Ese sitio tiene mucha historia para mi, lo reconocería aún sin letrero.
Muchos años antes de que se me ocurriera tener una moto, tomé ese teleférico para subir a la cima y bajar esquiando una de las mejores y más largas pista que recuerdo, La Armentalora, que llegaba hasta el pueblo de San Casiano.
Los ultimos kilómetros, que eran bastante llanos, se recorrían "remando" con los palos o por medio de un trineo de caballos que arrastraba una cuerda con lazos cada varios metros, a los que, previo pago, te podías agarrar para que te remolcaran.
Desde que empecé con la moto uno de mis objetivos fue volver a ese sitio. Por suerte, en los últimos años, habré subido por cada una de sus cuatro vertientes unas cuantas veces.