sentinel-2.
Cowboys, la presión se mide en toneladas.
El rodeo americano es un espectáculo tradicional que se originó en el oeste de los Estados Unidos y que rápidamente ganó popularidad extendiéndose todo el continente.
La tradición hunde sus raíces en las prácticas de los vaqueros y ganaderos del siglo XIX, como una forma de competir y exhibir las habilidades relacionadas con la vida en el rancho, como la doma de caballos y el manejo de ganado.
Entre las pruebas más comunes de este tipo de competiciones se encuentra la monta de reses y caballos salvajes, las carreras de barriles o el lazado de terneros, las cuales ponen a prueba la destreza, valentía y habilidad de los competidores.
Se trata de un deporte peligroso en el que los participantes están expuestos a riesgos significativos y donde se producen lesiones con cierta frecuencia, como fracturas óseas, contusiones y lesiones en la columna vertebral.
De hecho, el arte del rodeo requiere de una dedicación extrema y un estilo de vida particular, así como una excelente condición física y mental. Los competidores, conocidos como "cowboys" o "vaqueros", suelen tener una conexión profunda con el campo y la vida rural. Pasan gran parte de su tiempo entrenando, cuidando y montando caballos, y participando en las competiciones que se celebran alrededor de todo el país.
Foto: Tony Law.
El rodeo americano es un espectáculo tradicional que se originó en el oeste de los Estados Unidos y que rápidamente ganó popularidad extendiéndose todo el continente.
La tradición hunde sus raíces en las prácticas de los vaqueros y ganaderos del siglo XIX, como una forma de competir y exhibir las habilidades relacionadas con la vida en el rancho, como la doma de caballos y el manejo de ganado.
Entre las pruebas más comunes de este tipo de competiciones se encuentra la monta de reses y caballos salvajes, las carreras de barriles o el lazado de terneros, las cuales ponen a prueba la destreza, valentía y habilidad de los competidores.
Se trata de un deporte peligroso en el que los participantes están expuestos a riesgos significativos y donde se producen lesiones con cierta frecuencia, como fracturas óseas, contusiones y lesiones en la columna vertebral.
De hecho, el arte del rodeo requiere de una dedicación extrema y un estilo de vida particular, así como una excelente condición física y mental. Los competidores, conocidos como "cowboys" o "vaqueros", suelen tener una conexión profunda con el campo y la vida rural. Pasan gran parte de su tiempo entrenando, cuidando y montando caballos, y participando en las competiciones que se celebran alrededor de todo el país.
Foto: Tony Law.
Pesca matutina brumosa.
"Esta escena muestra a un padre y un hijo pescando temprano una mañana de invierno. En Myanmar, los niños trabajan con sus padres para generar ingresos para toda la familia"
Foto: Min Min Zaw.
"Esta escena muestra a un padre y un hijo pescando temprano una mañana de invierno. En Myanmar, los niños trabajan con sus padres para generar ingresos para toda la familia"
Foto: Min Min Zaw.
Mundari, los pastores nómadas del Nilo.
La tribu Mundari es una comunidad indígena de Sudán del Sur conocida por su profunda conexión con el ganado. Los campamentos de ganado como los de esta imagen capturada por el fotógrafo Raúl Cacho, son una parte integral de su forma de vida. En ellos los jóvenes de la tribu cuidan de los rebaños durante períodos prolongados, a veces de hasta seis meses.
Estos campamentos suelen estar ubicados en áreas remotas donde el ganado puede pastar libremente. Mientras, los hombres viven en refugios improvisados construidos de hierba y palos y durante su estancia los jóvenes aprenden habilidades esenciales como el pastoreo, la cría de animales y la autosuficiencia.
De hecho, el ganado es muy valorado por los Mundari y su propiedad una fuente de orgullo y estatus social. Las reses se emplean para obtener leche y carne, pero además como moneda de cambio para las dotes de los matrimonios y otras transacciones sociales.
No obstante, el modo de vida de los mundari se ha visto amenazado en los últimos años debido a los conflictos armados y a los desplazamientos causados por la inestabilidad política en Sudán del Sur. A pesar de estos desafíos, la tribu continúa manteniendo su profunda conexión con su ganado y preservando sus tradiciones culturales.
Foto: Raúl Cacho.
La tribu Mundari es una comunidad indígena de Sudán del Sur conocida por su profunda conexión con el ganado. Los campamentos de ganado como los de esta imagen capturada por el fotógrafo Raúl Cacho, son una parte integral de su forma de vida. En ellos los jóvenes de la tribu cuidan de los rebaños durante períodos prolongados, a veces de hasta seis meses.
Estos campamentos suelen estar ubicados en áreas remotas donde el ganado puede pastar libremente. Mientras, los hombres viven en refugios improvisados construidos de hierba y palos y durante su estancia los jóvenes aprenden habilidades esenciales como el pastoreo, la cría de animales y la autosuficiencia.
De hecho, el ganado es muy valorado por los Mundari y su propiedad una fuente de orgullo y estatus social. Las reses se emplean para obtener leche y carne, pero además como moneda de cambio para las dotes de los matrimonios y otras transacciones sociales.
No obstante, el modo de vida de los mundari se ha visto amenazado en los últimos años debido a los conflictos armados y a los desplazamientos causados por la inestabilidad política en Sudán del Sur. A pesar de estos desafíos, la tribu continúa manteniendo su profunda conexión con su ganado y preservando sus tradiciones culturales.
Foto: Raúl Cacho.
