Bueno, pues ya parece que he ordenado un poco los datos del viaje, por lo que paso a relataros mis andanzas por el paraíso de los Alpes.
Hay que decir que ha sido un bautismo en toda regla (lo digo por el agua que me ha caido ;D).
Antes de nada, tengo que decir que el recorrido ha sido idéntico al propuesto por Stelvio, añadiendo yo alguna cosa más.
-15/08: como no puedo dormir por la emoción (supongo que os pasará a más de uno), harto de dar vueltas en la cama, salgo de Tomelloso a las 5 h. En Valencia cojo la A7 y al poco empieza a llover. Como no llevo mono de agua (porque no tenía en ese momento), al poco me pongo echo una sopa. El día se sucede por la soporífera autopista con intervalos largos de lluvia hasta Montpellier, donde harto del agua busco un hotel.
-16/08: salgo pronto de Montpellier y a las 15 h llego a Chamonix. Malas noticias: el Mont Blanc está cubierto de nubes :-/. Me monto en el teleférico de Le Brévent y al subir el último tramo, observo con horror que una densa niebla lo cubre todo, por lo que al llegar arriba, media vuelta para abajo sin ver nada de nada (tranquilo Jose que mañana hará buen tiempo). Intento pillar el tren del Mer de Glace pero ya ha salido el último. Bueno, pues recorrido por el pueblo, cena en una pizzería y al camping a dormir.
-17/08: empieza la aventura. La vista del Valais desde la bajada del Col de la Forclaz es impresionante. Al llegar abajo, obervo con horror que estoy rodeado de viñas (oh nooo!! para ver viñas no tengo que hacerme tantos kilómetros, yo quiero ver vacas y abetos). Compro el desayuno en Montana, y luego me llego hasta St Niklaus para pillar el tren a Zermatt (muy bonito). Por la tarde me gusta muchísimo el valle del Rhone desde Brig hasta Ulrichen (todo verde y con pequeños pueblos con encanto). Desde Brig lo hago lloviendo, y la subida al Nufenen es dura porque cae mucho agua. Llego arriba a las 18 h, calado, y no hay ni un alma. Me tomo un café en el bar y decido que voy a dar la vuelta y pillar hotel en Ulrichen (hotel Astoria, muy limpio). Tranquilo Jose que mañana hará buen tiempo.
-18/8: ¡que bien, voy al San Gotardo!. Salgo del hotel sin llover, pero a mitad de la subida al Nufenen, empieza a chispear. La bajada hasta Airolo la hago con lluvia cerrada. Al empezar a subir el S. Gotardo, no encuentro la calzada, por lo que llego arriba por el tunel. Una densa niebla lo cubre todo. No se ve a más de 20 metros. Estoy chorreando. Tengo frío. Me vengo abajo >

(¿va a ser todo el viaje así?).
Al llegar a Wassen, sin embargo, se produce el milagro. Sale el sol. La bajada del Susten es inolvidable, por la carretera y sobre todo por el paisaje. Foto de rigor en el glaciar del Furka. Al completar el “nueve” me tomo un café en la plaza de Andermatt, bañado por el sol, saboreando lo que acabo de hacer. Me decido a no volver al S. Gotardo, ya habrá otra ocasión. Llego a Chur y busco camping.
-19/8: el Fluela y el Ofen los hago con niebla cerrada. Enfilo para el Stelvio. Nublado pero no hay niebla. Empiezo la cuenta atrás de los tornantes: 49-48-47…1 y aquí esta, ¡el mítico Stelvio!
Me junto con una pareja de valencianos y nos vamos a un bar a tomar algo caliente. Como voy bien de tiempo, me voy al Umbrail y bajo hasta el valle. Retrocedo y sigo camino hasta Livigno.
-20/08: desde la subida al Bernina hasta Thusis, los paisajes son preciosos, lástima que desde el Julier caiga una lluvia cerrada que me obliga a parar 2 horas en un bar, donde no dejan de pasar moteros enfundados en sus flamantes monos de lluvia (tranquilo Jose que mañana hará buen tiempo). En Thusis me voy otra vez a Chur, donde duermo, porque quiero hacerle a la moto un cambio de aceite (fallo mío por no hacerlo antes de salir :-[).
-21/08: al salir de Thusis hay una garganta espectacular. Pero lo mejor del día está por llegar: desde el S. Bernardino hasta Bellinzona me encuentro los mejores paisajes de todo el viaje. Paladeo cada curva como si fuera la última de mi vida. Muy muy placentero ese tramo.
La llegada al lago Maggiore es muy curiosa: parece que has llegado al mar (¡que pedazo de lago!).
-22/08: otro gran día. En el Gran San Bernardo me empapo de la historia de aquel mítico lugar. En la iglesia del hospicio encuentro una paz inmensa.
La bajada a Aosta, para olvidar. Todo lo que había oído de los conductores italianos se confirma con creces. Al final del día me encuentro, por fín, con el Mont Blanc despejado (eureka). Camping a los pies de tan ilustre acompañante.
-23/08: me gusta mucho el museo del Pequeño S. Bernardo. La bajada del mismo, hasta Bourg-S. Maurice es extremadamente bonita. Al llegar a St. Michel de M., decido desviarme para subir la Madeleine. Termino el día en Valloire, donde busco hotel para reconfortar un poco mi espalda.
-24/08: paso el Galibier y el Lautaret y tiro para el Izoard. Antes de empezar la subida del mismo paro en un prado a comer (lo hago todos los días). Vale, empiezo la subida en plan tranqui, haciendo la digestión. Ostras!!!

De repente me veo en la carretera perfecta: curvas no muy cerradas, pendiente suave, asfalto impecable, ni un coche…Como no me lo creo, al llegar al puerto, doy media vuelta y me lo bajo otra vez, para volver a disfrutar de la subida. Inolvidable.

Termino el día llegando hasta Aiguilles, pero como es temprano, me voy al Col de Vars y busco camping en Barcelonnette.
-25/08: bueno, pues empieza el regreso. Autopista hasta Perpignan. En Montpellier cae la tormenta perfecta, todos los moteros como pajarillos en las áreas de la autopista. Desde Perpignan voy a Andorra, parando a dormir en Prades (en la casa de los horrores, hotel Rich, no vayais nunca, por favor).
-26/08: hoy es un gran día. Después de casi 4 años en moto y millones de litros de agua de lluvia, ¡me compro un mono de lluvía!
-27/08: me voy a Viella desde Andorra la Vella, donde había acampado la noche anterior. Muy bonito el valle del puerto de la Bonaigua. Al poco de salir del tunel de Viella, me desvío de la nacional buscando una carretera secundaria que me llamó la atención en el mapa. Al ir a cogerla, me encuentro dos moteros en el cruce (suerte la mía, así voy a lo seguro). Como el mundo es un pañuelo, son Mónica Scarver y su marido Jose, que están ruteando cerca de su casa. Me proponen acompañarlos por otro sitio, a lo que accedo encantado. Me pasean por una carretera bordeando un río preciosa, y nos despedimos cerca de Ainsa, su pueblo (desde aquí un saludo, Jose y Mónica :-*). Ese día duermo en un camping de Graus.
-28/08: ese día hago la bajada hasta Cuenca, pasando por Albarracín y la Serranía de Cuenca (preciosa). Aunque llego a Cuenca a media tarde y estoy a 150 km de casa, busco camping porque no me apetece llegar todavía.
-29/08: Cuenca-mi casa. Bueno, pues parece que aquí termina todo. Ahora empiezan los recuerdos y las imágenes grabadas en el cerebro, esas que siempre van a estar ahí para acudir en mi ayuda.
Una vez más, gracias a todos los que me habéis echado un cable en este post. Salud y kms
PD: ¡que grande es ésto de viajar en moto!
PD2: fotografié varios monumentos a los caidos en las 2 guerras en Francia, pero éste me impresionó especialmente