Manuel, yo creo que más que un vicio es una afición, eso si muy cara para los que están enviciados......el que no haya perdido mucho dinero con las motos que levante la mano.
Creo compañero El_Perola, que yo puedo levantar la mano ya que como decía anteriormente por ahí arriba, aunque todas las motos que he tenido, las he comprado nuevas y salvo una de ellas, por ser moto de enduro puro y duro, las he usado y las uso como vehículo utilitario todos los días. Con el ahorro que la moto económicamente supone respecto al coche. La uso para todo siempre y debe ser moto sencilla y funcional.
He elegido siempre la moto que he necesitado y más me ha gustado, pero curiosamente nunca ha sido, demasiado cara.
La moto que siempre he soñado tener ha sido una Yamaha Teneré, que no es cara y ya asumo que, yendo de vuelta como ahora voy y habiendo disfrutado casi a diario, a lo largo de más de 40 años de motos, seguirá la Teneré quedando solo en sueño.
No ha podido ser, porque como vehículo utilitario, para el día a día me hubiera resultado incómodo, ya que con mi 1,70 cm de estatura me falta longitud de patas para sentirme comodo y seguro en esa moto. ?
Reconozco que la nueva KTM 890 con sus contenidos 84 cm de asiento me pone ojitos y me entran ganas de ir al conce y llevármela puesta.
Pero ya se que mi carne es débil, estoy mentalizado hacia la austeridad, la practicidad lógica y comedida, y vuelvo al poco tiempo a la normalidad, pretando los puños y esperando a que se me pase del todo el "calentamiento".
En 2.020 vendí mis queridas Beta Alp 200 y BMW F800GS, bien cuidadas, con algunas mejoras para mi importantes y diez años largos de antigüedad. No es que las considerara viejas, pero con una moto de trial como la ALP, debido a las numerosísimas restricciones, ya no dejan circular por casi ningún lugar montañoso interesante y sus grandes ruedas de tacos, con neumáticos de trial, a pesar de ir equipada con baúl, a partir de 100-110 por la autovía diaria, la hacían muy incómoda. La GS saltaba holgadamente los 80.000 kilometros y quería una moto capaz pero ligera para el día a día también en una gran ciudad.
La kilos de más en la urbe no aportan nada sino problemas y cada vez me daba más pereza empujar 240 kilos por la ciudad.
En menos de una semana tenía el dinero de la venta con el que me compré mi actual KTM 390 Adventure que empleo encantado a diario y para viajar cuando el trabajo y las obligaciones lo permiten. Y aún me sobró dinero con la venta de las dos motos. Vuelvo ahora a disfrutar a diario, con una motito muy barata, para los estándares de este foro, lo que no está escrito.
Creo que no es lo mismo, usar y desear motos como divertimento o para usarlas lúdicamente el finde y dos o tres viajes al año, cuesten lo que cuesten porque apetece y "porque yo lo valgo", que plantearselo como un vehículo utilitario que nos resuelve los desplazamiento, digamos que con añadido...
"Vehiculo de transporte con accesorio proporcionador de Felicidad extendida". ?
Ganar, ganar dinero no he ganado nunca con las compraventas de mis motos, pero creo que están todas más que amortizadas.
Son para mi, algo así como ño es para un agricultor, un cumplidor tractor de trabajo pero...
Amarillo, práctico, fiel, vacilón y que de vez en cuando te sirve para viajar por carreteritas curvosas por las que llegas a paisajes sobrecogedores.
Ni mitos ni adoración hacia marcas, modelos o pretendidas representaciones fastuosas, que proyecten la cara e impostada grandeza de nuestro maltrecho ego. Respeto y cariño hacia la moto que sea que me de servicio, valga lo que valga y sea como sea. Respeto y admiración hacia el colectivo de usuarios en general y únicamente a algunos en particular.