.Albert
Curveando
En cierta manera "acojona" un poco ese tipo de países....
Interesantísima crónica y mejor viaje.
Seguimos atentos
Interesantísima crónica y mejor viaje.
Seguimos atentos
XINO XANO, cronica Asia Central
- Autor lapizlatzuli
- Fecha de inicio
lapizlatzuli
Curveando
es lo que tiene viajar, nunca dejas de sorprenderte!
Gracias! La verdad es que hay que vivirlo, pero las fotos ayudan.
La gente si que sale a la calle, hay zonas donde hay mucha gente, incluso estuve en un mercado donde me pude mezclar con la gente, comprar y comer alguna cosa, pero es que me daba la sensacion que estan muy pero que muy controlados , hay jardines preciosos donde no pasea nadie, y veia a la gente salir de las oficinas y dirigirse a al parada de bus o al parking de coches, solo eran esas las dos opciones, nadie se iba caminando... no quiero entrar en temas que desconozco, pero a mi me llamo la atencion un policia por cruzar la calle para ir al mercado. No podia entender que a pesar de estar ellos allí yo hubiera incumplido las normas, no sabian como reaccionar y menos aun como tratarme ... increible, solo crucé la calle sin buscar un semaforo, simplememte espere que no viniera nadie.
Creo que tras esa pequeña introduccion no hay mucho mas que añadir ...
Te aseguro que no me gustó nada, ... y siento defraudarte, no debo tener la cabeza bien amueblada, ya que sali de alli pitando ! !
el tema de los descuadres de los importes no lo puedo aclarar, ha pasado mucho tiempo, pero es para hacerse una idea del tema. Por lo de las frechas tampoco lo entiendo, pero a mi lo que me "mandaba" eran los cinco dias que me habian puesto en el visado, y uno lo perdí por salir un dia tarde de Iran.
Gracias ! !
Gracias igualmente!
lapizlatzuli
Curveando
Dia 32. Sabado 20 de mayo 2017. Asjabad – cráter Darwaza. 290km.
Amanece mi segundo día en Turkmenistán, realmente hoy no tengo prisa, tengo todo el dia para llegar al cráter de Darwaza que esta a poco menos de 300 km.
En el hotel no hay desayuno, ni nada cerca donde poder hacerlo, asi que me como unos pastelitos que compre en Irán y que aun tengo en la bolsa, organizo todos los trastos y recorro paseando de nuevo la ciudad, aunque esta vez en moto.
Me acerco a un centro comercial vacio (ya no me sorprende) que tiene un mirador en la 7 planta para poder ver la ciudad y sus despropósitos desde otra perspectiva.
La planta de la terraza es un restaurante chachi guay que supongo que frecuentaran los pudientes de la zona, con butacas y sillones junto a las mesas pata tomar copas por la noche, pues por la mañana no hay ni moscas que incordien.
Una vez me canso de aquello busco un súper donde avituallarme con algo de comer para la noche, pues la intención es pasarla en el desierto, aunque no sé dónde. Aprovecho que el supermercado tiene una zona de bar y como algo antes de iniciar la ruta. Como curiosidad me ponen la bebida de una botella de 2 litros y me cobra los vasos que me bebo.
Tras la experiencia del fallo de la bateria en el desierto de Iran, donde me bebí los tres litros de agua que llevaba en un rato, no puedo permitir que me pase de nuevo algo así. desde entonces no salgo con menos de seis u ocho litros de agua.
Antes de salir de la ciudad busco una gasolinera para llenar el depósito y descubro ahí a media ciudad, ahora comprendo porque no los había visto antes, están todos haciendo cola para poner gasolina. Busco otra con menos gente e intento llenar mi bidón de 4 litros extra, pero me resulta imposible, pues me dicen que está prohibido.
Menudo contrasentido, llevo un bidón de emergencia que no puedo llenar, ya me diréis para que me sirve.
Como ya comenté, ayer paseando me encontré de nuevo al grupo de motoristas suizos de Muztoo, y charlando con uno de ellos me dijo a la hora que saldrían y que me uniera a ellos, pero cuando paso por el hotel ya han salido.
Asi que salgo de la ciudad y tiro para el norte por una estupenda autopista de dos carriles que poco a poco me adentra en el desierto del Karakum, cada vez más caliente y lleno de dunas de arena, viva estampa tal como imaginamos un desierto.
Una vez fuera de la civilizacion tengo que parar cuando encuentro una sombra, la temperatura no perdona, es medio dia y el calor aprieta.
Finalmente coincido con el grupo de suizos que están parados en la cuneta haciendo unas fotos, así que tras presentarme y hablar con el responsable, me da la bienvenida y me anima a acompañarlos. Michael, un gran tipo.
Paramos un millón de veces, fotos al camello, a las dunas, al lagarto de la carretera... es lo que tiene ir en grupo, ya no lo recordaba, pero me ayuda a recordar porque viajo solo.
Tras unos km paramos a poner gasolina, y aunque estoy casi lleno Michael me recomienda que llene el depósito, pues no hay mucho donde escoger por el camino. La mayoría del grupo va con XT, salvo una Tenere y una BMW 800 que lleva una chica y de la cual no deja de echar pestes, y como la capacidad es menor que en mi yamaha necesitan llenar unas garrafas que llevan en la pick up para repostar por el camino.
Intento igualmente llenar mi garrafa sin éxito, pues el gasolinero insiste que está prohibido, aunque los chicos de Muztoo, tras una dura negociación junto con el guía/interprete y el responsable del gobierno Turkomano que les acompaña en la furgo logran llenarlas pagando el combustible al doble de su precio. O sea, menos de 50 céntimos de euro por litro…
Quien me iba a decir a mi que en este país iba a encontrar tal cantidad de motos, pues no solo me he juntado con los 12 motoristas del grupo si no que al llegar a la gasolinera coincidimos con un pequeño grupo de motoristas al que acompaña un camión y un 4x4 de asistencia.
Están reparando un pinchazo en una de sus KTM y junto a ellos encuentro a un chico suizo que viaja en una GS 650. Hablamos un rato y me cuenta que se ha unido al grupo que ha encontrado por el camino y que continuaran juntos hasta llegar al cráter. Quedamos que si mañana nos vemos podemos hacer juntos el resto del país, pues coincidimos en intenciones.
Igualmente me explica que se trata de un grupo de alemanes que han contratado el tour a una empresa Georgiana con motos matriculadas en Kirguistán. La empresa es un desastre, que han pinchado ya tres veces con esa moto y que les ha tenido que prestar los desmontables para que pudieran repararla. No logro averiguar entonces que llevan en el camión, y tampoco el nombre de la empresa, pero ahí queda el tema como aviso a navegantes.
Aqui la gasolinera,
aqui el desierto
Seguimos camino, este cada vez se va degradando más, la autopista de dos carriles por cada sentido a pasado a estar asfaltada solo en uno de los lados, hay que ir con cuidado con los baches de la carretera, que poco después pasan directamente a ser agujeros, y con los camellos que abundan circulando por la carretera o simplemente cruzando cuando les apetece.
Hacemos una parada en un pequeño pueblo de carretera, y esto, aunque no lo parezca sigue siendo el mismo país, pero aquí no hay asfalto en las calles, ni farolas de acero inoxidable, ni mármol blanco en las paredes, ni jardines de ensueño, ni fuentes multicolores… ni justicia en este mundo.
En cierto momento llegamos al desvío que nos permitirá llegar al cráter y tras unos minutos por una pista de arena llegamos a una zona de acampada donde les han preparado el campamento y pasaremos la noche.
(Llevaba las coordenadas en mi GPS, pero no tiene perdida, la carretera esta llena de pequeñas tiendas de lona y campamentos en medio de la nada que ya indican que algo se cuece en la zona.)
Tras pedir permiso monto mi tienda junto a ellos y descargando la moto descubro que la botella de aceite para el engrasador de cadena que llevo sujeta al chasis tiene un pequeño agujero causado por las vibraciones y baches de la carretera, con tan mala suerte que me ha llenado de aceite el disco, pinza y pastillas traseras de freno… menos mal que en las rectas del desierto se frena poco.
Poco después me avisan para ir con su pick up hasta el cráter, Michael me había preguntado si tenía interés en ir con mi moto, pues él no me lo recomendaba y me ofreció acompañarlos.
Tras ver el camino me reafirmo en que me hubiera resultado imposible llegar con mi moto, son unos 7 u 8 km pero con arena suelta y dunas que yo no podría sortear. Los que vamos en la parte trasera de la caja de la pick-up tragamos polvo como nunca, es lo que tiene ir en la caja, pero nos reímos mucho en cada bache.
Finalmente llegamos al cráter, es impresionante, sin palabras, lo descubrimos tras coronar una pequeña montaña que nos arranca una exclamación de sorpresa por parte de todos.
En la zona hay tres agujeros artificiales como este, antiguas prospecciones de gas, pero al ser el más grande es el que concentra toda la admiración. Mide unos 70 metros de diámetro, y lleva quemando más de 40 años. También es conocido como la puerta del infierno.
El mas grande es el que concentra toda la atención de los pocos grupos que nos hemos juntado, tal vez unas 15 o 20 personas mas aparte de nosotros.
Permanecemos allí hasta que se hace negra noche, pues lo realmente bonito es verlo en plena oscuridad por el contraste que genera. Damos vueltas y procuramos no intoxicarnos con el olor a gas quemado, asi que damos vueltas conforme cambia el sentido del viento, hacemos fotos, videos y charlamos hasta que toca regresar al campamento.
Cuando llegamos veo que les han preparado la cena, pero no quiero abusar de su hospitalidad y me mantengo al margen a la vez que paso las fotos al portátil y descargo las tarjetas de memoria.
La noche discurre con la ligera cena a la luz del frontal, una animada charla con alguno de ellos (otros ni me dirigieron la palabra, ellos sabrán porque), aprovechar y dirigir la vista al cielo lleno de estrellas y finalmente a dormir al saco.
No creo recordar haber deseado nunca tanto una ducha como esa noche, pues al calor y sudor del día se suma a todo el polvo que he tragado en el trayecto al cráter, pero rebozado como una croqueta tendré que dejarlo para mañana.
GASOLINA 10 MANAT TURKOMANOS (TMT) (2,3 €) 10 LITROS.
GASOLINA 7 TMT. (1,6€) 7 LITROS.
Amanece mi segundo día en Turkmenistán, realmente hoy no tengo prisa, tengo todo el dia para llegar al cráter de Darwaza que esta a poco menos de 300 km.
En el hotel no hay desayuno, ni nada cerca donde poder hacerlo, asi que me como unos pastelitos que compre en Irán y que aun tengo en la bolsa, organizo todos los trastos y recorro paseando de nuevo la ciudad, aunque esta vez en moto.
Me acerco a un centro comercial vacio (ya no me sorprende) que tiene un mirador en la 7 planta para poder ver la ciudad y sus despropósitos desde otra perspectiva.
La planta de la terraza es un restaurante chachi guay que supongo que frecuentaran los pudientes de la zona, con butacas y sillones junto a las mesas pata tomar copas por la noche, pues por la mañana no hay ni moscas que incordien.
Una vez me canso de aquello busco un súper donde avituallarme con algo de comer para la noche, pues la intención es pasarla en el desierto, aunque no sé dónde. Aprovecho que el supermercado tiene una zona de bar y como algo antes de iniciar la ruta. Como curiosidad me ponen la bebida de una botella de 2 litros y me cobra los vasos que me bebo.
Tras la experiencia del fallo de la bateria en el desierto de Iran, donde me bebí los tres litros de agua que llevaba en un rato, no puedo permitir que me pase de nuevo algo así. desde entonces no salgo con menos de seis u ocho litros de agua.
Antes de salir de la ciudad busco una gasolinera para llenar el depósito y descubro ahí a media ciudad, ahora comprendo porque no los había visto antes, están todos haciendo cola para poner gasolina. Busco otra con menos gente e intento llenar mi bidón de 4 litros extra, pero me resulta imposible, pues me dicen que está prohibido.
Menudo contrasentido, llevo un bidón de emergencia que no puedo llenar, ya me diréis para que me sirve.
Como ya comenté, ayer paseando me encontré de nuevo al grupo de motoristas suizos de Muztoo, y charlando con uno de ellos me dijo a la hora que saldrían y que me uniera a ellos, pero cuando paso por el hotel ya han salido.
Asi que salgo de la ciudad y tiro para el norte por una estupenda autopista de dos carriles que poco a poco me adentra en el desierto del Karakum, cada vez más caliente y lleno de dunas de arena, viva estampa tal como imaginamos un desierto.
Una vez fuera de la civilizacion tengo que parar cuando encuentro una sombra, la temperatura no perdona, es medio dia y el calor aprieta.
Finalmente coincido con el grupo de suizos que están parados en la cuneta haciendo unas fotos, así que tras presentarme y hablar con el responsable, me da la bienvenida y me anima a acompañarlos. Michael, un gran tipo.
Paramos un millón de veces, fotos al camello, a las dunas, al lagarto de la carretera... es lo que tiene ir en grupo, ya no lo recordaba, pero me ayuda a recordar porque viajo solo.
Tras unos km paramos a poner gasolina, y aunque estoy casi lleno Michael me recomienda que llene el depósito, pues no hay mucho donde escoger por el camino. La mayoría del grupo va con XT, salvo una Tenere y una BMW 800 que lleva una chica y de la cual no deja de echar pestes, y como la capacidad es menor que en mi yamaha necesitan llenar unas garrafas que llevan en la pick up para repostar por el camino.
Intento igualmente llenar mi garrafa sin éxito, pues el gasolinero insiste que está prohibido, aunque los chicos de Muztoo, tras una dura negociación junto con el guía/interprete y el responsable del gobierno Turkomano que les acompaña en la furgo logran llenarlas pagando el combustible al doble de su precio. O sea, menos de 50 céntimos de euro por litro…
Quien me iba a decir a mi que en este país iba a encontrar tal cantidad de motos, pues no solo me he juntado con los 12 motoristas del grupo si no que al llegar a la gasolinera coincidimos con un pequeño grupo de motoristas al que acompaña un camión y un 4x4 de asistencia.
Están reparando un pinchazo en una de sus KTM y junto a ellos encuentro a un chico suizo que viaja en una GS 650. Hablamos un rato y me cuenta que se ha unido al grupo que ha encontrado por el camino y que continuaran juntos hasta llegar al cráter. Quedamos que si mañana nos vemos podemos hacer juntos el resto del país, pues coincidimos en intenciones.
Igualmente me explica que se trata de un grupo de alemanes que han contratado el tour a una empresa Georgiana con motos matriculadas en Kirguistán. La empresa es un desastre, que han pinchado ya tres veces con esa moto y que les ha tenido que prestar los desmontables para que pudieran repararla. No logro averiguar entonces que llevan en el camión, y tampoco el nombre de la empresa, pero ahí queda el tema como aviso a navegantes.
Aqui la gasolinera,
aqui el desierto
Seguimos camino, este cada vez se va degradando más, la autopista de dos carriles por cada sentido a pasado a estar asfaltada solo en uno de los lados, hay que ir con cuidado con los baches de la carretera, que poco después pasan directamente a ser agujeros, y con los camellos que abundan circulando por la carretera o simplemente cruzando cuando les apetece.
Hacemos una parada en un pequeño pueblo de carretera, y esto, aunque no lo parezca sigue siendo el mismo país, pero aquí no hay asfalto en las calles, ni farolas de acero inoxidable, ni mármol blanco en las paredes, ni jardines de ensueño, ni fuentes multicolores… ni justicia en este mundo.
En cierto momento llegamos al desvío que nos permitirá llegar al cráter y tras unos minutos por una pista de arena llegamos a una zona de acampada donde les han preparado el campamento y pasaremos la noche.
(Llevaba las coordenadas en mi GPS, pero no tiene perdida, la carretera esta llena de pequeñas tiendas de lona y campamentos en medio de la nada que ya indican que algo se cuece en la zona.)
Tras pedir permiso monto mi tienda junto a ellos y descargando la moto descubro que la botella de aceite para el engrasador de cadena que llevo sujeta al chasis tiene un pequeño agujero causado por las vibraciones y baches de la carretera, con tan mala suerte que me ha llenado de aceite el disco, pinza y pastillas traseras de freno… menos mal que en las rectas del desierto se frena poco.
Poco después me avisan para ir con su pick up hasta el cráter, Michael me había preguntado si tenía interés en ir con mi moto, pues él no me lo recomendaba y me ofreció acompañarlos.
Tras ver el camino me reafirmo en que me hubiera resultado imposible llegar con mi moto, son unos 7 u 8 km pero con arena suelta y dunas que yo no podría sortear. Los que vamos en la parte trasera de la caja de la pick-up tragamos polvo como nunca, es lo que tiene ir en la caja, pero nos reímos mucho en cada bache.
Finalmente llegamos al cráter, es impresionante, sin palabras, lo descubrimos tras coronar una pequeña montaña que nos arranca una exclamación de sorpresa por parte de todos.
En la zona hay tres agujeros artificiales como este, antiguas prospecciones de gas, pero al ser el más grande es el que concentra toda la admiración. Mide unos 70 metros de diámetro, y lleva quemando más de 40 años. También es conocido como la puerta del infierno.
El mas grande es el que concentra toda la atención de los pocos grupos que nos hemos juntado, tal vez unas 15 o 20 personas mas aparte de nosotros.
Permanecemos allí hasta que se hace negra noche, pues lo realmente bonito es verlo en plena oscuridad por el contraste que genera. Damos vueltas y procuramos no intoxicarnos con el olor a gas quemado, asi que damos vueltas conforme cambia el sentido del viento, hacemos fotos, videos y charlamos hasta que toca regresar al campamento.
Cuando llegamos veo que les han preparado la cena, pero no quiero abusar de su hospitalidad y me mantengo al margen a la vez que paso las fotos al portátil y descargo las tarjetas de memoria.
La noche discurre con la ligera cena a la luz del frontal, una animada charla con alguno de ellos (otros ni me dirigieron la palabra, ellos sabrán porque), aprovechar y dirigir la vista al cielo lleno de estrellas y finalmente a dormir al saco.
No creo recordar haber deseado nunca tanto una ducha como esa noche, pues al calor y sudor del día se suma a todo el polvo que he tragado en el trayecto al cráter, pero rebozado como una croqueta tendré que dejarlo para mañana.
GASOLINA 10 MANAT TURKOMANOS (TMT) (2,3 €) 10 LITROS.
GASOLINA 7 TMT. (1,6€) 7 LITROS.
lapizlatzuli
Curveando
Chicos, en una semana estoy de nuevo con vosotros con mas cronicas del viaje, siento no poder seguir, pero es lo que hay ...
Saludos y buena ruta!
Saludos y buena ruta!
marmotte2000
Allá vamos
no te preocupes, esperaremos
gracias y saludos.
gracias y saludos.
Manu72
Curveando
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- 9 Abr 2011
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1550_VELOCI
Curveando
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no soy mucho de escribir por aquí , pero no puedo pasar por alto esta crónica, me la he leído del tirón y la verdad que he viajado contigo en todo momento , el momento que mas, por decir algo me ha gustado es cuando se te enciende la luz del testigo de motor en medio de un puto desierto y sin nadie , joder hasta aqui sentado delante del ordenador he sentido escalofríos y eso que he recorrido bastantes países en moto en cuatro de los cinco continentes.
enhorabuena por el viaje y por tu crónica , no dejes de pensar en escribirlo y pasarlo a libro
enhorabuena por el viaje y por tu crónica , no dejes de pensar en escribirlo y pasarlo a libro
Buenos días Lapizlatzuli...Brutal la crónica, no puedo decir otra cosa. La descubri ayer tarde, lei lo que pude y me he levantado a las cinco de la mañana para terminar de leerla. Espero que pronto puedas seguir contando mas, al igual que todos me quedo impaciente, aunque entiendo que lleve tiempo prepararlas.
Felicidades de verdad, es como viajar contigo.
Un saludo.
Felicidades de verdad, es como viajar contigo.
Un saludo.
lapizlatzuli
Curveando
Gracias a todos por los comentarios comentarios, y a los que no habeis comentado nada gracias igualmente, es un placer saber que os interesa el tema. Lamento teneros en vilo, pero la semana que estoy fuera no tengo tiempo de nada y tengo que preparar las cronicas cuando estoy de nuevo por casa, que no es que me sobre tiempo precisamente ... a este paso llegará final de año y yo aqui escribiendo !
Lo mas que me molesta es que hay algún compañero que se ha interesado por el viaje ya que realizará este año algo similar, y por desgracia la informacion que pueda colgar de su interes le llegará tarde, pero en fin, reitero mi oferta, si alguien necesita alguna información adicional que no dude en contactar, mas tarde que pronto intentaré dar respuesta a lo que buenamente pueda.
Gracias por tu paciencia!
Gracias igualmente!
+2
Gracias a ti de nuevo!
+2
Gracias a ti por tu interes,
Me alegro que sea de tu interes
je je je gracias por seguir la cronica, y espero que las horas de sueño perdidas hayan valido la pena!
Gracias a ti por seguir ahí,
vamos con otra etapa ! ! !
Saludos y buena ruta!
Lo mas que me molesta es que hay algún compañero que se ha interesado por el viaje ya que realizará este año algo similar, y por desgracia la informacion que pueda colgar de su interes le llegará tarde, pero en fin, reitero mi oferta, si alguien necesita alguna información adicional que no dude en contactar, mas tarde que pronto intentaré dar respuesta a lo que buenamente pueda.
Gracias por tu paciencia!
Somos un público muy fiel ... así que aquí estaremos esperándote.
Ya verás como no faltamos ni uno
Gracias igualmente!
+2
Gracias a ti de nuevo!
+2
Gracias a ti por tu interes,
Me alegro que sea de tu interes
je je je gracias por seguir la cronica, y espero que las horas de sueño perdidas hayan valido la pena!
Gracias a ti por seguir ahí,
vamos con otra etapa ! ! !
Saludos y buena ruta!
lapizlatzuli
Curveando
Dia 33. Domingo 21 mayo 2017. Crater Darwaza – Kunia Urgench (Turkmenistan)- Nukus (Uzbekistan) 340 km
No son ni las 6 de la mañana y ya estoy en pie, he dormido fatal en la tienda, el calor y lo duro que esta el suelo no han ayudado mucho.
El grupo de los suizos ya está recogiendo, y yo tengo la tienda por recoger y todo por guardar, claro que ellos dejan el campamento tal cual y solo meten las bolsas de equipaje en la pick up, así cualquiera acaba antes que yo.
Foto de grupo junto a los chicos que llevaban el campamento. El segudo de la izquierda es Michael, responsable del grupo de Muztoo, muy buena gente., a mi no me busqueis que yo hacia la foto
Al intentar salir de la zona de acampada... Pues moto al suelo! Primera y creo que no será la última caída del viaje! Arena suelta y blanda, moto alta y cargada y piernas cortitas: mala combinación. Humillación motorista ante más de 15 personas... lo bueno es que hay mas de 30 brazos para levantar la moto. En un suspiro está de nuevo en posición vertical, debo procurar llegar hasta el asfalto sin caer de nuevo o mi orgullo se verá más bajo de lo que pueda caer la moto.
Finalmente salimos a la carretera y vamos tirando millas, pero tras 100 km hacemos la primera parada y aprovecho para despedirme de ellos. Perdonarme la expresión, pero van a carajo sacado, las motos no son suyas, no llevan equipajes en ellas y además tienen mucha prisa. Yo tengo todo el día para no llegar a ningún lugar preestablecido, me gusta ir más tranquilo y además necesito encontrar un rincón de desierto para "hacer mis cosas" … y os confieso que no es fácil con 15 motoristas junto a ti.
De nuevo emprendo mi viaje en solitario
La carreta es un verdadero desastre, de los dos carriles desdoblados que empezó siendo pasó a no tener asfaltado uno de los lados, y el que tiene el asfalto esta tan degradado y con tantos agujeros que es más adecuado circular por el lado que no tiene asfalto, es grava y arena, pero sin “agujeros sorpresa”.
A veces sorprendentemente la carretera pasa a ser muy buena, pero no deja de ser un espejismo temporal
En una gasolinera ( la tercera en 700 km recorridos en el país) encuentro al chico suizo, Joshua, que conocí el día anterior en la gasolinera donde me contó que se había unido al grupo de los alemanes de las KTM de alquiler para ir juntos al cráter. Ahora está de nuevo a su aire, así que nos tomamos nuestro tiempo, nos contamos anécdotas varias, curioseamos nuestras respectivas motos y finalmente decidimos ir juntos hasta Kunia Urgench, en la frontera, donde según mi guía hay un hotel.
Josh conduce una BMG GS650 modelo Paris Dakar, va cargado como un burro, lleva una pequeña guitarra, unas maletas de aluminio medio rotas que debió fabricarle su peor enemigo y tiene mil problemas en la moto, pero no parece demasiado preocupado.
En cualquier lugar un motorista solitario suele generar cierta simpatia, aquí con los nuevos amigos de la gasolinera
Nuestros nuesvos amigos nos dicen que 100 km antes de llegar a la frontera se termina el asfalto, y efectivamente, se termina y empiezan los enormes agujeros, los barrizales secos y los caminos alternativos a la intransitable carretera principal que recorre el país de sur a norte... Increíble, solo hay dos carreteras en el país, de norte a sur y de este a oeste, y en estado lamentables... Se nota que el loco personaje que manda no quiere que su gente se mueva... Tanto lujo absurdo en la capital y tanta miseria fuera de ella.
Y efectivamente, aqui se termina el asfalto:
Al llegar a Kunia Urgench realizamos una visita a las ruinas declaradas monumento de la humanidad por la Unesco, pero realmente hay poco por ver,(que no se me ofenda ningún arqueólogo). Son dos antiguas edificaciones por la que nos piden 5$ por entrar, así que tras una visita rápida nos vamos a localizar el hotel, y tras ver donde estamos decidimos que hemos tenido suficiente de Turkmenistán y nos vamos a la frontera.
Creo que el país se merece más elogios de los que yo le he dedicado, pero lo siento, esas fueron las sensaciones que a mí me transmitió. Espero que próximamente otro viajero pueda explicarnos las maravillas de sus gentes, que no las he puesto en duda en ningún momento, simplemente no ha sido mi experiencia…
Así que buscamos la gasolinera, llenamos el depósito y en un descuido del gasolinero por fin consigo llenar mi fantástico Jerry can Iraní … nunca se sabe! Y finalmente nos dirigimos a la frontera.
Lista de precios:
Salida de Turkmenistán sin problemas, todo organizado por un ejército de soldados de leva que te guían paso a paso. El responsable de la aduana nos saluda personalmente, él y la pedazo borrachera que lo acompaña... Son las 3 de la tarde. Todo un campeón el amigo, con deseos de que el BarÇa y el R. Madrid ganen la liga y con un fuerte apretón de manos me despido del caballero y de su amigo Vodka.
Eso si, los muy cachondos me dicen que ande con cuidado en Uzbekistan, que las carreteras están en muy mal estado ¿¿¿¿será posible que eso me lo digan en un país que no tiene asfalto ni casi carretera para salir del país?????
Uzbekistán es otra historia, no entro con buen pie, de aquí para allá, otra vez aquí, no allí, no ahí no, en el otro lado, que no, ahí no... Tras mover 5 veces la moto sin que los militares se pongan de acuerdo y me generen esa sensación de que me están tomando el pelo empiezo amablemente a cagarme en su x”$% madre... Parece que me entienden, a mi y a mis gritos y gesticulaciones, así que mi arrebato de ira se ve recompensado por mas de media hora de espera en una sala vacía... tiempo que dedico a recuperar la calma y buenas maneras, si no estaré aquí hasta que quieran.
Tras el tiempo oportuno de medicacion personal y mi análisis de cómo no debo comportarme en una frontera finalmente se abre la puerta:
“¿Algún problema?” - Me pregunta el militar del kalashnikov y pistola al cinto… -“ninguno “- le contesto, -“estoy de vacaciones”- no es bueno discutir con un uniforme armado, además juega en casa y con ventaja.
Toca el tema del papeleo, declaración de dinero y listado de objetos de valor que entro al país, sin muchos problemas, pues hay un ejemplo en ingles para poder cumplimentar el original que esta en ruso.
Eso si, firmo algo que no me queda muy claro de lo que significa…
Después sigue la inspección de la moto y toca descargar todas las maletas,(los aduaneros están aburridos y son muy curiosos). Yo las abro de una en una, según me lo piden, y no abro la siguiente hasta que no cierro la que está abierta, lo cual los desespera un tanto. Es su juego pero yo pongo mis normas, no dejo una maleta abierta sin poder controlar su contenido. Nunca se sabe.
y por fin tras dos horas entro en un nuevo país, y esta vez sin tener que pagar nada de nada ¿¿??
Nos dirigimos a Nukus, primera población del país a unos 20 km, y poco después de dejar la frontera nos damos de bruces con lo que desde la distancia parecia un pueblo y que realmente es un cementerio.
Logramos dar finalmente con el hotel que tenia controlado Josh, nos damos una muy agradecida y larga ducha,y salimos a buscar cambio moneda ( nos timan como pardillos) y un sitio donde cenar.
(nota: el cambio oficial estaba a unos 4500 SOM por $, pero en el mercado negro se cambiaba de 8000 a 9000 SOM. Eso lo aprendí ese dia tras perder 5 $ por dejar negociando a Josh mientras yo curioseaba el mercado y que nos dieran la mitad de lo que correspondía)
Oscurece, y tras recorrer la ciudad buscando algo del agrado de mi compañero entramos en un local donde nos ofrecen una mesa en medio del restaurante, pues las laterales estaban ocupadas... En un momento dado se apagan las luces y encienden unas rojas, verdes y azules, empieza una música atronadora y todo el mundo se pone a bailar! ! Se ha convertido en una discoteca... Y nosotros en medio esperando para comer sin poder hablar por el volumen de la música.
Un buen plato acompañado de mucha cerveza tras una ducha y sabiendo que esta noche duermo en una confortable cama, que mas se puede pedir?
La cuenta sube a 59800 SOM, pero como en el bazar solo nos han dado billetes de 500 SOM tenemos que contar 120 billetes ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! Como ser millonario por poco mas de 6 us dollars
Mañana más!
GASOLINA 18 MANATS (4€) 18 LITROS (INCLUIDOS LOS 4L DEL JERRY CAN)
HOTEL RATMINA 35$
No son ni las 6 de la mañana y ya estoy en pie, he dormido fatal en la tienda, el calor y lo duro que esta el suelo no han ayudado mucho.
El grupo de los suizos ya está recogiendo, y yo tengo la tienda por recoger y todo por guardar, claro que ellos dejan el campamento tal cual y solo meten las bolsas de equipaje en la pick up, así cualquiera acaba antes que yo.
Foto de grupo junto a los chicos que llevaban el campamento. El segudo de la izquierda es Michael, responsable del grupo de Muztoo, muy buena gente., a mi no me busqueis que yo hacia la foto
Al intentar salir de la zona de acampada... Pues moto al suelo! Primera y creo que no será la última caída del viaje! Arena suelta y blanda, moto alta y cargada y piernas cortitas: mala combinación. Humillación motorista ante más de 15 personas... lo bueno es que hay mas de 30 brazos para levantar la moto. En un suspiro está de nuevo en posición vertical, debo procurar llegar hasta el asfalto sin caer de nuevo o mi orgullo se verá más bajo de lo que pueda caer la moto.
Finalmente salimos a la carretera y vamos tirando millas, pero tras 100 km hacemos la primera parada y aprovecho para despedirme de ellos. Perdonarme la expresión, pero van a carajo sacado, las motos no son suyas, no llevan equipajes en ellas y además tienen mucha prisa. Yo tengo todo el día para no llegar a ningún lugar preestablecido, me gusta ir más tranquilo y además necesito encontrar un rincón de desierto para "hacer mis cosas" … y os confieso que no es fácil con 15 motoristas junto a ti.
De nuevo emprendo mi viaje en solitario
La carreta es un verdadero desastre, de los dos carriles desdoblados que empezó siendo pasó a no tener asfaltado uno de los lados, y el que tiene el asfalto esta tan degradado y con tantos agujeros que es más adecuado circular por el lado que no tiene asfalto, es grava y arena, pero sin “agujeros sorpresa”.
A veces sorprendentemente la carretera pasa a ser muy buena, pero no deja de ser un espejismo temporal
En una gasolinera ( la tercera en 700 km recorridos en el país) encuentro al chico suizo, Joshua, que conocí el día anterior en la gasolinera donde me contó que se había unido al grupo de los alemanes de las KTM de alquiler para ir juntos al cráter. Ahora está de nuevo a su aire, así que nos tomamos nuestro tiempo, nos contamos anécdotas varias, curioseamos nuestras respectivas motos y finalmente decidimos ir juntos hasta Kunia Urgench, en la frontera, donde según mi guía hay un hotel.
Josh conduce una BMG GS650 modelo Paris Dakar, va cargado como un burro, lleva una pequeña guitarra, unas maletas de aluminio medio rotas que debió fabricarle su peor enemigo y tiene mil problemas en la moto, pero no parece demasiado preocupado.
En cualquier lugar un motorista solitario suele generar cierta simpatia, aquí con los nuevos amigos de la gasolinera
Nuestros nuesvos amigos nos dicen que 100 km antes de llegar a la frontera se termina el asfalto, y efectivamente, se termina y empiezan los enormes agujeros, los barrizales secos y los caminos alternativos a la intransitable carretera principal que recorre el país de sur a norte... Increíble, solo hay dos carreteras en el país, de norte a sur y de este a oeste, y en estado lamentables... Se nota que el loco personaje que manda no quiere que su gente se mueva... Tanto lujo absurdo en la capital y tanta miseria fuera de ella.
Y efectivamente, aqui se termina el asfalto:
Al llegar a Kunia Urgench realizamos una visita a las ruinas declaradas monumento de la humanidad por la Unesco, pero realmente hay poco por ver,(que no se me ofenda ningún arqueólogo). Son dos antiguas edificaciones por la que nos piden 5$ por entrar, así que tras una visita rápida nos vamos a localizar el hotel, y tras ver donde estamos decidimos que hemos tenido suficiente de Turkmenistán y nos vamos a la frontera.
Creo que el país se merece más elogios de los que yo le he dedicado, pero lo siento, esas fueron las sensaciones que a mí me transmitió. Espero que próximamente otro viajero pueda explicarnos las maravillas de sus gentes, que no las he puesto en duda en ningún momento, simplemente no ha sido mi experiencia…
Así que buscamos la gasolinera, llenamos el depósito y en un descuido del gasolinero por fin consigo llenar mi fantástico Jerry can Iraní … nunca se sabe! Y finalmente nos dirigimos a la frontera.
Lista de precios:
Salida de Turkmenistán sin problemas, todo organizado por un ejército de soldados de leva que te guían paso a paso. El responsable de la aduana nos saluda personalmente, él y la pedazo borrachera que lo acompaña... Son las 3 de la tarde. Todo un campeón el amigo, con deseos de que el BarÇa y el R. Madrid ganen la liga y con un fuerte apretón de manos me despido del caballero y de su amigo Vodka.
Eso si, los muy cachondos me dicen que ande con cuidado en Uzbekistan, que las carreteras están en muy mal estado ¿¿¿¿será posible que eso me lo digan en un país que no tiene asfalto ni casi carretera para salir del país?????
Uzbekistán es otra historia, no entro con buen pie, de aquí para allá, otra vez aquí, no allí, no ahí no, en el otro lado, que no, ahí no... Tras mover 5 veces la moto sin que los militares se pongan de acuerdo y me generen esa sensación de que me están tomando el pelo empiezo amablemente a cagarme en su x”$% madre... Parece que me entienden, a mi y a mis gritos y gesticulaciones, así que mi arrebato de ira se ve recompensado por mas de media hora de espera en una sala vacía... tiempo que dedico a recuperar la calma y buenas maneras, si no estaré aquí hasta que quieran.
Tras el tiempo oportuno de medicacion personal y mi análisis de cómo no debo comportarme en una frontera finalmente se abre la puerta:
“¿Algún problema?” - Me pregunta el militar del kalashnikov y pistola al cinto… -“ninguno “- le contesto, -“estoy de vacaciones”- no es bueno discutir con un uniforme armado, además juega en casa y con ventaja.
Toca el tema del papeleo, declaración de dinero y listado de objetos de valor que entro al país, sin muchos problemas, pues hay un ejemplo en ingles para poder cumplimentar el original que esta en ruso.
Eso si, firmo algo que no me queda muy claro de lo que significa…
Después sigue la inspección de la moto y toca descargar todas las maletas,(los aduaneros están aburridos y son muy curiosos). Yo las abro de una en una, según me lo piden, y no abro la siguiente hasta que no cierro la que está abierta, lo cual los desespera un tanto. Es su juego pero yo pongo mis normas, no dejo una maleta abierta sin poder controlar su contenido. Nunca se sabe.
y por fin tras dos horas entro en un nuevo país, y esta vez sin tener que pagar nada de nada ¿¿??
Nos dirigimos a Nukus, primera población del país a unos 20 km, y poco después de dejar la frontera nos damos de bruces con lo que desde la distancia parecia un pueblo y que realmente es un cementerio.
Logramos dar finalmente con el hotel que tenia controlado Josh, nos damos una muy agradecida y larga ducha,y salimos a buscar cambio moneda ( nos timan como pardillos) y un sitio donde cenar.
(nota: el cambio oficial estaba a unos 4500 SOM por $, pero en el mercado negro se cambiaba de 8000 a 9000 SOM. Eso lo aprendí ese dia tras perder 5 $ por dejar negociando a Josh mientras yo curioseaba el mercado y que nos dieran la mitad de lo que correspondía)
Oscurece, y tras recorrer la ciudad buscando algo del agrado de mi compañero entramos en un local donde nos ofrecen una mesa en medio del restaurante, pues las laterales estaban ocupadas... En un momento dado se apagan las luces y encienden unas rojas, verdes y azules, empieza una música atronadora y todo el mundo se pone a bailar! ! Se ha convertido en una discoteca... Y nosotros en medio esperando para comer sin poder hablar por el volumen de la música.
Un buen plato acompañado de mucha cerveza tras una ducha y sabiendo que esta noche duermo en una confortable cama, que mas se puede pedir?
La cuenta sube a 59800 SOM, pero como en el bazar solo nos han dado billetes de 500 SOM tenemos que contar 120 billetes ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! ! Como ser millonario por poco mas de 6 us dollars
Mañana más!
GASOLINA 18 MANATS (4€) 18 LITROS (INCLUIDOS LOS 4L DEL JERRY CAN)
HOTEL RATMINA 35$
lapizlatzuli
Curveando
DIA 34. Lunes 22 mayo 2018. Nukus. 0 km
Día de descanso … yo tengo la espalda machacada tras tantos km de agujeros, Josh no tienen prisa, viaja tranquilo, y empieza el día con problemas intestinales, así que dedicamos el día a recuperarnos físicamente, a descansar y por supuesto a repasar las motos.
Días atrás se me rompió la botella de aceite del Scottolier (engrasador de cadena) llenándolo todo de aceite, pinza de freno, pastillas, neumático trasero... Vamos, que recorrí más de medio Turkmenistán sin freno trasero. Así que intento limpiar las pastillas con gasolina y golpe de lima a ver si se salvan, mañana lo comprobaré.
Repaso general a la Yamaha, aceite (no me ha gastado ni una gota), cadena, horquillas, presiones neumáticos, radios, etc etc.
Josh tiene mil problemas en su GS Paris Dakar, y como es muy buen chico pero es un desastre en todo lo demás, tiene una lista enorme de cosas rotas o que debería reparar.
Así que tras confesarme que sus conocimientos de mecánica son casi nulos no me puedo negar y terminamos desmontando media moto para inspeccionar y apretar los cojinetes de dirección, que según él es lo más acuciante.
Igualmente tiene un engendro de maletas de aluminio rotas que debería buscar para soldar, pero no parece preocuparle en absoluto, además de que pierde constantemente los tornillos de anclaje, pero como lleva montones de ellos en los bolsillos solo tiene que poner uno nuevo y continuar hasta la siguiente parada, donde deberá poner otro si no ha perdido la maleta km atrás...
El cambio de su moto tampoco le funciona correctamente, pero tiene la esperanza de llegar hasta Osh y dejar la moto en el taller de MUZTOO para que se la reparen.
En fin, que se hace la hora de comer y me voy a buscar algún sitio interesante. Josh ha desayunado como si fuera el último desayuno de su vida, y paga las consecuencias a lo largo del día, pero yo tengo hambre y busco un local por las proximidades.
Descubro un local al final de la calle que hace las delicias de un perfecto día de descanso, unas pequeñas e incomodas mesas rodeado de cojines son ideales para saborear varias de estas exquisitas cervezas, en compañía de unos paisanos con los que mantengo una agradable charla sobre todo y nada, pues no entiendo nada de lo que me dicen ni ellos a mí, pero eso no impide que nos hagamos unas fotos y nos dediquemos unas cervezas y unas risas.
Aquí descubro la costumbre de esta zona, que consiste en comer pipas como un loro a todas horas, y por supuesto en el bar, donde sacan las bolsas y todos se dedican a comerlas sentados a la mesa y a charlar con los amigos.
También descubro el plato estrella del país, Plov, arroz, como no, el cual acompaño con alguna de estas turbias cervezas.
Como es de rigor después de una gran comida toca una gran siesta, así que de nuevo al hotel, tarde repasando la moto de Josh y terminamos el día en el bar de mis nuevos amigos, degustando más de sus cervezas.
No se puede decir que el día haya sido muy estresado…
HOTEL RATMINA 35$
Día de descanso … yo tengo la espalda machacada tras tantos km de agujeros, Josh no tienen prisa, viaja tranquilo, y empieza el día con problemas intestinales, así que dedicamos el día a recuperarnos físicamente, a descansar y por supuesto a repasar las motos.
Días atrás se me rompió la botella de aceite del Scottolier (engrasador de cadena) llenándolo todo de aceite, pinza de freno, pastillas, neumático trasero... Vamos, que recorrí más de medio Turkmenistán sin freno trasero. Así que intento limpiar las pastillas con gasolina y golpe de lima a ver si se salvan, mañana lo comprobaré.
Repaso general a la Yamaha, aceite (no me ha gastado ni una gota), cadena, horquillas, presiones neumáticos, radios, etc etc.
Josh tiene mil problemas en su GS Paris Dakar, y como es muy buen chico pero es un desastre en todo lo demás, tiene una lista enorme de cosas rotas o que debería reparar.
Así que tras confesarme que sus conocimientos de mecánica son casi nulos no me puedo negar y terminamos desmontando media moto para inspeccionar y apretar los cojinetes de dirección, que según él es lo más acuciante.
Igualmente tiene un engendro de maletas de aluminio rotas que debería buscar para soldar, pero no parece preocuparle en absoluto, además de que pierde constantemente los tornillos de anclaje, pero como lleva montones de ellos en los bolsillos solo tiene que poner uno nuevo y continuar hasta la siguiente parada, donde deberá poner otro si no ha perdido la maleta km atrás...
El cambio de su moto tampoco le funciona correctamente, pero tiene la esperanza de llegar hasta Osh y dejar la moto en el taller de MUZTOO para que se la reparen.
En fin, que se hace la hora de comer y me voy a buscar algún sitio interesante. Josh ha desayunado como si fuera el último desayuno de su vida, y paga las consecuencias a lo largo del día, pero yo tengo hambre y busco un local por las proximidades.
Descubro un local al final de la calle que hace las delicias de un perfecto día de descanso, unas pequeñas e incomodas mesas rodeado de cojines son ideales para saborear varias de estas exquisitas cervezas, en compañía de unos paisanos con los que mantengo una agradable charla sobre todo y nada, pues no entiendo nada de lo que me dicen ni ellos a mí, pero eso no impide que nos hagamos unas fotos y nos dediquemos unas cervezas y unas risas.
Aquí descubro la costumbre de esta zona, que consiste en comer pipas como un loro a todas horas, y por supuesto en el bar, donde sacan las bolsas y todos se dedican a comerlas sentados a la mesa y a charlar con los amigos.
También descubro el plato estrella del país, Plov, arroz, como no, el cual acompaño con alguna de estas turbias cervezas.
Como es de rigor después de una gran comida toca una gran siesta, así que de nuevo al hotel, tarde repasando la moto de Josh y terminamos el día en el bar de mis nuevos amigos, degustando más de sus cervezas.
No se puede decir que el día haya sido muy estresado…
HOTEL RATMINA 35$
Un viaje envidiable se mire como se mire. Encima has tenido la suerte de contar con otros viajeros para visitar el cráter de Darvaza que de otra manera habría sido difícil... fantástico!!
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Albertm
Arrancando
Alegria por volverte a leer!!
No creo que haga nunca un viaje como el tuyo, quizas cuando este jubilado si la salud acompaña, porque de ganas leyendo tu relato hay unas cuantas!!
No creo que haga nunca un viaje como el tuyo, quizas cuando este jubilado si la salud acompaña, porque de ganas leyendo tu relato hay unas cuantas!!
lapizlatzuli
Curveando
Gracias por acompañarme de nuevo
mil agracias de nuevo.
Pues si, la verdad es que me acompañó la suerte durante todo el viaje.
Me alegra saber que que disfrutas. Aventura... aventura ... yo no diria tanto, eso si, para mi fue un gran viaje.
Qué bueno verte de nuevo! El Hotel en Konge Ugench es(, has hecho bien en seguir a Nukus!
Lo mismo digo, agradecido de saber de ti de nuevo
El hotel sabes mejor que yo que no era para quedarse, al menos en nuestro caso dedicimos continuar, pues Nukus estaba proximo y teniamos tiempo de sobra para cruzar frontera y localizar el hotel que tenia controlado Josh.
Te sorprenderás, pero no habia entrado en el blog de Josh hasta ahora ... me gusta preservar la intimidad, tanto la de los demás como la mia propia, pero ahora que he visto la foto te cuento que el de la gorra es Josh, yo soy el de las gafas
.
Nunca digas "nunca" ! ! !
Lo peor que puedes hacer es salir de viaje, recorrer sitios nuevos, desconocidos, descubrir aquello que no te esperas, vivir nuevas experiencias, buenas y no tan buenas, y luego explicar lo mal que te ha ido para que nadie pase de nuevo por ese infierno .... eso es lo que yo estoy haciendo, pero como supones es por vuestro bien, para que no caigáis en el mismo error que cometí yo .... Albertm, NO TE ESPERES A LA JUBILACION ! ! ! !
saludos y buena ruta!
lapizlatzuli
Curveando
Día 35. Martes 23 mayo 2017. Nukus – Moinaq - Nukus. 410 km.
Hoy tenemos intención de dirigirnos a Moynaq, antiguo puerto pesquero del desaparecido mar de Aral.
Esta vez cambiamos moneda en la recepción del hotel a mejor precio, dejamos los trastos en la habitación, algo que se agradece, pues siempre voy cargado, y buscamos gasolina sin éxito.
Aquí la gran mayoría de coches funcionan con gas, y por algún motivo que desconozco hay desabastecimiento de gasolina, asi que en las gasolineras no hay y toca preguntar por ahí como conseguir llenar os depósitos.
Tras varias vueltas localizamos un paisano que vende gasolina, es mi primera vez, pero ya veo como funciona el tema, preguntando siempre te saben indicar, y al llegar a la zona suele haber un embudo en el suelo, unas botellas de colores sobre una mesa o un paisano en el arcén con unas hojas de palmera indicando el puesto “alternativo” de venta de gasolina. Insisto, parece más preocupante de lo que realmente es, pero incluso en el lugar más recóndito de este mundo hay un motor que funciona a gasolina, y al motor hay que alimentarlo… eso sí, dependiendo de la disponibilidad el precio será uno u otro.
En este caso nos piden 4500 SOM por litro, a lo que Josh accede sin ningún tipo de problemas, llena el depósito de su GS y se cuelga en la parte trasera de las maletas dos botellas de agua de litro y medio rellenas del preciado liquido. Con eso tendrá suficiente para los poco mas de 400 km que tenemos en la excursión de hoy.
Yo le llamo la atención por no intentar negociar el precio y aceptarlo tal cual, lo cual me obliga a mí igualmente a pagar ese precio, pero me pide disculpas entre risas y me dice que como suizo le resulta difícil intentar regatear… cuestión cultural.
Por mi parte lleno el depósito, pero al pagar el “gasolinero” no me devuelve los 500 SOM de cambio que me corresponden, pues dice que Josh le dio 500 de menos… tras un cambio de parecer con mi compañero de viaje me insiste que no le vale la pena ponerse de nuevo a contar los 135 billetes de 500 SOM que ha entregado por la gasolina, y que si yo quiero contarlos el me espera a la sombra…
Como comprenderéis arranco sin discutir por mis 10 céntimos de $ que se queda el amigo en pago, y maldigo al imbécil que gobierna este país por no hacer una devaluación de la moneda y quitarles tres ceros, o al menos fabricar billetes mas grandes…
El camino no presenta ninguna dificultad, es la carretera que conecta con el sur de Kazajistán, y hay una estupenda autopista de dos carriles con perfecto asfalto que se dirige hacia el norte del país.
En cierto momento tomamos un desvío y continuamos nuestra ruta hasta llegar a Moinaq, nuestro destino.
Allí encontramos un pueblo polvoriento, sin asfalto en las calles, muchos agujeros en el camino y muchos niños a la salida del colegio.
Por lo leído por ahí no recomiendan permanecer demasiado en el pueblo, pues tiene poco o nada de atractivo, y aparte de ser una especie de pueblo fantasma con algunos habitantes dispone de un pequeño museo dedicado al desaparecido mar que tenían junto al pueblo y del que vivía todo el pueblo de la actividad pesquera.
Todo ello desapareció cuando un lumbreras de la antigua Unión Soviética decidió en la década de los 50/60 del siglo pasado desviar el cauce de los dos ríos que suministraban el agua a este mar interior para multiplicar el cultivo de algodón que necesitaba la patria, generando el mayor desastre ecológico de la historia conocida.
Actualmente queda una minúscula cantidad de agua en la zona, a más de 200 km, y algo más parecido a un pequeño lago en la zona Kazaja.
La desertización de la zona unida a los pesticidas utilizados durante tantos años para tratar los cultivos del algodón han multiplicado exponencialmente las enfermedades en la zona que sufren los habitantes que encontramos al cruzar el pueblo.
Nos dirigimos a las afueras, al lugar donde estuvo el puerto pesquero, y allí encontramos una serie de barcos oxidados que han puesto para disfrute de los cuatro colgados que llegamos hasta allí.
Hay que señalar que el mar se fue retirando poco a poco, por lo que cuando la pesca terminó siendo imposible, los barcos estaban muy pero que muy lejos de aquí. Así que posteriormente los arrastraron hasta las afueras de pueblo creando una especie de museo al aire libre de barcos varados en medio de un desierto de arena llena de conchas marinas.
Allí coincidimos con un par de chicos de Madrid que viaja en una pequeña furgoneta de gasolina, Y claro, están secos tras atravesar el sur de Kazajistán, pues realizaron la travesía que cruza el mar Caspio en el barco desde Acerbayan.
Echamos unas risas cuando descubren que tengo un “fuet” de mi tierra, y me lo intentan comprar a cualquier precio, pues a pesar de haber salido cargados de comida desde casa arrasaron con todo antes de entrar en Irán, pues les habían contado que no podían entrar con ningún alimento que contuviera cerdo.
Les pido tres litros de gasolina a cambio de mi pequeño tesoro, pero ante tamaño precio tienen que desistir de sus intenciones.
También hay un camión con una familia austriaca, así que por cuestiones ligústicas hacemos dos grupos y Josh intercambia anécdotas con ellos.
Tras un rato por la zona nos despedimos de los nuevos amigos, pues se quedan a pasar la noche allí y nos dirigimos de nuevo al pueblo. Damos varias vueltas sin lograr dar con el pequeño museo, que posteriormente descubriremos que está en el interior de un edificio que confundimos con un colegio, así que nos vamos sin más.
Regresamos por el mismo camino sin novedad, salvo que tras varios km recorridos y con un fuerte olor de gasolina paramos y vemos que Josh ha perdido la mitad de la gasolina que llevaba en las botellas de agua … no sabe si con lo que le queda llegará al pueblo, pero el ir acompañado da tranquilidad.
Una vez en Nukus toca cambio las pastillas de freno traseras, pues la limpieza de ayer no ha servido de nada y sigo sin freno trasero, (llevo un juego de recambio).
Tras una buena cena de nuevo con unas estupendas cervezas, terminamos el día recostados en los cojines del bar donde ya nos tienen por clientes de toda la vida.
Qué bueno es viajar!
GASOLINA 14000 SOM (2€ ) 3 LITROS
(el precio variará dependiendo del cambio conseguido ese día)
HOTEL RATMINA 35$
Hoy tenemos intención de dirigirnos a Moynaq, antiguo puerto pesquero del desaparecido mar de Aral.
Esta vez cambiamos moneda en la recepción del hotel a mejor precio, dejamos los trastos en la habitación, algo que se agradece, pues siempre voy cargado, y buscamos gasolina sin éxito.
Aquí la gran mayoría de coches funcionan con gas, y por algún motivo que desconozco hay desabastecimiento de gasolina, asi que en las gasolineras no hay y toca preguntar por ahí como conseguir llenar os depósitos.
Tras varias vueltas localizamos un paisano que vende gasolina, es mi primera vez, pero ya veo como funciona el tema, preguntando siempre te saben indicar, y al llegar a la zona suele haber un embudo en el suelo, unas botellas de colores sobre una mesa o un paisano en el arcén con unas hojas de palmera indicando el puesto “alternativo” de venta de gasolina. Insisto, parece más preocupante de lo que realmente es, pero incluso en el lugar más recóndito de este mundo hay un motor que funciona a gasolina, y al motor hay que alimentarlo… eso sí, dependiendo de la disponibilidad el precio será uno u otro.
En este caso nos piden 4500 SOM por litro, a lo que Josh accede sin ningún tipo de problemas, llena el depósito de su GS y se cuelga en la parte trasera de las maletas dos botellas de agua de litro y medio rellenas del preciado liquido. Con eso tendrá suficiente para los poco mas de 400 km que tenemos en la excursión de hoy.
Yo le llamo la atención por no intentar negociar el precio y aceptarlo tal cual, lo cual me obliga a mí igualmente a pagar ese precio, pero me pide disculpas entre risas y me dice que como suizo le resulta difícil intentar regatear… cuestión cultural.
Por mi parte lleno el depósito, pero al pagar el “gasolinero” no me devuelve los 500 SOM de cambio que me corresponden, pues dice que Josh le dio 500 de menos… tras un cambio de parecer con mi compañero de viaje me insiste que no le vale la pena ponerse de nuevo a contar los 135 billetes de 500 SOM que ha entregado por la gasolina, y que si yo quiero contarlos el me espera a la sombra…
Como comprenderéis arranco sin discutir por mis 10 céntimos de $ que se queda el amigo en pago, y maldigo al imbécil que gobierna este país por no hacer una devaluación de la moneda y quitarles tres ceros, o al menos fabricar billetes mas grandes…
El camino no presenta ninguna dificultad, es la carretera que conecta con el sur de Kazajistán, y hay una estupenda autopista de dos carriles con perfecto asfalto que se dirige hacia el norte del país.
En cierto momento tomamos un desvío y continuamos nuestra ruta hasta llegar a Moinaq, nuestro destino.
Allí encontramos un pueblo polvoriento, sin asfalto en las calles, muchos agujeros en el camino y muchos niños a la salida del colegio.
Por lo leído por ahí no recomiendan permanecer demasiado en el pueblo, pues tiene poco o nada de atractivo, y aparte de ser una especie de pueblo fantasma con algunos habitantes dispone de un pequeño museo dedicado al desaparecido mar que tenían junto al pueblo y del que vivía todo el pueblo de la actividad pesquera.
Todo ello desapareció cuando un lumbreras de la antigua Unión Soviética decidió en la década de los 50/60 del siglo pasado desviar el cauce de los dos ríos que suministraban el agua a este mar interior para multiplicar el cultivo de algodón que necesitaba la patria, generando el mayor desastre ecológico de la historia conocida.
Actualmente queda una minúscula cantidad de agua en la zona, a más de 200 km, y algo más parecido a un pequeño lago en la zona Kazaja.
La desertización de la zona unida a los pesticidas utilizados durante tantos años para tratar los cultivos del algodón han multiplicado exponencialmente las enfermedades en la zona que sufren los habitantes que encontramos al cruzar el pueblo.
Nos dirigimos a las afueras, al lugar donde estuvo el puerto pesquero, y allí encontramos una serie de barcos oxidados que han puesto para disfrute de los cuatro colgados que llegamos hasta allí.
Hay que señalar que el mar se fue retirando poco a poco, por lo que cuando la pesca terminó siendo imposible, los barcos estaban muy pero que muy lejos de aquí. Así que posteriormente los arrastraron hasta las afueras de pueblo creando una especie de museo al aire libre de barcos varados en medio de un desierto de arena llena de conchas marinas.
Allí coincidimos con un par de chicos de Madrid que viaja en una pequeña furgoneta de gasolina, Y claro, están secos tras atravesar el sur de Kazajistán, pues realizaron la travesía que cruza el mar Caspio en el barco desde Acerbayan.
Echamos unas risas cuando descubren que tengo un “fuet” de mi tierra, y me lo intentan comprar a cualquier precio, pues a pesar de haber salido cargados de comida desde casa arrasaron con todo antes de entrar en Irán, pues les habían contado que no podían entrar con ningún alimento que contuviera cerdo.
Les pido tres litros de gasolina a cambio de mi pequeño tesoro, pero ante tamaño precio tienen que desistir de sus intenciones.
También hay un camión con una familia austriaca, así que por cuestiones ligústicas hacemos dos grupos y Josh intercambia anécdotas con ellos.
Tras un rato por la zona nos despedimos de los nuevos amigos, pues se quedan a pasar la noche allí y nos dirigimos de nuevo al pueblo. Damos varias vueltas sin lograr dar con el pequeño museo, que posteriormente descubriremos que está en el interior de un edificio que confundimos con un colegio, así que nos vamos sin más.
Regresamos por el mismo camino sin novedad, salvo que tras varios km recorridos y con un fuerte olor de gasolina paramos y vemos que Josh ha perdido la mitad de la gasolina que llevaba en las botellas de agua … no sabe si con lo que le queda llegará al pueblo, pero el ir acompañado da tranquilidad.
Una vez en Nukus toca cambio las pastillas de freno traseras, pues la limpieza de ayer no ha servido de nada y sigo sin freno trasero, (llevo un juego de recambio).
Tras una buena cena de nuevo con unas estupendas cervezas, terminamos el día recostados en los cojines del bar donde ya nos tienen por clientes de toda la vida.
Qué bueno es viajar!
GASOLINA 14000 SOM (2€ ) 3 LITROS
(el precio variará dependiendo del cambio conseguido ese día)
HOTEL RATMINA 35$
Tiz
Curveando
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- 31 Dic 2009
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- 48
Impresionante y entretenidísima crónica. Me la he leído entera del tirón y me quedo con ganas de más.
Yo desde luego no tendría el valor de ir sólo y menos sin saber inglés que quieras que no te soluciona muchas papeletas.
Gracias por la generosidad de dedicar tu tiempo en contarnos el viaje para que lo disfrutemos desde la comodidad de casa.
Un saludo. Vssss.
Yo desde luego no tendría el valor de ir sólo y menos sin saber inglés que quieras que no te soluciona muchas papeletas.
Gracias por la generosidad de dedicar tu tiempo en contarnos el viaje para que lo disfrutemos desde la comodidad de casa.
Un saludo. Vssss.
Tono1969
Allá vamos
Creo que hacía mucho, mucho tiempo que no leía una crónica tan amena e interesante. Gracias por compartir este pedazo de viaje y por las molestias que te estás pegando.
Por cierto, no recuerdo si has cambiado las gomas aún.
Y...que te habrá pasado con ese motorista tan mediático del que hablas? No cuentas na joío
Por cierto, no recuerdo si has cambiado las gomas aún.
Y...que te habrá pasado con ese motorista tan mediático del que hablas? No cuentas na joío
Hola de nuevo.
Estoy encantado de volver a leerte. Llevaba unas semanas desconectado por temas de trabajo y me he leído estos nuevos capítulos de tu crónica de un tirón... una buena forma de terminar la tarde del domingo.
Seguiré leyendo.
V's.
Estoy encantado de volver a leerte. Llevaba unas semanas desconectado por temas de trabajo y me he leído estos nuevos capítulos de tu crónica de un tirón... una buena forma de terminar la tarde del domingo.
Seguiré leyendo.
V's.
lapizlatzuli
Curveando
Pues si, la verdad es que de no saberlo ni te puedes imaginar que hace 50 años estarias mojandote los pies.
Tiz, gracias a ti por los comenatrios. Siento tener que que ir colgandola de tan poco a poco, la verdad es que me sabe muy mal, pero ya explique que era por causas de fuerza mayor.
El valor de hacer o dejar de hacer a veces lo tenemos sin ser conscientes de ello, así que a lo mejor un dia te sorprendes
.Lo del ingles ...pues sinceramente hubo sitios donde en ciertos momentos pude comunicarme gracias a él, pero el 90% de las veces fue a base de buenas intenciones e interés mutuo en saber lo que queríamos decirnos el uno al otro. Una vez dejado atrás Irán el resto son países ex unión soviéticos, y allí el idioma común es el ruso. Eso si, aprendí a dar las gracias, los buenos días y lo mas importante: a pedir cerveza fría! ! ! :excited:
Genial, me deja sin palabras la crónica Lapizlatzuli...Lo malo es que me están entrando ganas de ir.
Pero ganas de verdad...
Vsss.
Me alegro enormemente de que mi crónica sirva de algo más que de entretenimiento, que no es poco. Anda, anímate, que la vida son dos dias y uno lo pasamos durmiendo.
Creo que hacía mucho, mucho tiempo que no leía una crónica tan amena e interesante. Gracias por compartir este pedazo de viaje y por las molestias que te estás pegando.
Por cierto, no recuerdo si has cambiado las gomas aún.
Y...que te habrá pasado con ese motorista tan mediático del que hablas? No cuentas na joío
Tono1969, gracias por el comentario. Las gomas aun son las de casa, sali con unas metzeler Tourance y aun duran.
Con el motorista mediatico no me ha pasado nada, lo conocí hace unos años y como dicen por ahí" no es santo de mi devoción". No quiero extenderme en el tema.
Me alegro de que sigas por aquí, vamos con unas cronicas mas esta semana.
Gracias a todos y buena ruta!
lapizlatzuli
Curveando
Dia 36. Miercoles 24 mayo 2018. Nukus – Khiva. 185 km.
Hoy toca levantar el campamento, hemos pasado varios días aquí, en Nukus, y hemos dejado lo mejor para el final. A primera hora nos dirigimos al museo de arte, también conocido como museo IGOR SAVITSKY, nombre que toma del fundador del mismo.
Igor fue artista, arqueólogo y coleccionista, por lo que en el museo además de arte local y restos arqueológicos de la zona se puede encontrar lo que realmente buscamos los turistas que lo visitamos, la mayor colección de Arte de Vanguardia de la época soviética.
En su momento Stalin prohibió dicho movimiento artistico, condenando a los artistas que lo representaban, por lo que muchos de ellos terminaron confinados en gulags en el mejor de los casos.
La estupidez humana no tiene limites, pero por fortuna Igor se dedicó a coleccionar dichas obras, y a pesar de la prohibición y la dificultad en lograr conseguirlas, creó un museo donde escondió dichas obras prohibidas.
No me extiendo más, para ampliar información tenéis “San Google”, solo comentar que dicho museo es conocido como el “Louvre de la estepa”.
Así que allí nos acercamos, aparcando junto a una gran plaza vacía que hay frente al bonito edificio del museo. Un autocar con un reducido grupo de turistas franceses nos adelantan en la entrada, pero ellos junto a un grupo de escolares locales serán todos los visitantes que encontremos.
Tras pagar la entrada nos comunican que están prohibidas las fotos, y sin opción de pagar suplemento por ellas nos requisan las camaras de fotos y los teléfonos móviles. Vamos, que el totalitarismo absurdo que recuerda la colección salvada de la estupidez se ve reflejada casi medio siglo después por nuevas ideas represivas.
Las fotos de las obras buscadlas en la red, pues a mi solo me dejaron hacer las de la entrada.
Tras culturizarnos un poco volvemos al hotel, cargamos las motos y volvemos a la realidad de buscar gasolina para en viaje a Khiva, nuestro próximo destino.
Encontramos a un paisano que nos pide 5000SOM por litro, y esta vez Josh, tras las lecciones del día anterior, reacciona ofreciendo 4000SOM, a lo cual terminanos pagando la gasolina a 4500 SOM el litro.
Con los depósitos llenos nos dirigimos a Khiva, donde para llegar hay dos carreteras, “la buena” y “la mala”, y como podéis imaginar tomamos la mala, pues creíamos que seria más entretenida y con mejores paisajes.
Y vamos que si nos entretuvimos, como dos tontos tardamos más de 4 horas en recorrer poco menos de 200 km…
control de carratera
En cierto momento cruzamos un rio a través de un puente flotante de barcazas unidas entre si con planchas metálicas, y la verdad es que nos hacen sudar, pues las barcas se mueven, unas arriba y otras abajo … menos mal que no están mojadas, si no terminamos en el agua.
Otro control, este de mentira
Tractor triciclo
asfaltado de las calles
Los anuncios de gas, Propano y Metano se ven muy a menudo, pero ni uno solo de Gasolina
Este si que era de verdad
Llegamos a Khiva tarde, buscamos hotel frente a la muralla de la ciudad vieja, y tras un par de intentos lo dejamos estar y aceptamos lo que hay sin más miramientos. El hotel tiene una vista preciosa de la entrada sur a la ciudad, pero sus habitaciones no son nada acogedoras.
Tras una ducha salimos a calmar el hambre en el primer restaurante que nos encontramos, y de ahí al hotel, pues el calor a esas horas de la tarde es asfixiante y no saldremos hasta que afloje de intensidad, pasadas las 6 de la tarde.
Nos damos una vuelta por la ciudad vieja, Josh se marcha mañana pero yo me quedaré un día mas, tengo que buscar un vuelo para ir a recoger a mi mujer que llega en un par de días a Tashkent, así que cuando vuelva tendré tiempo de verla acompañado.
Tras el paseo nos volvemos al gesthouse a tomar unas cervezas en la terraza, allí se han juntado tres motoristas holandeses, dos checos y un alemán… que por algún extraño motivo creen que sus motos deben estar dentro del porche. La verdad es que compartir el espacio con las R1100/1150GS y las africa twin se hace un tanto complicado, y a pesar de que en la puerta hay dos tremendos camiones 4X4 y un Toyota Camper, además de nuestras dos motos, deben pensar que las suyas son mas valiosas.
De nuevo me encuentro con esta paranoia que muchos arrastran desde casa del miedo al robo de la moto que llega a ser contagioso. Ya lo viví en Iran con los motoristas alemanes, lo cual hizo que los búlgaros buscaran igualmente cobijo para sus monturas.
Y de nuevo me dejo sorprender por la actitud soberbia que muestran algunos de ellos, la verdad es que siempre ha creído que el simple hecho de ir en moto nos hace ser más afines entre nosotros, pero vuelvo a equivócame, imbéciles los hay en dos ruedas igual que caminando.
Así que prescindo de la compañía de los “motorizados” y paso una gran velada en compañía de un ciclista británico, con el cual comparto cervezas, batallitas y puntos de interés comunes a nuestra ruta.
GEST HOUSE ALIBEK 20$
GASOLINA 68000 SOM (9,8$) 15 LITROS
Hoy toca levantar el campamento, hemos pasado varios días aquí, en Nukus, y hemos dejado lo mejor para el final. A primera hora nos dirigimos al museo de arte, también conocido como museo IGOR SAVITSKY, nombre que toma del fundador del mismo.
Igor fue artista, arqueólogo y coleccionista, por lo que en el museo además de arte local y restos arqueológicos de la zona se puede encontrar lo que realmente buscamos los turistas que lo visitamos, la mayor colección de Arte de Vanguardia de la época soviética.
En su momento Stalin prohibió dicho movimiento artistico, condenando a los artistas que lo representaban, por lo que muchos de ellos terminaron confinados en gulags en el mejor de los casos.
La estupidez humana no tiene limites, pero por fortuna Igor se dedicó a coleccionar dichas obras, y a pesar de la prohibición y la dificultad en lograr conseguirlas, creó un museo donde escondió dichas obras prohibidas.
No me extiendo más, para ampliar información tenéis “San Google”, solo comentar que dicho museo es conocido como el “Louvre de la estepa”.
Así que allí nos acercamos, aparcando junto a una gran plaza vacía que hay frente al bonito edificio del museo. Un autocar con un reducido grupo de turistas franceses nos adelantan en la entrada, pero ellos junto a un grupo de escolares locales serán todos los visitantes que encontremos.
Tras pagar la entrada nos comunican que están prohibidas las fotos, y sin opción de pagar suplemento por ellas nos requisan las camaras de fotos y los teléfonos móviles. Vamos, que el totalitarismo absurdo que recuerda la colección salvada de la estupidez se ve reflejada casi medio siglo después por nuevas ideas represivas.
Las fotos de las obras buscadlas en la red, pues a mi solo me dejaron hacer las de la entrada.
Tras culturizarnos un poco volvemos al hotel, cargamos las motos y volvemos a la realidad de buscar gasolina para en viaje a Khiva, nuestro próximo destino.
Encontramos a un paisano que nos pide 5000SOM por litro, y esta vez Josh, tras las lecciones del día anterior, reacciona ofreciendo 4000SOM, a lo cual terminanos pagando la gasolina a 4500 SOM el litro.
Con los depósitos llenos nos dirigimos a Khiva, donde para llegar hay dos carreteras, “la buena” y “la mala”, y como podéis imaginar tomamos la mala, pues creíamos que seria más entretenida y con mejores paisajes.
Y vamos que si nos entretuvimos, como dos tontos tardamos más de 4 horas en recorrer poco menos de 200 km…
control de carratera
En cierto momento cruzamos un rio a través de un puente flotante de barcazas unidas entre si con planchas metálicas, y la verdad es que nos hacen sudar, pues las barcas se mueven, unas arriba y otras abajo … menos mal que no están mojadas, si no terminamos en el agua.
Otro control, este de mentira
Tractor triciclo
asfaltado de las calles
Los anuncios de gas, Propano y Metano se ven muy a menudo, pero ni uno solo de Gasolina
Este si que era de verdad
Llegamos a Khiva tarde, buscamos hotel frente a la muralla de la ciudad vieja, y tras un par de intentos lo dejamos estar y aceptamos lo que hay sin más miramientos. El hotel tiene una vista preciosa de la entrada sur a la ciudad, pero sus habitaciones no son nada acogedoras.
Tras una ducha salimos a calmar el hambre en el primer restaurante que nos encontramos, y de ahí al hotel, pues el calor a esas horas de la tarde es asfixiante y no saldremos hasta que afloje de intensidad, pasadas las 6 de la tarde.
Nos damos una vuelta por la ciudad vieja, Josh se marcha mañana pero yo me quedaré un día mas, tengo que buscar un vuelo para ir a recoger a mi mujer que llega en un par de días a Tashkent, así que cuando vuelva tendré tiempo de verla acompañado.
Tras el paseo nos volvemos al gesthouse a tomar unas cervezas en la terraza, allí se han juntado tres motoristas holandeses, dos checos y un alemán… que por algún extraño motivo creen que sus motos deben estar dentro del porche. La verdad es que compartir el espacio con las R1100/1150GS y las africa twin se hace un tanto complicado, y a pesar de que en la puerta hay dos tremendos camiones 4X4 y un Toyota Camper, además de nuestras dos motos, deben pensar que las suyas son mas valiosas.
De nuevo me encuentro con esta paranoia que muchos arrastran desde casa del miedo al robo de la moto que llega a ser contagioso. Ya lo viví en Iran con los motoristas alemanes, lo cual hizo que los búlgaros buscaran igualmente cobijo para sus monturas.
Y de nuevo me dejo sorprender por la actitud soberbia que muestran algunos de ellos, la verdad es que siempre ha creído que el simple hecho de ir en moto nos hace ser más afines entre nosotros, pero vuelvo a equivócame, imbéciles los hay en dos ruedas igual que caminando.
Así que prescindo de la compañía de los “motorizados” y paso una gran velada en compañía de un ciclista británico, con el cual comparto cervezas, batallitas y puntos de interés comunes a nuestra ruta.
GEST HOUSE ALIBEK 20$
GASOLINA 68000 SOM (9,8$) 15 LITROS
lapizlatzuli
Curveando
lapizlatzuli
Curveando
Dia 37. Jueves 25 mayo 2017. Khiva.
De nuevo sale el sol y ya calienta… esto es brutal, no se lo que será pasar por aquí en julio o agosto, pero a finales de mayo a mi ya me sobran grados de temperatura ambiente…
Desayunamos un copioso en la terraza con preciosas vistas a la vieja muralla, y tras ayudar a Josh a cargar su moto nos despedimos deseándonos lo mejor.
Otra vez solo me dedico a pasear la ciudad sin prisa, sin buscar nada en particular, observando sus calles y sus chiringuitos de recuerdos para los turistas. Si, esta ciudad ya es turística, normal, es preciosa y tiene un encanto tremendo, pero para alguien que viene de la Barcelona masificada por el turismo el paréntesis que he hecho durante estos países anteriores ha sido de agradecer.
Los turistas que encuentro son de nuevo básicamente franceses, pequeños grupos, nada de grandes grupos de japoneses con sus banderolas para no perderse, así que a gracias a eso se pasea sin dificultad y los vendedores solo te ven pasar sin animarte a comprar ofreciendo sus mercancías.
Busco la oficina de turismo y me informo para comprar un billete de avión para ir a Tashkent, pero finalmente ante la opción de recorrer 100 km entre ida y vuelta para comprar el billete en Urgench decido pagar los 5$ de comisión que se lleva la oficina. Hace demasiado calor para pasar la mañana sobre la moto, así que decido descansar, pasear y admirar los trabajos en madera que decoran puertas y columnas.
Igualmente busco un hotel donde alojarme con mi mujer, ya que el guesthouse donde estoy no cumplirá sus expectativas. Tras recorrer la ciudad vieja encuentro un acogedor hotel regentado por una familia muy simpática que me parece ideal, además me ofrecen guardar la moto en el almacén hasta que regrese.
Con ese tema liquidado me acerco al bazar a cambiar dinero. Localizar a los cambistas es sencillo, solo hay que buscar al que lleva grandes bolsas de plástico donde iran los miles de billetes atados con gomas en paquetes de cientos de ellos. Esta vez el cambio a sido a 8000 SOM, siempre me preguntan si quiero cambiar 100$, pero cuando me rio y les enseño el billete de 10 o como mucho de 20$ se dan cuenta que hoy no será el gran día de negocios que esperan.
Una vez con cientos de billetes que resulta imposiblr guardar en los bolsillos me dedico a buscar una bolsa donde llevar las cosas a Tashkent. Tengo que hacer sitio en la moto, así que dejaré en la capital los forros interiores de chaqueta y pantalón, la ropa de abrigo, tienda, saco dormir y un largo etc. que llevo conmigo y que no serán necesarios durante estos días que pasemos juntos.
Hora de comer, el calor aumenta de mala manera, así que hay que ir al guesthouse a refugiarse tras el aire acondicionado y esperar a que pasen unas horas antes de salir de nuevo.
A la tarde vuelvo a encontrarme con los chicos de Madrid con los que coincidí en Moinaq, y de nuevo me intentan extorsionar para conseguir el fuet de reserva que llevo en la moto ( no quiero ni pensar como estará tras tantos días, km y las altas temperaturas… de ahí que sea para un caso de emergencia). Esta vez me tientan con la oferta de llevarme una alfombra en su furgoneta hasta mi casa, claro está que será después de que consigan llegar hasta Japón y regresar de nuevo… uhmmm… no lo tengo muy claro, la oferta es buena, pero en este viaje todo lo que me llevaré serán vivencias, grandes experiencias, amistades inolvidables y paisajes en la retina que espero no olvidar nunca. Dejo los objetos materiales para otros, así que nada más lejos de mis intenciones que buscar y comprar una alfombra.
Se lo agradezco enormemente pero declino la oferta, nos despedimos deseándonos lo mejor y con la oferta de alojamiento si pasan un día por Barcelona seguimos cada uno nuestro vagabundeo por la ciudad.
Subo a las murallas y observo cómo al caer la tarde se vacía la ciudad de turistas y cierran las puestitos de recuerdos cutres… de nuevo las calles vuelven a ser de sus habitantes, de los gatos que recorren los tejados y de algún guiri despistado como yo que aun callejea sin rumbo disfrutando del momento.
GUEST HOUSE ALIBEK 20$
De nuevo sale el sol y ya calienta… esto es brutal, no se lo que será pasar por aquí en julio o agosto, pero a finales de mayo a mi ya me sobran grados de temperatura ambiente…
Desayunamos un copioso en la terraza con preciosas vistas a la vieja muralla, y tras ayudar a Josh a cargar su moto nos despedimos deseándonos lo mejor.
Otra vez solo me dedico a pasear la ciudad sin prisa, sin buscar nada en particular, observando sus calles y sus chiringuitos de recuerdos para los turistas. Si, esta ciudad ya es turística, normal, es preciosa y tiene un encanto tremendo, pero para alguien que viene de la Barcelona masificada por el turismo el paréntesis que he hecho durante estos países anteriores ha sido de agradecer.
Los turistas que encuentro son de nuevo básicamente franceses, pequeños grupos, nada de grandes grupos de japoneses con sus banderolas para no perderse, así que a gracias a eso se pasea sin dificultad y los vendedores solo te ven pasar sin animarte a comprar ofreciendo sus mercancías.
Busco la oficina de turismo y me informo para comprar un billete de avión para ir a Tashkent, pero finalmente ante la opción de recorrer 100 km entre ida y vuelta para comprar el billete en Urgench decido pagar los 5$ de comisión que se lleva la oficina. Hace demasiado calor para pasar la mañana sobre la moto, así que decido descansar, pasear y admirar los trabajos en madera que decoran puertas y columnas.
Igualmente busco un hotel donde alojarme con mi mujer, ya que el guesthouse donde estoy no cumplirá sus expectativas. Tras recorrer la ciudad vieja encuentro un acogedor hotel regentado por una familia muy simpática que me parece ideal, además me ofrecen guardar la moto en el almacén hasta que regrese.
Con ese tema liquidado me acerco al bazar a cambiar dinero. Localizar a los cambistas es sencillo, solo hay que buscar al que lleva grandes bolsas de plástico donde iran los miles de billetes atados con gomas en paquetes de cientos de ellos. Esta vez el cambio a sido a 8000 SOM, siempre me preguntan si quiero cambiar 100$, pero cuando me rio y les enseño el billete de 10 o como mucho de 20$ se dan cuenta que hoy no será el gran día de negocios que esperan.
Una vez con cientos de billetes que resulta imposiblr guardar en los bolsillos me dedico a buscar una bolsa donde llevar las cosas a Tashkent. Tengo que hacer sitio en la moto, así que dejaré en la capital los forros interiores de chaqueta y pantalón, la ropa de abrigo, tienda, saco dormir y un largo etc. que llevo conmigo y que no serán necesarios durante estos días que pasemos juntos.
Hora de comer, el calor aumenta de mala manera, así que hay que ir al guesthouse a refugiarse tras el aire acondicionado y esperar a que pasen unas horas antes de salir de nuevo.
A la tarde vuelvo a encontrarme con los chicos de Madrid con los que coincidí en Moinaq, y de nuevo me intentan extorsionar para conseguir el fuet de reserva que llevo en la moto ( no quiero ni pensar como estará tras tantos días, km y las altas temperaturas… de ahí que sea para un caso de emergencia). Esta vez me tientan con la oferta de llevarme una alfombra en su furgoneta hasta mi casa, claro está que será después de que consigan llegar hasta Japón y regresar de nuevo… uhmmm… no lo tengo muy claro, la oferta es buena, pero en este viaje todo lo que me llevaré serán vivencias, grandes experiencias, amistades inolvidables y paisajes en la retina que espero no olvidar nunca. Dejo los objetos materiales para otros, así que nada más lejos de mis intenciones que buscar y comprar una alfombra.
Se lo agradezco enormemente pero declino la oferta, nos despedimos deseándonos lo mejor y con la oferta de alojamiento si pasan un día por Barcelona seguimos cada uno nuestro vagabundeo por la ciudad.
Subo a las murallas y observo cómo al caer la tarde se vacía la ciudad de turistas y cierran las puestitos de recuerdos cutres… de nuevo las calles vuelven a ser de sus habitantes, de los gatos que recorren los tejados y de algún guiri despistado como yo que aun callejea sin rumbo disfrutando del momento.
GUEST HOUSE ALIBEK 20$
lapizlatzuli
Curveando
Dificilmente hubieses podido ser más oportuno
Gracias de nuevo por compartir.
V's.
lapizlatzuli
Curveando
Dificilmente hubieses podido ser más oportuno
Gracias de nuevo por compartir.
V's.
Gracias a ti por seguirme.
gracias a ti Rombo!
Pufff... me encanta: viaje y aventura a partes iguales...
Gracias de nuevo señor!
No soy de muchas palabras asi que gracias por ese viaje,gracias por compartirlo aqui y sigue viajando para que podamos disfrutar del mundo.
Posdata,me lo leido del tiron el post
Gracias Quiquetex por tus palabras, no son necesarias muchas y la verdad es que animan a continuar escribiendo.
Saludos y buena ruta!
lapizlatzuli
Curveando
Dia 38. Viernes 26 mayo 2017. Khiva – Urgench – Tashkent. Transportes públicos.
Hoy es el día “D”, al salir de casa hace 37 días tenia la agenda libre para ir y venir, pararme, seguir o rascarme la barriga donde más me gustara, pero lo que tenía claro es que debía estar esta noche en el aeropuerto de Tashkent para recoger a mi mujer, que llega con el vuelo de las tres de la madrugada. Así que más vale que no llegue tarde.
Días atrás me recomendaron una aplicación muy útil para viajeros, IOVERLANDER, donde averiguo que no muy lejos de donde estoy hay una oficina que puede tramitarme un seguro para la moto, pues no tengo ninguno contratado para este país. Así que como tengo tiempo de sobra decido acercarme a ve que me ofrecen.
Podéis imaginar, yo pregunto y ellos me contestan, eso si, cada uno en su idioma pero nos logramos entender, que es de lo que se trata. Finalmente creo salir de allí con un seguro para dos semanas a terceros por 3$, eso si, las condiciones ni idea de lo que dice…
Zanjado el tema vuelvo al guesthouse y recojo los trastos, los monto en la moto de cualquier manera y busco la manera de llegar hasta el nuevo hotel, donde dejaré aparcada la moto.
El hotel está dentro de la ciudad vieja, así que tengo que buscar una entrada autorizada de vehículos, pues aunque con la moto podría entrar por cualquier lado no se trata de ir haciendo el cafre.
Rodeo la muralla hasta encontrar el camino, y tras alguna vuelta de orientación finalmente logro dar con él. Al llegar ya me están esperando para indicarme donde aparcar, pero como no es una bicicleta resulta imposible meter la moto en el almacén, así que me conformo con subirla a la acera en lugar de meterla en el comedor como me indican. No es necesario montar un circo, así que ahí se queda hasta que vuelva.
Lleno la bolsa que compre ayer con todo lo que quiero llevarme a Tashkent, me despido de todos en el hotel y me dirijo a la puerta norte de la muralla, donde está la parada de taxis compartidos.
Sigo las indicaciones que me han dado, pido ir al aeropuerto de Urgench y pregunto el precio, coincidiendo con el que me habían dado orientativo para que no pagara de más.
Subo delante, atrás dos mujeres y una niña, que junto con otro que llega un poco más tarde hace que el taxi esté lleno y por fin nos movemos.
Hay unos 40 km hasta el aeropuerto de Urgench, pero el taxista debe creer que hoy es el ultimo día de este mundo y quiere llegar a casa antes de comer … la conducción se vuelve temeraria y absurda, y yo soy el único que me he puesto el cinturón … como si ero me pudiera salvar.
La niña de unos tres años va constantemente de un lado a otro en la parte trasera, eso cuando no va peligrosamente asomando la cabeza en medio de los asientos delanteros… en caso de frenada brusca se estampará contra el parabrisas.
Milagrosamente llegamos al destino sin incidentes… Ala es grande y Mahoma su profeta.
Tras dejar a los otros ocupantes en la ciudad llegamos al flamante aeropuerto. Aquello parece desierto, pero un control de seguridad previo al acceso a la terminal me demuestra que hay vida.
Son la una y mi avión sale a las cuatro de la tarde, así que con toda la ilusión del mundo me creo afortunado porque podre comer algo antes de salir.
Una vez dentro descubro que estoy solo en el aeropuerto, bueno, no, que también está el de seguridad que me mira preguntándose qué hago yo ahí a esa hora, pero desgraciadamente el bar está cerrado porque se han ido a comer.
Poco a poco va llegando gente, y curiosidades de la vida aparece una pareja de Bilbao, con los que mantengo una agradable charla hasta que toman el avión anterior al mío.
Finalmente llega mi turno y subo a un Ilyushin II 114, lo miro con detenimiento y descubro agradablemente que aquí el servicio es infinitamente mejor que en las compañías que uso frecuentemente, pues me dan un sándwich y una bebida.
El vuelo dura algo más de dos horas, así que es una buena oportunidad de ver el paisaje desde la ventanilla.
Llegamos a Tashkent sin novedad,
A la salida negocio un taxi que me lleve al hotel reservado desde Barcelona hace semanas por mi mujer, y tras una ducha bajo a cenar al restaurante.
Resulta que en el hotel no tienen licencia para vender bebidas alcohólicas, pero me ofrecen llamar a un taxi para que me traiga una cerveza. Me parece una solución genial, pero como me parece un despropósito pregunto y me indican que la tienda no está lejos, así que si quiero ir yo dando un paseo ellos me van preparando la cena.
La tienda no tiene perdida:
La cerveza es de tamaño generoso, pero no es cuestion de desperdicirla, nunca se sabe cuando podré beber otra
Ahora ya solo toca esperar
Aprovecho para dormir un rato antes de ir al aeropuerto, y como en Uzbekistan cualquier coche es un taxi, (solo tienes que estirar el brazo y un coche te preguntará a donde vas) el recepcionista ya ha hablado con su primo para que me lleve al aeropuerto.
Cansada tras recorrer toda Europa y media Asia, finalmente aparece mi mujer con la bolsa colgando del hombro, y junto con el primo taxista nos volvemos al hotel.
HOTEL GRAND ART 46$
.
Hoy es el día “D”, al salir de casa hace 37 días tenia la agenda libre para ir y venir, pararme, seguir o rascarme la barriga donde más me gustara, pero lo que tenía claro es que debía estar esta noche en el aeropuerto de Tashkent para recoger a mi mujer, que llega con el vuelo de las tres de la madrugada. Así que más vale que no llegue tarde.
Días atrás me recomendaron una aplicación muy útil para viajeros, IOVERLANDER, donde averiguo que no muy lejos de donde estoy hay una oficina que puede tramitarme un seguro para la moto, pues no tengo ninguno contratado para este país. Así que como tengo tiempo de sobra decido acercarme a ve que me ofrecen.
Podéis imaginar, yo pregunto y ellos me contestan, eso si, cada uno en su idioma pero nos logramos entender, que es de lo que se trata. Finalmente creo salir de allí con un seguro para dos semanas a terceros por 3$, eso si, las condiciones ni idea de lo que dice…
Zanjado el tema vuelvo al guesthouse y recojo los trastos, los monto en la moto de cualquier manera y busco la manera de llegar hasta el nuevo hotel, donde dejaré aparcada la moto.
El hotel está dentro de la ciudad vieja, así que tengo que buscar una entrada autorizada de vehículos, pues aunque con la moto podría entrar por cualquier lado no se trata de ir haciendo el cafre.
Rodeo la muralla hasta encontrar el camino, y tras alguna vuelta de orientación finalmente logro dar con él. Al llegar ya me están esperando para indicarme donde aparcar, pero como no es una bicicleta resulta imposible meter la moto en el almacén, así que me conformo con subirla a la acera en lugar de meterla en el comedor como me indican. No es necesario montar un circo, así que ahí se queda hasta que vuelva.
Lleno la bolsa que compre ayer con todo lo que quiero llevarme a Tashkent, me despido de todos en el hotel y me dirijo a la puerta norte de la muralla, donde está la parada de taxis compartidos.
Sigo las indicaciones que me han dado, pido ir al aeropuerto de Urgench y pregunto el precio, coincidiendo con el que me habían dado orientativo para que no pagara de más.
Subo delante, atrás dos mujeres y una niña, que junto con otro que llega un poco más tarde hace que el taxi esté lleno y por fin nos movemos.
Hay unos 40 km hasta el aeropuerto de Urgench, pero el taxista debe creer que hoy es el ultimo día de este mundo y quiere llegar a casa antes de comer … la conducción se vuelve temeraria y absurda, y yo soy el único que me he puesto el cinturón … como si ero me pudiera salvar.
La niña de unos tres años va constantemente de un lado a otro en la parte trasera, eso cuando no va peligrosamente asomando la cabeza en medio de los asientos delanteros… en caso de frenada brusca se estampará contra el parabrisas.
Milagrosamente llegamos al destino sin incidentes… Ala es grande y Mahoma su profeta.
Tras dejar a los otros ocupantes en la ciudad llegamos al flamante aeropuerto. Aquello parece desierto, pero un control de seguridad previo al acceso a la terminal me demuestra que hay vida.
Son la una y mi avión sale a las cuatro de la tarde, así que con toda la ilusión del mundo me creo afortunado porque podre comer algo antes de salir.
Una vez dentro descubro que estoy solo en el aeropuerto, bueno, no, que también está el de seguridad que me mira preguntándose qué hago yo ahí a esa hora, pero desgraciadamente el bar está cerrado porque se han ido a comer.
Poco a poco va llegando gente, y curiosidades de la vida aparece una pareja de Bilbao, con los que mantengo una agradable charla hasta que toman el avión anterior al mío.
Finalmente llega mi turno y subo a un Ilyushin II 114, lo miro con detenimiento y descubro agradablemente que aquí el servicio es infinitamente mejor que en las compañías que uso frecuentemente, pues me dan un sándwich y una bebida.
El vuelo dura algo más de dos horas, así que es una buena oportunidad de ver el paisaje desde la ventanilla.
Llegamos a Tashkent sin novedad,
A la salida negocio un taxi que me lleve al hotel reservado desde Barcelona hace semanas por mi mujer, y tras una ducha bajo a cenar al restaurante.
Resulta que en el hotel no tienen licencia para vender bebidas alcohólicas, pero me ofrecen llamar a un taxi para que me traiga una cerveza. Me parece una solución genial, pero como me parece un despropósito pregunto y me indican que la tienda no está lejos, así que si quiero ir yo dando un paseo ellos me van preparando la cena.
La tienda no tiene perdida:
La cerveza es de tamaño generoso, pero no es cuestion de desperdicirla, nunca se sabe cuando podré beber otra
Ahora ya solo toca esperar
Aprovecho para dormir un rato antes de ir al aeropuerto, y como en Uzbekistan cualquier coche es un taxi, (solo tienes que estirar el brazo y un coche te preguntará a donde vas) el recepcionista ya ha hablado con su primo para que me lleve al aeropuerto.
Cansada tras recorrer toda Europa y media Asia, finalmente aparece mi mujer con la bolsa colgando del hombro, y junto con el primo taxista nos volvemos al hotel.
HOTEL GRAND ART 46$
.
marmotte2000
Allá vamos
ja ja la que le espera
lapizlatzuli
Curveando
Me imagino que te habrás presentado en el aeropuerto bien afeitao y peinao.
Chicos! chicos! ... que no cunda el panico
lapizlatzuli
Curveando
Día 39. Sábado 27 mayo 2017. Tashkent - Urgench - Khiva . Transportes públicos.
Hoy somos dos, se hace un paréntesis en el viaje, se terminó la individualidad, la toma de decisiones unilaterales, el viaje global y el viaje personal y el más importante de todos, el viaje que hago yo dentro de mi mismo… se terminó el hacer lo que quiero y no dar explicaciones.
Yolanda está de nuevo conmigo tras este paréntesis y me siento totalmente responsable de ella. Está fuera de contexto, totalmente perdida tras todo un día y parte de la noche recorriendo mundo en avión, y yo le llevo ventaja en este camino, así que me toca tomar el control y explicar los planes inmediatos y futuros, pues 10 días pasan rápido, tal vez demasiado.
La idea es volver lo antes posible a recoger la moto para iniciar de nuevo el camino, así que toca buscar unos billetes de avión. Los precios que ayer encontré por la red ya no están disponibles, desconozco si se han agotado, pero resulta imposible poder hacer ninguna reserva para hoy, y no quiero seguir en Tashkent ni un día más, hace demasiado que no me muevo en moto y ya lo echo de menos.
Tras preguntar en el hotel nos indican una agencia donde informarnos sobre los billetes, y allí tras intentar explicar lo que queremos y algún que otro malentendido logramos salir con dos billetes de ida a Urgench.
Así que de vuelta al hotel, recoger las cosas y de nuevo al aeropuerto en el primer coche que pasa, esta vez un viejo Lada de los que nosotros conocimos como SEAT 124.
Actualmente quedan pocos de esos por las carreteras Uzbekas, pues la casi totalidad de coches que circulan son Chevrolet, el pequeño Spark y el familiar Cobalt, además de una pequeña furgoneta que cierra las opciones del parque automovilístico del país.
Como es de suponer hay una fabrica Chevrolet en el país, y no quiero daros pistas de a quién pertenece, solo añadir que cualquier otro coche que quiera ser importado al país tiene que sufrir unos aranceles de un 150% del valor … pues sí, o le compras el coche a él o vas en bicicleta.
De nuevo en el aeropuerto, esta vez el vuelo es con un avión más grande y rápido, así que llegamos antes a Urgench.
Allí negociamos con los taxistas, y como yo vine ayer juego con la ventaja de saber cuál es el precio justo, no el que me quieren cobrar. A pesar de la dura negociación no subo mi oferta, que es algo superior a lo pagado el día anterior, así que finalmente el chofer acepta y se va a buscar más clientes que meter en el taxi, algo que se le da mal ya que no consigue llenarlo. Nos vuelve a insistir en que es un precio muy bajo y discuto con él. Además de enfadado empiezo a estar preocupado, pues el aeropuerto se ha quedado vacío y si finalmente decide que no nos lleva nos quedaríamos allí colgados como dos tontos y el precio sería mucho más caro.
Logramos ponernos en marcha y con mala cara nos lleva a Khiva, donde vamos en busca de algún sitio donde comer antes de ir a descansar al hotel… el calor es extenuante.
La tarde la pasamos paseando la ciudad, mañana la visitaremos a fondo antes de ponernos de nuevo en movimiento.
Nos encontramos con los componentes de un rally chino alojados en un hotel del centro de la ciudad, ellos recorren Asia central de este a oeste en coche, terminando en Italia.
HOTEL KALA 30$
.
Hoy somos dos, se hace un paréntesis en el viaje, se terminó la individualidad, la toma de decisiones unilaterales, el viaje global y el viaje personal y el más importante de todos, el viaje que hago yo dentro de mi mismo… se terminó el hacer lo que quiero y no dar explicaciones.
Yolanda está de nuevo conmigo tras este paréntesis y me siento totalmente responsable de ella. Está fuera de contexto, totalmente perdida tras todo un día y parte de la noche recorriendo mundo en avión, y yo le llevo ventaja en este camino, así que me toca tomar el control y explicar los planes inmediatos y futuros, pues 10 días pasan rápido, tal vez demasiado.
La idea es volver lo antes posible a recoger la moto para iniciar de nuevo el camino, así que toca buscar unos billetes de avión. Los precios que ayer encontré por la red ya no están disponibles, desconozco si se han agotado, pero resulta imposible poder hacer ninguna reserva para hoy, y no quiero seguir en Tashkent ni un día más, hace demasiado que no me muevo en moto y ya lo echo de menos.
Tras preguntar en el hotel nos indican una agencia donde informarnos sobre los billetes, y allí tras intentar explicar lo que queremos y algún que otro malentendido logramos salir con dos billetes de ida a Urgench.
Así que de vuelta al hotel, recoger las cosas y de nuevo al aeropuerto en el primer coche que pasa, esta vez un viejo Lada de los que nosotros conocimos como SEAT 124.
Actualmente quedan pocos de esos por las carreteras Uzbekas, pues la casi totalidad de coches que circulan son Chevrolet, el pequeño Spark y el familiar Cobalt, además de una pequeña furgoneta que cierra las opciones del parque automovilístico del país.
Como es de suponer hay una fabrica Chevrolet en el país, y no quiero daros pistas de a quién pertenece, solo añadir que cualquier otro coche que quiera ser importado al país tiene que sufrir unos aranceles de un 150% del valor … pues sí, o le compras el coche a él o vas en bicicleta.
De nuevo en el aeropuerto, esta vez el vuelo es con un avión más grande y rápido, así que llegamos antes a Urgench.
Allí negociamos con los taxistas, y como yo vine ayer juego con la ventaja de saber cuál es el precio justo, no el que me quieren cobrar. A pesar de la dura negociación no subo mi oferta, que es algo superior a lo pagado el día anterior, así que finalmente el chofer acepta y se va a buscar más clientes que meter en el taxi, algo que se le da mal ya que no consigue llenarlo. Nos vuelve a insistir en que es un precio muy bajo y discuto con él. Además de enfadado empiezo a estar preocupado, pues el aeropuerto se ha quedado vacío y si finalmente decide que no nos lleva nos quedaríamos allí colgados como dos tontos y el precio sería mucho más caro.
Logramos ponernos en marcha y con mala cara nos lleva a Khiva, donde vamos en busca de algún sitio donde comer antes de ir a descansar al hotel… el calor es extenuante.
La tarde la pasamos paseando la ciudad, mañana la visitaremos a fondo antes de ponernos de nuevo en movimiento.
Nos encontramos con los componentes de un rally chino alojados en un hotel del centro de la ciudad, ellos recorren Asia central de este a oeste en coche, terminando en Italia.
HOTEL KALA 30$
.