A ver, esto vicia, ya toy pensando en la próxima, pero más facilina, en esta tuvimos "más oyo que botello" que dicen en mi pueblo, el último tramo era, al menos hoy, muy difícil. Otra habrá seguro.
Al final, siempre sale todo bien.
Sí señor. Como decís los asturianos, me prestó!
Quedamos en un punto céntrico de Oviedo, temprano, para no ir mal de tiempo para el tramo de pista. Salimos puntuales evitando la autovía, por carreteras nacionales anchas y en general bien asfaltadas, hasta llegar a Baselgas, creo, corrígeme si me equivoco, Navia. Luego empezaba la fiesta, cogimos el desvío hacia Santo Adriano del Monte, aldea deshabitada en el concejo de Grado, con restos de casas algunas aún en pie, con sus muros mostrando la piedra de sillería casi inmune al paso de los años. Hasta unos metros antes de llegar a la aldea, todo bien, pista con bastantes perolos gordos, pero no sueltos. Hay un punto donde hay que cruzar la puerta de una valla que abrimos y cerramos según rezaba el cartel, para que no escapara ningún bicho, solo las funduros
Y eso, unos metros antes de llegar a la aldea vimos una zona muy embarrada y Navia decidió dar un baño a la moto y ya puestos metimos la pata en el barro los dos un poco...
De nuevo en pie, costó un poco volver a arrancarla. Normal, a mí también me pasa cuando me tumbo...
Parada en la aldea a refrescar, menos mal que Navia se acordó de llevar agua (y galletas para los osos
)
Decididos a seguir adelante, el GPS indicaba subir por una pendiente, que la madre que parió al Santo Adriano... Piedras sueltas, tierra húmeda, ruedas sin tacos... Costó un poco pero tiramos para arriba. Entonces llegamos a un punto que mi rueda dijo que no traccionaba más. Decidí aligerar peso tumbandola también y quitando un trozo a la maneta de embrague, pero solo sirvió para que decidiéramos dar la vuelta y dejarlo para otro día. De nuevo costó un poco volver a arrancar, es tumbarse y emborracharse, oye...
Una pena, pero no sabíamos si había pasado lo peor o aún quedaba, aunque a pocos metros de la subida había un prado con una carpa que solo me hacían pensar en cordero a la estaca...
El resto fácil. Deshacer, bajar tirando de freno trasero en las rampas más empinadas, vuelta al asfalto y tramo por carreteras sinuosas sobre unos valles guapísimos hasta llegar a un chigre en Yermes, donde dimos cuenta de buenas viandas con su hidratación correspondiente y charla de talleres, motos, coches y relojes. Las guitarras para la siguiente ocasión
Y na, vuelta para Oviedo, a lavar las motos para que no nos maten y a comer
Enviado desde mi Redmi 4 mediante Patatal