Bueno, ya sabéis muchos que no era precisamente una moto buscada. Se puso a tiro después de una crisis motociclistica importante, cuadró el precio y el uso al que iba a ir destinada. De hecho, si en las mismas condiciones hubiera habido otro de los modelos, habría escogido una Urban, o Scrambler o Pure.
También sabéis que no me arrepiento, que estoy muy contento y que una Nine T, sería un modelo que recomendase sin dudarlo. Al fin y al cabo, yo laboralmente cuando puedo, realizo un recorrido mixto de 25 kms.
Con el anterior modelo y en hora punta, de esos 25 kms, entre atascos, más de la mitad eran con el embrague medio cogido, fritanga de piernas y con retrovisores nulos. Y te encuentras con una moto que te permite olvidarte del embrague, que cierras el gas y te quedas en el sitio, que no te llega nada de calor y encima, ¡ves por los retrovisores!
Realmente fue una epifanía.
Se que no gusta hablar de intangibles, pero realmente es una moto que engancha. Será el motor, o como tracciona... no lo sé. Pero tiene algo que te hace esperar el día para cogerla con alegría.
Es una moto disfrutona. La hija no deseada entre una trilladora John Deere y una topadora Caterpillar D11
Una gran máquina en cualquiera de sus versiones.
Y con humor, yo es que no se ir en una moto sentado como las personas: