Como estoy un poco aburrido con esto del confinamiento, queria haceros participes de una reflexión sobre mi gordita blanca.
Lo primero comentar que tengo 50 años, y he tenido todo tipo de motos, vespinos, vespas, japonesas R y varias BMW.
Actualmente tengo una R1200GS Adventure del 2011 (para muchos de este foro la mejor versión de las GS de motor aire/aceite) y mi gordita blanca R850RT.
Pues bien mi reflexión es que a pesar de que la GS va de fabula y me encanta (la uso principalmente para viajar), cada vez que uso la RT me gusta mas.
Como es posible que con una diferencia tecnologica ya notable entre las dos, suavidad, electronica, respuesta, suspensiones, etc me siga gustando tanto llevar la RT aparentemente desfasada y tosca en comparación a la GS?
Creo que la respuesta esta en que soy de una generación en la que hemos crecido sin electronica, con motos de sensaciones puras, lo que ves es lo que hay, (con la electronica no se ve lo que hay, aunque este ahi), y a pesar de que todas estas ayudas nos facilitan y dulcifican la vida en moto a medida que nos hacemos mayores.
Mi intencion no es criticar las motos actuales, que son una maravilla, solo es que cuando bajo al garaje y veo la RT, ahi aparcada, siento unas ganas enormes de montarla y no se explicar muy bien porque.
Imagino que a todos los que tenemos estas motos, ya sean K, RT, R o R de dos valvulas y tambien tenemos la suerte de tener motos más modernas, esta sensación os resulta familiar, no?
Me gustaria saber vuestras opiniones al respecto.
Bueno no me quiero enrollar más, solo queria compartir con vosotros que me encanta mi gordita blanca y que tengo unas ganas enormes de que pase todo esto y salir a dar un buen paseo con ella para volver a patrullar la sierra de Madrid.
Saludos y suerte a todos